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Reseña de ‘Los que habitan el abismo’, una novela policíaca de Diego Petersen Farah

Por Víctor Fernández

¿Qué es el quehacer periodístico? ¿Para qué sirve y quién en su sano juicio lo haría? Esas son las preguntas que día a día miles de comunicadores se hacen a sí mismos. Esas son justamente las preguntas que Diego Petersen Farah intenta responder en su novela Los que habitan el abismo; ese gran salto hacia la ficción que solamente pocos periodistas pueden dar.

Con la crudeza agridulce que solamente puede tener alguien que ama su oficio y lo odia a la vez, Petersen nos narra la historia de Manuel Reza, el subdirector de El Matutino de Guadalajara, quien se ve envuelto en las intrigas de un caso de fraude que implica a la policía, el ejército y el narco. Cuando exhuma al ataúd vacío de la viuda de Lacroix, madre de un amigo personal del subdirector, Manuel queda en medio de una tormenta que se desata cuando chocan la ética periodística y los intereses personales.

Una historia que atrapa al lector y no lo suelta hasta que ésta llega a su sorprendente conclusión. Una historia, sí, para periodistas, pero también para todo aquel que disfrute de una gran novela policiaca.

Dentro de sus páginas y con este gran pretexto que es la narración, Petersen hace una disección del periodismo de oficio en contraposición con el «profesional». La comparativa lanza una pregunta: ¿Tiene el mismo valor el periodismo que ejerce alguien que lo aprendió en la calle, que el periodismo que se enseña en las aulas? El conflicto que ocurre entre Manuel Reza y Beto Zaragoza es, en gran medida, la respuesta a esta pregunta. Por un lado, un periodista que llegó a los medios con una convicción, esa que a todos los que hemos trabajado informando nos ha llamado alguna vez, la de contribuir a la sociedad manteniéndola al tanto; por el otro, alguien que heredó el oficio. Alguien que, pese a no tener los conocimientos rigurosamente teóricos, puede navegar de forma eficaz ese mar lleno de peligros que es la fuente policial. Un personaje que se enamoró profundamente lo que hace a fuerza de hacerlo. El arte en la era de la técnica.

Una profunda reflexión en torno al papel que desempeña el periodismo en la sociedad, donde el autor pinta con trazos firmes la realidad que aqueja a los medios de hoy en día. Y es que entre recortes de personal, políticas e intrigas alimentadas por conflictos de interés y el sacrificio que implica ejercer esta profesión, Diego Petersen nos regala una radiografía del día a día que ocurre en las redacciones.

Durante seis días, los personajes nos muestran como es que se hace un periódico y nos dejan claro que las páginas del mismo no sólo están impresas con tinta; cada edición lleva sudor, esfuerzo… sangre, inclusive. Miles de historias públicas que salen a la luz a costa de miles más de historias personales que nunca serán contadas. Pequeñas tragedias que solamente están escritas entre líneas y que solamente son visibles para aquellos que realmente ponen atención.

Esta novela es una carta de amor a la profesión más bella e ingrata del mundo, escrita nada más y nada menos que por uno de sus sobrevivientes. Por que al fin y al cabo, el periodista no es otra cosa que un náufrago a la deriva en ese infinito mar de información que llamamos realidad.

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Los que habitan el abismo, de Diego Petersen, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Planeta.

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Diego Petersen
Novela policiaca basada en el estremecedor caso de «La viuda negra», ocurrido en el occidente de México

Reseña de ‘La fiesta de la insignificancia’, de Milan Kundera, publicada en la revista Letras Libres

Por Pablo Sol Mora.

