‘Ignoren a Vera Dietz, por favor’, una novela de A. S. King

El pastor dice algo sobre que Charlie era un espíritu libre. Lo es y no lo fue. Era libre porque por dentro estaba hecho nudos. Vivía con dificultades porque por dentro estaba muriendo. Chalie hacía que los conflictos internos parecieran deliciosos.

El pastor dice algo sobre la vivaz e intensa personalidad de Charlie. Yo me lo imagino dentro del ataúd blanco, con una servilleta de McDonald’s en una mano y con un bolígrafo con punta de felpa en la otra. Lo imagino garabateando: “Dile a ese tipo que bese mi blanco y vivaz trasero. Nunca me conoció”. Lo imagino estrujando la servilleta y tragándola. Lo imagino alcanzando su encendedor Zippo y accionándolo, ahí mismo, en su caja. Veo cómo la congregación, con lágrimas en los ojos, se distrae repentinamente con el humo que sale por las rendijas y se eleva.

¿Está bien odiar a un chico muerto? ¿Incluso si alguna vez lo amé? ¿Incluso si fue mi mejor amigo? ¿Está bien odiarlo por estar muerto?

Extracto de Ignoren a Vera Dietz por favor, de A. S. King.

Ignoren a Vera Dietz por favor, de A. S. King, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Booket.

portada

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *