Ser MUJER no es fácil. Y menos si en cada una de tus células traes tatuados siglos y siglos de información de lo que una buena mujer debe ser: pura, casta, inmaculada, pasiva, dependiente, virginal, y sobre todo, atenta a la llegada de su príncipe azul.
Si ya sé. Pareciera que en pleno siglo XXI esto es una locura, y que las cosas ya no son así gracias a los logros de décadas de feminismo. Las mujeres actuales dizque nos volvimos independientes, autosuficientes, activas y sin necesidad de un hombre que llegue a nuestra vida para salvarnos.
Digo dizque –perdón, mujeres- porque me di cuenta de que, a pesar de mi formación y de la firme creencia de que yo era una mujer moderna y actual, ¡no era así! Descubrí que, como muchísimas otras mujeres, seguía en la eterna espera de mi príncipe azul…
Claro que no se trata de un príncipe azul cualquiera. ¡No! Deseaba uno que me amara sólo a mí, que hiciera el amor como un tigre, que fuera tierno como un oso, que tuviera la fuerza de un león para protegerme de los obstáculos de la vida, que me mantuviera como un güey, y que fuera mi perro fiel y protector.
Claro, ahora entiendo por qué mis príncipes azules casi han perdido el juicio y han terminado fuera de mi vida. ¡Cómo no, si antes estas expectativas hasta yo saldría corriendo! Por un lado están todas estas demandas, y por otro está el hacerlos sentir que no los necesito porque soy una mujer total y absolutamente in-de-pen-dien-te.
Asumir eso, dejar a un lado el rol de la víctima heredado por las mujeres que me procedieron es muy complicado. Antes que nada sería necesario deshacerme de ideas como “Pobre de mí”, “Todos los hombre son iguales”, “Malditos hombres”, “Yo puedo sola”…
Y la verdad, hoy quiero –vaya que sí quiero- ver mi vida desde otro lugar: desde el de una mujer que se asume como mujer, y está al lado de un hombre que se asume como hombre. ¿Será esto posible?
Una familia disfuncional, varios intentos de relación y un matrimonio que terminó en divorcio dice que ¡NO! Pero soy terca y me sigo preguntando… ¿será esto posible? ¿Encontraré esa sana mezcla entre el yin y el yang?, o ¿terminaré tirando la toalla en el intento?
Extracto de ‘Ni santa ni golfa de Martha Carrillo’
SINOPSIS Relatos íntimos de la autora compartiendo lo más personal de su vida; pensamientos, experiencias y miedos sobre la vida del rol de la mujer, como novia, hija, esposa, amante, madre y amiga