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En el buró de… Daniela Tarazona

Daniela Tarazona es la autora de Incluso los labios, uno de los siete relatos eróticos que componen la antología Pide un deseo, editada por la colección La sonrisa vertical, de Tusquets.

Luego de leer su cuento, nos hicimos una pregunta: ¿Qué libros tendrá esta escritora en su buró? ¿Cuáles serán sus influencias? ¿Qué títulos la han hecho llorar y, por el contrario, cuáles la han decepcionado?

Si te pasó igual que a nosotros, o simplemente eres un lector curioso, compartimos contigo En el buró de… Daniela Tarazona.

Daniela-Tarazona baja

¿Cuál ha sido el mejor libro que ha leído este año (2014)?
Secretos a voces, de Alice Munro.

Si tuviera que escoger a una o un novelista favorito, ¿cuál sería?
No lo sé.

¿Qué tipo de historias son las que le atrapan?
En las que hay espacio para conjeturar e interpretar. Historias con espacios vacíos.

¿En qué manera influyen en su vida los libros que lee?
En leer de otro modo la existencia.

¿Qué libro nos sorprendería encontrar junto a su cama?
El que no sé cómo llegó hasta allí.

¿Cuál ha sido el libro que más le ha marcado?
Muchos, y siempre aparece uno que desmarca al anterior.

Su lugar favorito para leer es…
Mi estudio.

¿Cuál es el primer libro que recuerda haber leído?
Uno de Mafalda.

¿Había libros en su casa cuando era niño?
Sí.

¿Tiene un héroe o personaje favorito de literatura infantil?
No es, precisamente, de la literatura infantil, pero Mafalda es mi personaje favorito.

¿Cuál ha sido el mejor libro que le han regalado?
El Diccionario de símbolos, de Jean Chevalier y Alain Gheerbrant.

¿Qué libros están en su buró en este momento?
Es un secreto.

¿Qué libros adornan la mesa de su sala?
Ninguno.

¿Cuál fue el último libro que le hizo llorar?
Uno que estoy escribiendo.

¿Cuál fue el último libro que le hizo reír?
Planilandia. Una novela de muchas dimensiones, de Edwin A. Abbot.

¿Cuál fue el último libro que le hizo haber deseado ser usted quien lo escribió?
Son muchos.

¿Cuál fue el último libro que abandonó sin terminar de leerlo?
Es un secreto.

¿A qué escritor, vivo o muerto, le gustaría conocer? ¿Qué le preguntaría?
A Elfriede Jelinek, pero no sé qué le preguntaría.

Su siguiente lectura será…
La que me llame.

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Pide un deseo, una antología publicada por Tusquets en su colección La sonrisa vertical, está disponible en librerías.

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Varios Autores

 Pide un deseo…porque con cada año que pasa, llegan nuevas y mejores experiencias.

El cuento de la semana: ‘El espejo’, de Élmer Mendoza

En esta edición de El cuento de la semana, les presentamos El espejo, un relato erótico de Élmer Mendoza que fue publicado por el diario El país en 2010.

Disfrútenlo.

 

El espejo

Élmer Mendoza

En verano dejo la puerta abierta. Permito que el clima invada los rincones y me diga que sufro y estoy vivo. Me recuesto en el cuarto de la tele en un sillón mullido que respira. Duermo. Sssshh, desperté ayer. Uno no sueña esas cosas: una mujer se quitaba la blusa y la dejaba caer, luego me lanzaba el sostén y danzaba. No es vecina no es amiga o comadre, ¿quién es? Uno no se pregunta esas minucias. Su falda a la rodilla se hallaba en el piso y un minuto más su tanga se posaba en mi cara y tenía ese olor que es tierra, viento, fuego y esclaviza. Pretendí incorporarme y con el dedo denegó. Mi cuerpo ahora era un corazón desbordado. Continuó el baile: como mulata como negra como blanca. Sus nalgas delineaban círculos breves, lentos, nacarados; sus tetas eran fruta roja y de su abdomen no me acuerdo porque no se afeitaba y su pubis refulgía de negrura mulatura blancura. Su entremuslo ofrecía una sombra con alas y delirio, y de nuevo quise moverme, uno no resiste esos estímulos, pero ella flamigereó calmado señor tranquilo y continuó su danza de silencioso estrépito, y yo veía ese trasero, esas zonas oscuras, esos labios abiertos, ese pelo y mi miembro bullía en busca de abertura vulva o de algún roce perdido de sus dedos rosados negreados mulatados. Uno no evita su sexuamilitud.

a través del retrovisor

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El cuento de la semana: ‘Las ruinas circulares’, de Jorge Luis Borges

Bienvenidos a nuestra nueva sección: El cuento de la semana. Cada lunes publicaremos un relato corto que, por sus características literarias, merece ser leído por todos los visitantes de esta página.

jorge luis borges

Hoy comenzaremos con Las ruinas circulares, escrito por el  argentino Jorge Luis Borges e incluído en su libro Ficciones, de 1944.

¡Bienvenido!