Prácticamente cincuenta años separan a la primera novela de Milan Kundera, La broma (1967), de esta última, La fiesta de la insignificancia. Durante ese lapso, el autor ha construido una de las mayores obras narrativas del siglo XX, heredera directa de una de las grandes tradiciones de la novela moderna, la de Europa central, aquella a la que pertenecen Kafka, Musil, Broch y Gombrowicz, entre otros (la obra de Kundera, de hecho, es depositaria de varias e ilustres tradiciones: la novela cervantina, el espíritu libertino, la ilustración dieciochesca…). Su aparición no ha dejado de sorprender, pues, tras la publicación de La ignorancia en el año 2000, muchos daban –dábamos– por hecho que el escritor checo se había retirado ya de la novela. Pocos autores se dan el lujo de publicar una nueva obra entrados los ochenta años. Frente a un acontecimiento de esta naturaleza, el crítico no puede dejar de reaccionar con cierta suspicacia, casi morbo: ¿se tratará de un libro superfluo, la típica obra extemporánea de quien fue un gran escritor y que habría sido mejor omitir, o, por el contrario, del canto del cisne, una última obra maestra? Conforme pasaba las páginas de La fiesta… y, sobre todo, al final, mis dudas y temores se disiparon: no solo se trata de un pequeño chef-d’œuvre, sino de un verdadero epílogo al conjunto de una obra, su palabra final. Con La fiesta de la insignificancia Kundera cierra un círculo que comenzó con La broma; son muchos los puntos de contacto entre ambas y bien podría establecerse un diálogo entre ellas, pero, como suele ocurrir en la obra de los grandes autores, la visión final del mundo no es una mera confirmación de la inicial, sino, en varios sentidos, su rectificación y hasta su refutación. Basta comparar los dos finales: serio y melancólico el de La broma, ligero y alegre el de La fiesta… El hombre y el novelista de 85 años tiene algunas cosas que enseñarle al de 35.

Por frivolidad, por afectación, por mera fatuidad, tendemos a identificar la profundidad de pensamiento con lagravedad y la tragedia, y a la alegría y la comedia con cierta ingenuidad. Aunque reconozcamos la importancia del humor, en el fondo pensamos que lo auténticamente profundo no puede ser sino serio. En el caso de la novela, poco parece importar que varios de sus mayores ejemplos, las cimas de la novelística, sean obras cómicas: Gargantúa y Pantagruel, el Quijote, el Tristram Shandy, La conciencia de Zeno. Nos seguimos aferrando a la idea de que una obra, para ser verdaderamente grande, debe poseer una visión grave de la vida, cuando no trágica. A deshacer este lamentable malentendido se ha encaminado buena parte de la obra de Kundera, de la cual La fiesta… es el último argumento.

En La broma –devastadora crítica del socialismo real–, Ludvik, el protagonista, ve su vida destruida por un chiste (una postal que envía a la chica que le gusta con tres frases: “¡El optimismo es el opio del pueblo! El espíritu sano hiede a idiotez. ¡Viva Trotski!”). Tragicómicamente, Ludvik descubrirá que los regímenes totalitarios tienen escaso sentido del humor. Al final, el significado de la broma se amplía: ya no es solo el chiste banal que desencadenó su desgracia, sino la totalidad de su vida y, más allá, la Historia entera, una broma fatal, descomunal, estúpida, cuya gracia se nos escapa. En La fiesta…, los cuatro amigos protagonistas –Ramón, Alain, Charles y Calibán– aman los chistes y el sentido del humor, pero viven en una época (la actual) que ya no sabe apreciarlos o en la que incluso resultan peligrosos: “el crepúsculo de las bromas”, explica Ramón, “la era de las posbromas” (en efecto, no son solo los totalitarismos políticos los enemigos del humor: prueben hacer una broma en los ambientes de ultracorrección política que prevalecen en las universidades norteamericanas). Conscientes de que es imposible cambiar el mundo, los héroes kunderianos se refugian en la amistad, el hedonismo y el buen humor, pues “solo desde lo alto del infinito buen humor puedes observar debajo de ti la eterna estupidez de los hombres, y reírte de ella”.

La fiesta de la insignificancia narra –mediante una trama apenas esbozada, pues aquí, como en Sterne o Diderot, maestros de Kundera, la trama es lo de menos y lo que importa son los personajes y sus conversaciones– la conquista de la sabiduría y el humor. Se respira en ella, mutatis mutandis, la atmósfera que se respira en La tempestad, el prólogo al Persiles o los últimos ensayos de Montaigne: una atmósfera alegre, serena, benévola, conciliatoria. Pocos, muy pocos artistas logran al final de sus vidas esa visión olímpica.

