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¿Quién carajos es Michel Foucault?

Cuando apareció la Historia de la locura, algunos historiadores franceses, de los mejor predispuestos (entre ellos, el autor de estas líneas) no advirtieron de entrada la trascendencia del libro. Foucault solamente mostraba -creí yo- que el proyecto que nos hemos formado de la locura ha variado mucho a través de los siglos. No nos decía nada nuevo; en definitiva, ya lo sabíamos: las realidades humanas revelan una contingencia radical (es la ya conocida “arbitrariedad cultural”) o cuando menos son diversas y variables. No hay ni constantes históricas, ni esencias, ni objetos naturales. Nuestros antepasados tenían ideas muy extrañas acerca de la locura, la sexualidad, el castigo o el poder. Pero era como si admitiésemos calladamente que esos tiempos del error habían quedado atrás, que nosotros lo hacíamos mejor que nuestros abuelos y que conocíamos la verdad alrededor de la cual ellos habían estado dando vueltas. “Este texto griego habla del amor según la concepción que se tenía de él en la época”, decíamos; pero ¿valía nuestra idea del amor más que la suya? No nos atreveríamos a asegurarlo, si hoy se nos plantease esa pregunta ociosa e inactual; pero ¿pensamos en ellos seriamente, intelectualmente? Foucault se detuvo a pensar seriamente en la cuestión.

Yo no entendí que Foucault estaba participando sin decirlo en un gran debate del pensamiento moderno: ¿la verdad es o no adecuación a su objeto, se parece o no a lo que enuncio, tal y como el sentido común supone? A decir verdad, cuesta ver por dónde acertaríamos a saber si es parecida, puesto que no tenemos otra fuente de información que nos permita confirmarlo, pero pasemos. Para Foucault, al igual que para Nietzsche, William James, Austin, Wittgenstein, Ian Hacking y muchos otros, cada uno con sus puntos de vista, el conocimiento no puede ser el espejo fiel de la realidad; al igual que Richard Rorty, Foucault no cree en ese espejo, en esa idea “especular” del saber; según él, el objeto en su materialidad no puede separarse de los marcos formales a través de los cuales lo conocemos y que Foucault, con una palabra mal elegida, llama “discurso”. Todo está ahí.

Mal entendida, esta noción de la verdad como no correspondencia con lo real ha llevado a creer que, según Foucault, los locos no estaban locos y que hablar de locura era ideología; incluso Raymond Aron interpretaba así la Historia de la locura y me lo dijo sin ambages. La locura es demasiado real, basta ver un loco para saberlo, protestaba, y tenía razón: el propio Foucault profesaba que la locura, a pesar de no ser lo que su discurso dijo, ha dicho y dirá de ella, tampoco “no era nada”.

¿Qué es entonces lo que Foucault entiende por discurso? Algo muy sencillo: es la descripción más precisa, más exacta de una formación histórica en su desnudez, es la puesta al día de su última diferencia individual.

Si quieres saber más sobre la figura y obra de Michel Foucault, uno de los filósofos más importantes del siglo XX, entonces no dejes de leer Foucault: Pensamiento y vida, de Paul Veyne.

Foucault pensamiento y vida portada

Foucault: Pensamiento y vida, de Paul Veyne, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós.

‘Paracaídas y vueltas de Andrés Calamaro

Soy carnívoro cultural, no me confundo pensando (ni mucho menos ventilando alegremente) que soy un cazador que necesita de la ingesta de carne de mamíferos para sobrevivir. Como carne y derivados animales (queso o huevos) para deleitarme con suculentos platos preparados con artesanía –y con ciencia culinaria- por restauradores o personas que saben preparar comida rica merced a la tradición o la práctica.

Sé que compartir un opíparo asado es un ejercicio pornográfico y cínico en un mundo que muere (literalmente) de hambre. No por eso repudio a otros como yo que comen rico, ni a aquellos que riegan sus comilonas con caldos añejados en roble, fermento de la vid. Otros seres vivos: las uvas.

