‘Siempre nos quedará el verano’, el final de una trilogía de Jenny Han

Cuando era niña, los miércoles por la noche mi madre y yo veíamos videos de antiguos musicales. Era nuestra tradición. A veces mi padre o Steven pasaban por allí y se sentaban frente a la televisión un rato, pero casi siempre éramos solo mi madre y yo sentadas en el sofá con una cobija y un platón de palomitas de maíz dulces o saladas. Cada miércoles. Veíamos Vendedor de ilusiones, Amor sin barreras, La rueda de la fortuna, musicales que me gustaban, como Cantando bajo la lluvia, que me encantaba. Pero ninguno se podía comparar con Adiós, ídolo mío. De entre todos los musicales, Adiós, ídolo mío era mi favorito. Lo veía una y otra vez, hasta que mi madre ya no podía más. Igual que Kim MacAfee antes que yo, quería usar rímel y tacones y experimentar «esa sensación de felicidad de una mujer madura». Quería oír silbar a los chicos y saber que era por mí. Quería crecer y ser como Kim, porque ella consiguió todas esas cosas.

Y luego, cuando llegaba la hora de acostarme, cantaba ante el espejo del baño con la boca llena de pasta de dientes: 

-Te queremos, Conrad, oh y tanto que sí. Te queremos, Conrad, y siempre te seremos fieles.

Cantaba con todo mi corazón de ocho, nueve y diez años. Pero no le cantaba a Conrad Birdie. Cantaba para mi Conrad. Conrad Beck Fisher, el protagonista de mis sueños preadolescentes. 

Solo he amado a dos chicos, y ambos llevan el apellido Fisher. Conrad fue el primero y lo amé como solo se puede amar la primera vez. Es el tipo de amor que no sabe lo que le conviene y tampoco quiere saberlo. Es vertiginoso e insensato y apasionado. El tipo de amor que solo ocurre una vez.

Y luego estaba Jeremiah. Cuando miraba a Jeremiah, veía el pasado, el presente y el futuro. No solo conocía a la chica que fui. Conocía a mi yo de ahora y me quería igualmente.

Mis dos grandes amores.

Extracto de Siempre nos quedará el verano, de Jenny Han.

Siempre nos quedará el verano portada

Siempre nos quedará el verano, de Jenny Han, es publicada por el sello Destino.

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