A lo largo de toda su obra, Kundera se ha interrogado sobre la historia y el individuo, sobre la posibilidad de justicia en la historia, sobre la memoria y el olvido. En La broma, la conclusión era francamente pesimista: “la mayoría de la gente se engaña mediante una doble creencia errónea: cree en el eterno recuerdo (de la gente, de las cosas, de los actos, de las naciones) y en la posibilidad de reparación (de los actos, de los errores, de los pecados, de las injusticias). Ambas creencias son falsas. La realidad es precisamente lo contrario: todo será olvidado y nada será reparado”; en La fiesta…, la perspectiva ha cambiado radicalmente, no, desde luego, porque ahora crea en la memoria eterna y la posibilidad de justicia, sino porque ha sabido reconocer y abrazar por completo su falta de importancia. Es la conclusión de la novela y, en mi opinión, de toda la obra de Kundera: “La insignificancia, amigo mío, es la esencia de la existencia. Está con nosotros en todas partes y en todo momento. Está presente incluso cuando no se la quiere ver: en el horror, en las luchas sangrientas, en las peores desgracias. Se necesita con frecuencia mucho valor para reconocerla en condiciones tan dramáticas y llamarla por su nombre. Pero no se trata tan solo de reconocerla, hay que amar la insignificancia, hay que aprender a amarla. Aquí en esta parte, ante nosotros, mira, amigo mío, está presente en toda su evidencia, toda su inocencia, toda su belleza. Sí, su belleza (…) Respira, D’Ardelo amigo mío, respira esta insignificancia que nos rodea, es la clave de la sabiduría, es la clave del buen humor.” Rabelais, Cervantes, Montaigne –la familia espiritual de Kundera– habrían asentido. ~

Reseña de La fiesta de la insignificancia,  de Milan Kundera, escrita por Pablo Sol Mora y publicada originalmente en la revista Letras Libres.

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La fiesta de la insignificancia, de Milan Kundera, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Tusquets.

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Milan Kundera

Una desenfadada visión del mundo que recoge la esencia de toda la narrativa de Kundera.

Reseña: ‘Vampiros y limones’ , de Karen Russell

Hablar sobre los cuentos de Vampiros y limones de Karen Russell es como tratar de responder a las preguntas ¿cuál es tu libro favorito? ¿cuál es tu película favorita? Como si entre la inmensidad de las palabras sólo tuvieras la opción limitada de escoger forzosamente una frase. Es injusto, eso no se puede. Los ocho cuentos que conforman este libro desbordan de imaginación en la construcción de la historia y de los personajes, a tal punto que el lector se pregunta ¿por qué no se me ocurrió esto a mí antes? Te adentras en su mundo con tanta facilidad que te parece familiar el que los presidentes de Estados Unidos sean unos caballos atrapados en un Establo sin poder salir por el impedimento inexplicable de poder saltar La Valla, en el cuento El Establo al final de nuestro mandato; o que unas gaviotas acumulen pedazos del pasado, el presente y el futuro de las personas en su nido: “Esas gaviotas nos están robando pedazos de vida para hacerse un nido extraño que he descubierto en el hueco de un árbol de Strong Beach. Esos pájaros están jugando con nuestro destino”.

Karen Russell es una escritora de cuentos cortos y novelista estadounidense, cuyo primer libro, Tierra de Caimanes (publicado en 2012) fue finalista para el premio Pulitzer de ficción. Nacida en Miami en 1981, esta mujer es considerada como una de las mejores escritoras jóvenes estadounidenses. Y con Vampiros y limones nos demuestra que la línea que divide la ficción y la realidad se pierde entre las líneas de estas historias: sin que te des cuenta ya estás con las chicas kaiko joko en el imperio Meiji donde a las familias de las jóvenes les venden ilusiones en una vocación imperial e, indefensas, terminan en un taller fantasma transformándose lentamente en devanadoras de seda de carne y hueso. O al principio de las hojas, al saborear los limones que quitan la sed (temporal) de los vampiros del limonar de Santa Francesca… Podría seguir describiendo cada uno de los cuentos y contar las historias que transcurren en esta colección, pero les quitaría la oportunidad de descubrir por su cuenta las historias fantásticas que Russell nos regala, convirtiéndose en una de las autoras que vendrían a la mente cuando alguien te preguntara ¿quién es tu escritor favorito?

