Historia militar de la caloría… y otros relatos sobre el cuerpo

¿Qué pueden tener en común con la arquitectura cosas tan disímiles como el yoga y el cáncer? La primera es una práctica que busca la iluminación y la plenitud física y mental. La segunda es una enfermedad horrible en la cual algunas células del cuerpo comienzan a proliferar de forma incontrolada al punto de arriesgar la supervivencia de todo el organismo. ¿Es que acaso pueden parecerse en algo? La respuesta es que al menos un tipo de yoga y algunos tipos de cáncer podrían tener algo en común: versan acerca del cuerpo como estructura y, en ese sentido, tienen algo en común con la arquitectura.

Me refiero por ende a el yoga más conocido en Occidente: el Hatha Yoga. Esta práctica consiste en realizar una serie de posturas -conocidas como ásanas- que desarrollan la fuerza y la elasticidad del sistema músculo-esquelético. Pero es menester aclarar que hay por lo menos otros cinco tipos de yoga que no son fundamentalmente de índole físico. Estos otros cinco tipos son: Yoga Raja, Yoga Karma, Yoga Jnana, Yoga Bhakti y Yoga Mantra.

El primer tipo, Yoga Raja, consiste en el cultivo de una mente estable y armoniosa, en balance, por medio de prácticas de contemplación y meditación. El segundo tipo, el Yoga Karma, busca constituirnos como agentes morales altruistas por medio de un principio de responsabilidad moral o karma, en el cual las acciones que hemos cometido tienen un efecto en nuestro presente y nuestro futuro; es menester aclarar que hay muy diversas interpretaciones acerca de qué es el karma, algunas de las cuales son de tipo místico o mágico mientras que otras simplemente son de índole moral. El tercer tipo, el Yoga Jnana, es una práctica del autoconocimiento que nos permite comprender nuestros deseos, miedos, aspiraciones, etcétera.

El cuarto tipo, Yoga Bhakti, busca elaborar los otros puntos al promover emociones como el amor y la generosidad a través de prácticas de meditación que cultivan estados mentales de esta índole. Y, finalmente, el quinto tipo, el Yoga Mantra, es de corte devocional, ya que se centra en cantos o mantras que usualmente se practican por medio de una entonación especial de la voz que se denomina sobretonos y que genera fuertes vibraciones en la caja torácica.

Como es de suponerse, estas prácticas están relacionadas, ya que todas ellas coadyuvan de una u otra forma a cultivar la plenitud física y mental. Sin embargo, hay que aclarar que cuando afirmo que se busca la plenitud física y mental no me estoy comprometiendo con ninguna forma de dualismo en el cual se separaría el cuerpo de la mente (o el alma o espíritu) ya que, de hacerlo, estaría echando por tierra la tesis de que el cuerpo es básicamente un cuerpo cibernético en el cual no es posible separar nuestra agencia de lo meramente somático. En otras palabras, si bien se emplean dos modos de habla, uno para el cuerpo y otra para la mente, no debe entenderse como si nos remitiéramos a dos realidades escindidas.

Empero, es cierto que muchos practicantes de yoga suelen hablar en términos de un dualismo entre el cuerpo y el espíritu, pero ello es un error producto de la mirada occidentalizada sobre las relaciones entre el cuerpo y la mente (…)

Así, lo que me interesa del Hatha Yoga es cómo, a pesar de ser una práctica altamente corporal, se piensa también como una forma de cultivar la salud mental. Y, mejor todavía, es una práctica perfectamente compatible con una visión agnóstica e, incluso, atea de Universo. Lo anterior implica que, de una forma u otra, el yoga también es perfectamente compatible con las formas de concebir el cuerpo que emana de algunas ramas de la biología y la medicina. Todo ello es posible precisamente por el énfasis que dicha práctica le da al cuerpo como estructura.

Pero, ¿y el cáncer?

El cáncer hasta ahora ha figurado poco en este capítulo, pero hará una entrada triunfal.

Extracto de Historia militar de la Caloría, de Fabrizzio Guerrero Mc Manus.

historia militar de la caloria portada

SINOPSIS: Guerrero Mc Manus nos invita a un viaje dentro y fuera de nosotros mismos. La sólida formación del autor como biólogo y filósofo de la ciencia se conjuga con una visión multidisciplinaria que nos lleva del metro -con sus sudores, masajes e inconveniencias- a la búsqueda de la iluminación física y mental; de Descartes, Darwin y Stephen J. Gould a Star Trek y las vergonzantes emociones del Sr. Spock y los X-Men; de las distopías delirantes de la ciencia ficción a la genética, las deyecciones de nuestros intestinos y la locura desenfrenada y maligna de las células cancerosas.

Historia militar de la Caloría, de Fabrizzio Guerrero Mc Manus, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós.

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