Desde mis lejanas y juveniles vacaciones me permito pescar con boyita o plomada sin culpa, y me gustaría tener un fin de semana para practicar la pesca del dorado, o el surubí, en el Paraná correntino. Y volvería a deleitarme con la parrilla –o la milanesa- mesopotámica, aun sabiendo que aquellos peces pescados murieron para mi placer deportivo o gourmet, puesto que comiendo hierba (pasto) podría alimentarme y crecer fuerte como un caballo, grandioso como un elefante o cualquier otro animal vegano de respetables hechuras. Otro asunto que no levanta ampollas en la opinión pública es el uso de cosméticos o cremas para mejorar la piel, para cuya ciencia se sacrifican ya no miles, sino millones de mamíferos en Europa o donde sea que los laboratorios desarrollan asuntos cosméticos o medicinas de otra índoles, incluso aquellas que salvan vidas humanas; solamente las vidas que puedan pagar los tratamientos. Porque el gran crimen del que somos cómplices es la desigualdad y los más masivos asesinatos son el hambre y la guerra. Mucho menos despreciables es el fraude de ternura que supone adoptar mamíferos y castrarlos para que se adapten a nuestra vida sedentaria en apartamentos, y hacerlos orinar una vez por día.

Extracto de ‘Paracaídas y vueltas de Andrés Calamaro’

CALAMARO

SINOPSIS Entre estas hojas recorres junto a Andrés Calamaro fragmentos de su vida, desde Tijuana hasta Dubai, despedidas, cumpleaños, giras de conciertos, una historia que también inicia desde la infancia y parece nunca acabar. Una lectura colorida que se puede leer como a uno se le antoje hacerlo.

‘Los amantes caníbales de Pablo Illanes’

Esa mañana despertó llorando. Estaba en Nueva Jersey. En la casa de su madre.

No lloraba por la tragedia de la que se enteró algunos minutos después, que partiría su vida en dos y lo empujaría a una seguidilla de frustrados intentos de suicidio. Lloraba por el intenso dolor perianal.

El día anterior David Mendoza se había hecho un nuevo piercing, el cuarto, esta vez a medio camino entre la base de los testículos y el ano. Era solo una argolla pequeña, de centímetro y medio de diámetro, perforando estratégicamente la piel sobrante de su escroto, pero a pesar del tamaño se sentía en todo el cuerpo. Hasta en su cabeza.

Antes de la última pelea y de tomar el tren a Nueva Jersey había pensado, un poco ingenuamente, mostrarle el nuevo fetiche a Baltazar y, sin importar las molestias posteriores a la intervención ni la gélida cordialidad con la que se trataban últimamente, tal vez jugar con él durante algunas horas.

Se secó las lágrimas frente al espejo. Su madre golpeó la puerta del dormitorio y le dijo que el desayuno estaba servido. Definitivamente era una manera extraña. Su madre jamás cocinaba. Tampoco estaba sobria a las ocho de la mañana de un jueves. En realidad, su madre casi nunca estaba sobria.

Había preparado tamales de queso y café de grano, jugo de naranja y tortas de jamón. David sonrió ante la mesa puesta en el pequeño comedor de su infancia, y su madre lo miró satisfecha. Se sentaron a desayunar y hablaron de cosas sin importancia, vigilados de cerca por  las fotografías familiares de parientes que casi nunca veían. En eso estaban, David cubriendo los silencios con comida y su madre hablando de recuerdos inventados, cuando interrumpió su celular. Por un segundo pensó no responder y concentrarse en lo que estaba haciendo, compartir un desayuno casero con su madre e intentar parchar la distancia que habían cultivado como una religión desde hacía tantos años. Fue ella la que le dijo que lo hiciera, que contestara, que no se preocupara por ella, que quizás era algo importante, mientras mezclaba su café con un chorrito de whisky. David respondió sin ganas, y lo que vino después, esa llamada telefónica fatídica y todas las que siguieron, el tren de regreso, el subway hasta Manhattan, el viento helado y los peldaños sucios de la estación en la calle 42, las manos de su madre aferradas a las suyas en medio de las hordas de turistas sobre estimuladas por las vistas de Times Square y las miradas de esos mismos turistas preguntándose por qué lloran ese muchacho con esa mujer, es como un sueño; todas esas cosas que vinieron después de la llamada, David Mendoza las recuerda sin un orden cronológico. Como si fueran viñetas tristes e inconexas de una tragedia mayor. 

Extracto de Los amantes caníbales de Pablo Illanes

CANÍBALES

SINOPSIS Baltazar Durán es un célebre escritor chileno que ha muerto en un hotel  de Nueva York, junto a su cadáver hay una autobiografía. Su hermana Susana tiene curiosidad sobre qué hay entre las hojas. Pero sólo David, su viudo es el único que puede leerlas y darse cuenta que el amor de la vida de su difunto marido es Emilio Ovalle el novio de la adolescencia de Susana y el hombre con el que Baltazar pasó la última noche de su vida. ‘Los Amantes Caníbales’ es un retrato del Chile de los años ochenta lleno de sexo, drogas y cine.