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Vampiros y limones, de Karen Russell, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Tusquets.

Carne de telebasura: reseña de ‘Reality Boy’ en Lee+

Por: Andrés Mayo Góngora

Publicada originalmente en: Lee+

Dentro del gran catálogo de libros juveniles disponibles en librerías, se puede identificar dos vertientes muy claras. La primera cuenta historias sobre el descubrimiento del primer amor y las dificultades que lo rodean, y aquí caben lo mismo Romeos y Julietas, que sagas vampíricas o personajes conmovedores enfrentados a la enfermedad. La otra vertiente retrata personajes con personalidades complejas, viviendo al límite, por lo general adolescentes en busca de la redención.

Reality Boy se inscribe dentro de la segunda vertiente, presentando un personaje sumamente atractivo, con una línea vital que atrapa al lector desde la primera frase: “Soy el niño que viste en televisión”, ese niño del que crees conocerlo todo, pero que irá demostrándote lo falso de esta afirmación.

Reality boy, está llamado a ser uno de los acontecimientos literarios del año. Su autora, A. S. King es una reconocida escritora de libros juveniles, por lo que entiende perfectamente a su público, lo que se nota en cada elemento escogido para construir esta novela. En alguna ocasión ha dicho de sus personajes: “Algunas personas no saben si mis personajes están locos o si están experimentando algo mágico”, y eso es lo que sucede con el protagonista de esta historia, no se revela desde el inicio, por lo que no es fácil descubrir si está loco o es su realidad la que se encuentra trastornada.

En muy poco tiempo Gerald Faustus, el protagonista, podría convertirse en el personaje emblemático de una generación de adolescentes insatisfechos con sus vidas, con la familia disfuncional que le tocó por azar, que no comprenden los cambios a los que se enfrentan y por qué deben cargar con responsabilidades que les resultan ajenas. Para desgracia de Gerald, esto no es lo mejor que puede sucederle, ser lanzado, de nueva cuenta al reconocimiento público. Porque lo que más desea es una zona de anonimato que le brinde la oportunidad de reparar su vida, rota desde el momento en que las cámaras de televisión entraron a su casa, cuando él tenía tan solo cinco años.

O ¿cuál sería tu reacción si los padres que deben cuidarte y protegerte, consintieran en exponerte como carne de reality show? Tal vez la misma que la del pequeño Gerald, dejarías salir tu lado más obscuro, mostrarías cuán miserable puedes ser con el único propósito de que los espectadores evadan su propia miseria, sin comprender los costos que representarán en tu futuro. Todo por la audiencia.

10 años después de la primera emisión del programa que cambió su vida, Gerarld tratará de dejar atrás su pasado mediático, pero este insiste en hacerse presente, hasta que conoce a “la chica de la Caja 1” y a Joe Jr., los únicos capaces de entender cuán difícil es recomponerse, pero con los que no dejará de intentarlo.

Esta historia tremenda solo puede contarse con un sentido del humor extravagante, para sumar al lector como un cómplice más. Reality boy, lectura cautivante y entretenida, apta para todas las audiencias.

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Reality Boy, de A. S. King, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Destino.

Reseña: ‘Aprender a pensar leyendo bien’, de Yolanda Argudín y María Luna

Por Liliana Vázquez Hoyos

La universidad supone uno de los más altos escalafones en la educación de una persona; sin embargo, hoy en día tanto en México como en casi cualquier parte del mundo se habla de la baja comprensión lectora que padecen la mayoría de los jóvenes que inician su instrucción superior.

Yolanda Argudín y María Luna vivieron de forma personal el problema de la incomprensión lectora en los estudiantes universitarios, y elaboraron, con buenos resultados, Aprender a pensar leyendo bien, un libro-manual escrito a manera de guía personal para salir de este laberinto. El libro está dirigido a toda aquella persona que necesite y quiera mejorar sus habilidades y competencias lectoras; es ideal para estudiantes de preparatoria y universidad.

