Archivo de la etiqueta: Sergio Peralta Sandoval

‘Hotel Regis de Sergio Peralta Sandoval’

Para 1922 yo contaba ya con el primer sitio de taxis de la ciudad: eran grandes y espacioso, elegantes y cuadrados como todos los autos de esos días; se estacionaban alineados sobre la avenida Juárez y proporcionaban servicio las veinticuatro horas. Esa fue sólo uno de los detalles que me hacía distinto de los demás, ya que en ese mismo año sucedió algo que vino a revolucionar la vida de la sociedad encumbrada: se inauguró el restaurante-bar Don Quijote, denominado así por contar en su interior con azulejos que representaban escenas de ese personaje de novela.

El Don Quijote se convirtió de inmediato en el sitio preferido al que acudían a cenar y bailar miembros de las familias más selectas del México de entonces. Era un salón con grandes espejos y en el que los giros de la moda se evidenciaban día con día. Así, la falda que en la década anterior llegara hasta el tobillo y la espinilla subió hasta la rodilla e incluso un poquito más arriba; los pensamientos de hermosas cabelleras arregladas con ondulaciones y ensortijamientos dieron paso al pelo extremadamente recortado, provocando comentarios que se hicieron apodos para aquellas que se afanaban en seguir las modas europeas y estadounidense (las llamaban “pelonas”, lo cual, al parecer, en vez de disgustarles les resultaba agradable). El día de su inauguración, el Don Quijote ofreció una cena de gala sin igual, que los diarios resaltaron en las primeras páginas del día siguiente con comentarios halagüeños en los que destacaban cosas como: “La cena de gran gala que fue ofrecida ayer tuvo un costo de cinco pesos por cubierto, e incluía selectos platillos internacionales”, o bien: “Lo más selecto de nuestra sociedad se dio cita la noche de ayer en un espacio que nada tiene que pedir a los mejores centros nocturnos de Europa”. Lo cual era cierto, pues si bien en esos años existieron salones como la Academia Metropolitana, el Bucarelli Hal, el Tívoli de Eliseo, y centros nocturnos como el Globo, el Café Colón, el Montparnasse, el Parisien, el Montecarlo, por citar sólo los mejores, Don quijote dejaba a todos atrás por la suntuosidad de sus interiores, por la elegancia de la atención que uno recibía dentro, por la alta cocina que ofrecía a sus comensales y, sobre todo, por la calidad de sus orquestas, que le conferían un toque de finura incomparable.

Fue inaugurado con amplio despliegue publicitario el mes de julio de 1922, y desde entonces comenzó a marcar la diferencia entre lo que era yo y lo que pretendían ser los demás hoteles. No tenía competencia: comenzaba estupendamente la década y el futuro era mío. Sin embargo, las cosas no había sido tan fáciles porque, desde su incio, la década de los veinte dio muestra de que sería especial. Si bien el movimiento revolucionario había perdido ya mucha fuerza, permitiendo que en la Ciudad de México se viviera con relativa calma, todavía en diversos estados del interior los problemas eran algo cotidiano.

Extracto de ‘Hotel Regis de Sergio Peralta Sandoval’

REGIS

 

SINOPSIS El Hotel Regis fue testigo de sucesos memorables en el país: candidatos a la presidencia, actrices nacionales e internacionales y personajes que forjaron la vida moderna de la Ciudad de México. En este edificio vivió Sergio Peralta mientras su padre administraba el hotel, así narra y hace un recuento histórico y agradable de la ciudad que vio construirse  por las siguientes siete décadas.