‘Ecos de gloria de Arturo Ortega Blake’

En la borrasca mañana del 24 de febrero de 1847, en ese yermo lugar llamado La Angostura, los soldados del batallón irlandés estaban exhaustos por los ataques que durante tres días y sus noches perpetraron contra las tropas invasoras del general Zachary Taylor. Desde su parapeto vieron llegar el general en jefe del ejército mexicano, un hombre de cincuenta y tres años enfundado en un uniforme impecable, con botas demasiado lustradas para las circunstancias. Era el general Antonio de Padua María Severino López de Santa Ana y Peréz de Lebrón, que esperó a que uno de sus ayudantes sujetara las riendas de su caballo antes de desmontar. A pesar de haber dirigido las avanzadas mexicanas, se mostraba tranquilo. Lo rodearon varios oficiales; algunos se congratulaban por el resultado de la batalla y otros le pedían instrucciones.

-¿Quiénes están con el general Santa Ana? –le preguntó Patrick Dalton a John Reilly, jefe del batallón de irlandeses.

-Son los generales José Vicente Miñón y Mariano Arista.

Había fuego aislado. A pesar del hambre y el frío que los soldados mexicanos sufrieron desde que salieron de la Ciudad de México, se escuchaban animados. Algunos militares solicitaron al general en jefe hacer una revisión del estado de las tropas y verificar la cantidad de parque disponible para combatir de nuevo. Él, con voz ronca, pidió un vaso de mezcal y una manta y se dirigió a una fogata. Quienes disfrutaban de su calor se retiraron en cuanto al general le acercaron una silla para que se sentara. Le dio un trago al mezcal y arrojó el residuo a la lumbre. El general Vicente Miñón se tumbó a su lado; de inmediato le llevaron un banco.

-Los hombres están agotados, muchos de sus parientes y amigos murieron en el camino, de frío o enfermos. En estas circunstancias la moral es tan necesaria como el mismo alimento. Saben que ganamos, véalos: animados y apenas han comido, la victoria sobre los invasores justifica tanto sacrificio. No sabe con qué gusto lo recibirán, general. Dígale cualquier cosa, quieren escucharlo. El enemigo ha tenido muchas deserciones.

Santa Ana se sirvió más mezcal en un jarrito de barro, dejó la botella en el suelo y bebió dando pequeños sorbos. Tenía los ojos puestos en las lejanas fogatas del ejército de Taylor. Los hombres lo veían abstraído. Con una señal le pidió a un oficial un banco para descansar la pierna con la prótesis de madera del piea perdido ocho años atrás. Hizo una expresión de alivio y contempló a los cientos de soldados que lo miraban, atentos.

Extracto de ‘Ecos de gloria de Arturo Ortega Blake’

ECOS

SINOPSIS En el batallón de San Patricio y la guerrilla mexicana están de acuerdo en algo: el general Antonio López de Santa Ana es un traidor. La guerra a la que México se enfrentó en 1847 contra Estados unidos es un episodio fundamental que nos devela anécdotas poco conocidas y sucesos que nos ayudan a comprender la historia del país.

‘Despereaux de Kate DiCamillo’

Esta historia comienza entre los muros de un castillo, con el nacimiento de un ratón. Un ratón muy pequeño. El último ratón que les nacía a sus padres y el único de su camada que había nacido vivo.

-¿Dónde están mis bebés? –dijo la agotada madre cuando el mal rato hubo terminado -: Enséñame a mis bebés.

El padre ratón levantó bien al ratoncito.

-Sólo hay uno –dijo-. Los otros han muerto.

-Mon Dieu, ¿tan sólo un ratoncito?

-Sólo uno. ¿Cómo lo llamarás?

-Tanto trabajo para nada –dijo la madre y, suspirando, añadió -: ¡Es tan triste! ¡Es tanta la decepción!

Era una ratona francesa que había llegado al castillo hacía mucho tiempo en el equipaje de un diplomático francés que estaba de visita.

-¿Cómo lo llamarás? –repitió el padre.