Leer bien, según Argudín y Luna, consiste en ser capaz de comprender lo que se lee, crear nuevas ideas a partir de un texto, poder criticar y hasta pelear con un autor. Desafortunadamente, la mayoría de los jóvenes lectores que llegan a las aulas universitarias no acostumbran a leer, son pasivos e iletrados. Su falta de hábito es, en gran parte, la responsable del aburrimiento, la confusión, y hasta del fracaso escolar, que experimentan los estudiantes cuando enfrentan texto medianamente complejo y mejor no hablar de los libros especializados.

Si quieres leer la reseña completa, da click aquí.

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RESUMEN DEL LIBRO: Todos los que han pasado por la escuela primaria saben leer, en un sentido: descifran los signos escritos y asocian las palabras a determinados significados. Aun así, esta capacidad meramente técnica no basta para ser lo que se llama un buen lector: alguien que sabe leer críticamente, que comprende a profundidad los textos y dialoga con ellos, que reflexiona y es capaz de tener un juicio propio, que al leer estimula y pone en acción su pensamiento, que aprovecha al máximo sus horas de lectura y sabe distinguir entre lo sustancial y lo prescindible. Este libro, del que se presenta ahora una edición corregida y actualizada, enseña tales habilidades de lectura y de razonamiento con un accesible método que ha probado plenamente su eficacia con miles de lectores a lo largo de varios años.

Aprender a pensar leyendo bien, de Yolanda Argudín y María Luna está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós.

‘Ética de urgencia’, un libro de Fernando Savater sobre las inquietudes «urgentes» de los jóvenes de hoy

La política, el 15-M, las nuevas tecnologías, Internet y las descargas ilegales, los abusos de poder, las contradicciones del capitalismo, la fuerza y la debilidad de la democracia, pero también la belleza, la muerte, la solidaridad

¿Cómo saber los que piensan los jóvenes? Preguntándoselo. Una respuesta aparentemente sencilla, que esconde una gran dificultad. Porque hay que saber preguntar, hay que saber ponerse en el lugar de los jóvenes, ganarse su confianza. Escuchar y a la vez aconsejar, opinar, posicionarse… Fernando Savater realizó una serie de encuentros con alumnos jóvenes y respondió a las inquietudes que le planteaban.

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De ahí, salió este libro, Ética de urgencia, que nos avisa de las inquietudes de los que gobernarán el mundo del mañana. Una obra que representa el regreso de Fernando Savater al diálogo con los adolescentes sobre las cuestiones morales que más les preocupan; el territorio donde cosechó su mayor éxito editorial: Ética para Amador.

Un libro que recupera la confianza en el poder del diálogo para convencer y avanzar. Una travesía que guarda un asombroso parecido con las preocupaciones del resto de ciudadanos, pero expresadas con el entusiasmo, el empuje, la indignación y la urgencia de quienes en breve heredarán las responsabilidades del mundo.

Ética de urgencia, de Fernando Savater, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Ariel.

Estudiante de biología reseña ‘Reality Boy’, de A. S. King

Hoy les compartiremos la reseña que el bloguero Estudiante de Biología escribió sobre Reality Boy, la más reciente novela de la escritora norteamericana A. S. King, que cuenta la historia de Gerald, un chico de apenas 18 años que, cuando era niño, protagonizó un cruel reality show que lo dejó marcado de por vida.

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En su texto, Estudiante de Biología nos da algunas excelentes razones para salir corriendo a comprar esta novela.

Mi reseña:
Reality Boy es un libro escrito por multipremiada autora A. S. King (que además de este libro a escrito Ask the Passengers y Everybody Sees the Ants, los cuales han tenido un gran éxito comercial y buena aceptación por parte de la crítica), este libro forma parte de las novedades de Planeta y es traído por el sello Destino a México.

Gerald, el niño Cagón
En esta historia conocemos a Gerald, un adolescente que trabaja en un local donde se vende comida dentro de un estadio. Tiene una vida miserable; su familia es demasiado disfuncional, sufre de bullying en la escuela y todo mundo lo trata como un retrasado, prefieren alejarse lo más rápido posible de él. Todo gracias a un suceso que ocurrió en su infancia.

