Cómo no escribir una novela (2): Los personajes

Tal vez, pese a todos tus esfuerzos por sabotear tu trama, crees que tu novela aún es demasiado atractiva. En ese caso lo mejor que puedes hacer es salpicarla con personajes aburridos, inverosímiles y desagradables. Vamos a ver qué personajes pululan por el Planeta de las novelas impublicables.

Muchos de sus habitantes más destacados no tienen ningún rasgo. Se mueven a través de las escenas de la trama de forma tan anodina como un empleado que cobra el salario mínimo. Incluso puede ocurrir que el protagonista tenga la misma profundidad que un calcetín al que un niño le ha dibujado una cara con un plumón. Si la trama no se desarrolla en un lugar de trabajo, ninguno de esos personajes tiene que ir nunca a trabajar. Si la novela no cuenta una historia de amor, practican el celibato. Su edad siempre es materia de conjeturas, y nunca se dice nada de a qué clase social ni grupo étnico pertenecen, se sobrentiende que son gente «normal». Por ejemplo, se nos dice que el protagonista ha descubierto una red de espías mientras vive una historia de amor con una despampanante bióloga marina en el fondo del océano, pero sigue siendo tan expresivo como una marioneta de calcetín mientras descubre a esos anodinos espías en el fondo de un anodino océano.

Otros personajes tienen un montón de rasgos que nos explican su personalidad, todos ellos malos. Se quejan de sus esposas, descuidan a sus hijos y se pasan página tras página tramando una venganza por un nimio desaire que alguien les hizo en el pasado más remoto. O se pasean en una Harley personalizada y están muy familiarizados con todas las capitales de Europa, aunque no se les conoce ningún medio de subsistencia. En el peor de los casos pueden ser una actriz llamada Blanche de la Nuit, y su mejor amigo es Colita de la Nuit, un gato con una vida apasionante. 

Los malvados matan, torturan y mutilan con un increíble y sádico regodeo. «Ah, qué placer me causa verte sufrir así», declara el malo ante el niño agonizante, mientras en «La gata negra» una seductora bailarina de nombre Linda Goodmelons, y que aparentemente sólo tiene un par de atributos según la descripción del autor, se siente irresistíblemente atraída por Dick Buenatranca, un programador informático de lo más gris durante el día y que durante las noches es un asiduo del lugar.

Hay muchas formas inteligentes y probadas para describir personajes sin gracia, sin alma y sin vida. Pero todos los enfoques siguientes deberían bastar para anular el interés que pueda tener el lector por cualquier hombre, mujer o niño que aparezca en tu historia.

Extracto de Cómo no escribir una novela, de Howard Mittelmark y Sandra Newman.

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Cómo no escribir una novela, de Howard Mittelmark y Sandra Newman, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós.

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Mittelmark, Howard

Un divertido y original libro sobre cómo escribir una novela que ha sido un best seller en Inglaterra y Estados Unidos.

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