Las ruinas circulares

Jorge Luis Borges

Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche, nadie vio la canoa de bambú sumiéndose en el fango sagrado, pero a los pocos días nadie ignoraba que el hombre taciturno venía del Sur y que su patria era una de las infinitas aldeas que están aguas arriba, en el flanco violento de la montaña, donde el idioma zend no está contaminado de griego y donde es infrecuente la lepra. Lo cierto es que el hombre gris besó el fango, repechó la ribera sin apartar (probablemente, sin sentir) las cortaderas que le dilaceraban las carnes y se arrastró, mareado y ensangrentado, hasta el recinto circular que corona un tigre o caballo de piedra, que tuvo alguna vez el color del fuego y ahora el de la ceniza. Ese redondel es un templo que devoraron los incendios antiguos, que la selva palúdica ha profanado y cuyo dios no recibe honor de los hombres. El forastero se tendió bajo el pedestal. Lo despertó el sol alto. Comprobó sin asombro que las heridas habían cicatrizado; cerró los ojos pálidos y durmió, no por flaqueza de la carne sino por determinación de la voluntad. Sabía que ese templo era el lugar que requería su invencible propósito; sabía que los árboles incesantes no habían logrado estrangular, río abajo, las ruinas de otro templo propicio, también de dioses incendiados y muertos; sabía que su inmediata obligación era el sueño. Hacia la medianoche lo despertó el grito inconsolable de un pájaro. Rastros de pies descalzos, unos higos y un cántaro le advirtieron que los hombres de la región habían espiado con respeto su sueño y solicitaban su amparo o temían su magia. Sintió el frío del miedo y buscó en la muralla dilapidada un nicho sepulcral y se tapó con hojas desconocidas.

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12 consejos de Ray Bradbury para escribir tus propios libros

Para quienes aman los libros, la línea entre ser un buen lector y un gran escritor es muy delgada y fácil de atravesar. ¿Cuántas veces no estamos sumidos en una lectura apasionante y pensamos de repente que nosotros también podríamos escribir historias así, cautivar al mundo con nuestras palabras?

Este post busca motivarte para que cumplas el sueño de todo lector: escribir tus propios libros.

ray bradbury

Para ello, te compartimos 12 consejos del escritor Ray Bradbury (Fahrenheit 451, Crónicas marcianas, El árbol de las brujas) que te serán muy útiles cuando estés sentado frente a la página en blanco.

máquina de escribir

1. No empieces escribiendo novelas. Toman mucho tiempo. Empieza escribiendo “una cantidad endemoniada de cuentos”, al menos uno por semana. Toma un año para hacerlo. Bradbury asegura que simplemente no es posible escribir 52 malas historias al hilo. Él esperó hasta los 30 para escribir su primera novela, Fahrenheit 451.

2. Puedes amarlos, pero no remplazarlos. Ten esto en mente cuando inevitablemente intentes, consciente o inconscientemente, imitar a tus escritores favoritos, justo como él imitó a H.G. Wells, Jules Verne, Arthur Conan Doyle y L. Frank Baum.

3. Examina la “calidad” de los cuentos. Él sugiere Roald Dahl, Guy de Maupassant y los menos conocidos Nigel Kneale y John Collier. Nada en el New Yorker de hoy le llenaba el ojo, pues encontraba que esas historias “no tenían metáfora”.

Night Reading

4. Ocupa tu mente. Para acumular los bloques intelectuales de estas metáforas, Bradbury sugería una serie de lecturas nocturnas: un cuento, un poema (pero Pope, Shakespeare y Frost, no la “basura” moderna) y un ensayo. Los ensayos pueden ser de una diversidad de campos, incluyendo arqueología, zoología, biología, filosofía, política y literatura. “Al final de mil noches, ¡Dios! ¡Estarás lleno de cosas!”

5. Deshazte de los amigos que no creen en ti. ¿Se burlan de tus ambiciones de escritor? La sugerencia es que los despidas sin retraso.

6. Vive en la biblioteca. No vivas en tu “maldita computadora”. Bradbury no fue a la universidad, pero sus insaciables hábitos de lectura le permitieron “graduarse de la biblioteca” a los 28.

película antigua

7. Enamórate del cine. Preferiblemente del viejo.

8. Escribe con alegría. “Escribir no es un negocio serio”. Si una historia comienza a sentirse como un trabajo, deséchala y comienza una nueva. “Quiero que envidien mi alegría”.

9. No planees ganar dinero. La esposa de Bradbury “hizo un voto de probreza” para casarse con él. Solo hasta los 37 pudieron comprarse un auto.

10. Enlista 10 cosas que amas y 10 cosas que odias. Luego escribe sobre las primeras y “mata” las segundas —también escribiendo sobre ellas. Haz lo mismo con tus miedos.

11. Escribe cualquier cosa que surja en tu mente. Bradbury recomienda “asociación de palabras” para romper cualquier bloqueo creativo, pues “no sabes lo que hay en ti hasta que lo pruebas”.

12. Recuerda, cuando escribes, lo que estas buscando es que una sola persona llegue y te diga: “Te amo por lo que haces”. O, en su defecto, buscas a alguien que llegue y diga: “No estás tan loco como la gente dice”.

Listo. Después de leer estos 12 consejos ya estás listo para sentarte a escribir tus propias novelas y cuentos.

¡Mucha suerte!

Vía.