Gerald, el Reality Boy
Su familia aceptó participar en un reality cuando él era pequeño, el cual consistía en que una niñera (que en realidad era una actriz) se introducía en su hogar para tratar de reformar y ayudar a esa familia. Esto cambió la vida del chico para siempre y ahora es recordado como el chico que defecaba en cualquier parte de la casa. Gerald crece tratando de olvidar todo eso, pero su familia y el entorno se lo impiden.

Mi opinión:
Nunca había leído nada de esta autora, para ser sincero. Hace poco encontré el libro de Everybody Sees the Ants y estuve a punto de comprarlo, pero por la historia no por la autora. Un amigo me dijo que me recomendaba todos los libros de ella, la verdad es que pensaba leer alguno pero no muy pronto, hasta que empecé a leerlo. Ya que iba como a la mitad me di cuenta que era de esta autora.

Algo que debo señalar es que tanto la portada de Estados Unidos como la Hispana es idéntica, solo por el chico que está mirando hacia el frente, me quedo con la hispana porque siento que transmite más que la otra. Además de que es una portada muy llamativa y los colores resaltan mucho, por lo que hará que cualquiera que este revisando los estantes en la tienda se decante por revisar este libro.

Cuando recién leí la sinopsis del libro, pensé que sería una autobiografía de un ex concursante de un reality, pero en cuanto comencé a leerlo, me di cuenta que era más que eso, un libro que te mantenía pegado entre cada párrafo y diálogos que se mostraban.

¿Las ventajas de ser invisible? ¿Bajo la misma estrella? Esas novelas se quedan cortas con la historia de Gerald, principalmente por toda la niñez con problemas que tuvo y gracias a esto ha tenido una adolescencia aislada de los demás, los problemas psicológicos además de que conocemos como el chico decide alejarse de todo eso y tratar de volver a empezar su vida, lejos de todo lo que puede dañarlo.

Me sorprendió cómo la gente y su familia pensaban que la causa por la que todo en su casa era disfuncional era por él, era más fácil culpar a alguien por todos los errores que cometían e ignorar a quien realmente era la del problema.

Las partes del reality eran geniales, estaban tan bien descritas y mostraban lo que realmente sucedía. Como a los productores no les importaba lo que le estaba pasando a la familia, sino el nivel de audiencia que se podría obtener. Fue gracioso leer cuando los productores no tenían una escena o no les convencía algo que había sido sin planear, hacían que toda la familia volviera a repetir todo.

Y otra cosa que también me impacto fue que Gerald relataba lo que pasaba durante el Reality pero los productores cortaban las escenas y hacían parecer a la audiencia que todo lo que estaba sucediendo era culpa del niño Gerald.

¿Lo recomiendas? Lárgate en estos momentos a comprarlo, te lo prometo, es un libro que te encantará y te mantendrá en sus páginas leyéndolo. A. S. King logra con Reality Boy mostrarnos la verdadera cara de los programas de televisión y como estos afectan a sus protagonistas.

Reality Boy, de A. S. King, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Destino.

Alberto Villarreal comenta ‘Nada’, la novela que puso en aprietos a la juventud

Alberto Villarreal es el booktuber que administra el canal Abriendo libros, el cual es un verdadero éxito en YouTube.

Por eso, a continuación te compartimos este video, en el que Alberto nos habla del libro Nada, de Janne Teller.

Chécalo.

¿Qué tal? ¿Te gustaría leer este libro?

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Nada, de Janne Teller, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Seix Barral.

Reseña: Amarás a Dios sobre todas las cosas, de Alejandro Hernández

¿Cuáles son las razones que llevan a un migrante a abandonar su patria, su hogar, su familia y sus amigos? ¿En qué piensan los indocumentados que atraviesan un país a pesar de la violencia, las vejaciones y la corrupción que enfrentan a su paso?

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Esas son algunas de las preguntas que serán resueltas con la lectura de Amarás a Dios sobre todas las cosas, novela del escritor y periodista Alejandro Hernández, quien durante cinco años recorrió las rutas migratorias en México, Centroamérica y Estados Unidos; dialogó con cientos de centroamericanos y mexicanos indocumentados y formó parte del equipo que investigó y redactó el primer informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre secuestro de migrantes.

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El libro cuenta la historia de Walter y sus hermanos Wilbert, Waldo y Wilberto, cuatro hondureños acostumbrados a vivir en un entorno de pobreza, talleres, fábricas, y en una casa en la que sobran personas pero falta alimento. Ellos son parte de la familia Milla Funes, con la que perseguirán el sueño americano y habrán de pagar el precio de ser indocumentados en México: robo, vejaciones, hambre, persecución, tortura, secuestro y asesinato. Sus primeros intentos de llegar al norte terminarán con el abuso de las autoridades y en una serie de desgracias: el primo Valente desaparece a mitad de uno de los viajes, Waldo se cae del emblemático tren conocido como La Bestia y Elena, de quien Walter se enamora en el camino, vivirá lo indecible y optará por retraerse y enmudecer.

Amarás a Dios sobre todas las cosas es resultado de una conmoción. No se puede salir ileso de un acercamiento a la experiencia migratoria de los centroamericanos indocumentados en su paso por México, dijo el propio Hernández en un texto escrito para promover su libro. Si bien el libro trata de una ficción, un altísimo porcentaje de los episodios narrados fueron presenciados por mí o me fueron relatados por los migrantes, en muchos casos apenas a unas horas de haber sucedido. Son reales los abusos, los homicidios, los secuestros masivos, la violencia extrema que se ejerce sobre las víctimas.

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El título de la novela, según su autor, se refiere al mantra que los migrantes repiten una y otra vez hasta llegar al Norte, un destino que cuesta dinero, dignidades y hasta vidas. El título es el gran paraguas de esta historia. Es una sentencia bíblica de gran alcance, cuyo recuerdo en los migrantes es el sostén de su fe y al mismo tiempo una gran paradoja, pues quien padece tantas injusticias se preguntará dónde está Dios en medio del vacío inmenso en el que hasta el aire falta. 

Si te gustaría experimentar el duro trayecto de un migrante, no en carne propia, sino a través de las anécdotas de sus protagonistas, Amarás a Dios sobre todas las cosas es una excelente oportunidad para hacerlo.

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Amarás a Dios sobre todas las cosas ya está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Tusquets.

John Green reseña ‘Reality Boy’ de A.S. King para el N.Y. Times

En 2009, durante el reality show titulado Cambiemos esposas, un niños de 7 años llamado Curtis fue puesto al cuidado de una señora que cuestionaba sus hábitos alimenticios, enfatizaba la importancia de levantarse temprano y motivaba otros comportamientos. Réplicas y afirmaciones como «El tocino es bueno para mi» y «Los nuggets de pollo son como mi familia», lo convirtieron en un producto de la cultura pop, incluso un meme en el internet donde hasta el día de hoy se le conoce como King Curtis.

Pero ¿qué pasa con el ser humano real, que tiene que crecer con todo el mundo sabiendo una sola cosa sobre él? Esa es la fascinante premisa de la novela Reality Boy de A.S. King. Narrada por un chico de 16 años llamado Gerald Faust. (El apellido no es ninguna coincidencia, por supuesto: La familia tiene que vivir con las consecuencias de lidiar con algunos demonios.) Cuando Gerald tenía 5 años, él y su familia formaron parte de un programa llamado Network Nanny, en el que una nana profesional (quien realmente era sólo una actriz), trató de enseñar a la familia cómo comportarse adecuadamente.

La respuesta de Gerald a la nana falsa y a la gente de la producción fue defecar cuando se enojaba. En los zapatos, en las camas, en la mesa del comedor, Gerald se enojaba mucho. La gente conocía a «el cagón» -como lo apodaron-, pero no sabían lo profundamente disfuncional que era la familia.

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Este es un extracto que John Green hizo de la novela de A.S. King para el New York Times, titulada en inglés Luces, cámaras, disfunción. Si quieres leerla completa da click en esta liga, el texto está solamente en inglés.