-¿Qué cómo lo llamaré? ¿Lo llamaré? Claro que sí, lo llamaré, pero seguramente va a morirse como los otros. Oh, qué triste. Qué triste. Oh, qué gran tragedia.

La ratona se llevó un pañuelo a la nariz, lo agitó frente a la cara y se sonó.

-Sí, claro que le daré un nombre. Llamaré Despereaux a este ratón, por toda la tristeza, por la desesperanza de este lugar. Y a ver, ¿dónde está mi espejo?

Su marido le tendió un pequeño trozo triangular de espejo. La ratona madre, que se llamaba Antoinette, miró su reflejo y le dijo a uno de sus hijos con un suspiro:

-Tulés, vete por mi bolsa de maquillaje. Tengo unas ojeras terribles.

Mientras Antoinette se retocaba la pintura de los ojos, el padre colocó a Despereaux en una cama hecha con trocitos de manta. El sol de abril, débil pero decidido, atravesó una ventana del castillo y, buscando un agujerito en el muro tocó con un dedo dorado al recién nacido.

Extracto de ‘Despereaux de Kate DiCamillo’

DESPEREAUX

SINOPSIS Desde que Despereaux Tilling pensaron que no viviría por mucho peor lo hizo y con aventuras en la profundidad de un horrible calabozo de un castillo; junto a una princesa llamado Chícharo, una rata llamada Roscuro y Piny Pampurrias. Juntos se embarcan en este viaje y es tu destino averiguar lo que sucede después.

GABOTour 2015 [Galería]

El pasado 17 de abril conmemoramos en toda Latinoamérica y el Mundo el primer año desde el fallecimiento de un grande de la literatura: Gabriel García Márquez. Grupo Planeta y su sello Diana dedicó muchos esfuerzos para recordar la obra del autor. Entre ellos encontramos artículos de su obra y vida, citas ilustradas de sus libros, muros en librerías para pegar mariposas amarillas con pensamientos para el grandioso autor, menciones especiales en redes y un Tour por las tres ciudades más grandes del país, lo llamamos GABOTour.

El GABOTour 2015 consistió en juntar a tres escritores muy reconocidos por el público mexicano y generar charlas en tres ciudades del país para recordar y conmemorar al autor colombiano. El equipo estuvo formado por Élmer Mendoza, Benito Taibo y Xavier Velasco, quienes nos platicaron anécdotas personales y explicaron la importancia de la obra de Gabo. Todos los eventos fueron muy emotivos, y los lectores respondieron de una manera muy positiva frente a las charlas. Al final de cada evento se regaló una colección de la obra completa de Gabo.

Aquí les tenemos las fotos de lo que fue el GABOTour 2015 en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.

Ciudad de México- Fiesta del Libro y la Rosa UNAM

Jueves 23 de abril

En el marco de la Fiesta del Libro y la Rosa en la UNAM, se presentó la primera charla en la Sala Nezahualcóyotl. Con un público superior a 900 personas, disfrutamos de un encuentro encabezado por la escritora y catedrática Rosa Beltrán.

Monterrey- Colegio Civil de la UANL

Viernes 24 de abril

Con un clima lluvioso pero caluroso, el evento fue inaugurado por una banda de Vallenato, la música original del país de Gabo. Los lectores recibieron a los autores con un gran entusiasmo el fabuloso muro de las mariposas adornado por el Cerro de la Silla culminó repleto de amarillo.

Guadalajara- Plaza de la Liberación

Sábado 25 de abril

A espaldas de la catedral, el evento se vió cobijado por la titular de la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco, Myriam Vachez Plagnol. Tuvimos dos horas de presentación y una hora más de preguntas y firmas de libros. Sin duda Gabo y nuestros escritores son bien queridos por los tapatíos.

Ciudad de México- Bellas Artes

Domingo 26 de abril

Éste fue un evento menor en tamaño, pero de igual importancia, pues con él cerramos el GABOTour 2015. Encabezado por el actor Luis Felipe Tovar y la actriz Julieta Egurrola, el evento consistió en la lectura de dos capítulos de la novela de Gabo, Crónica de una Muerte Anunciada, todo al pie del Palacio de Bellas Artes. No hay mejor manera de conmemorar a un autor que leyendo su obra.

¡Nos vemos en 2016!

‘Después de Auschwitz’ de Eva Schloss

La historia de Ana es la de una niña pequeña que conmovió al mundo a través de la mera humanidad de su diario. Mi historia es distinta. También fui víctima de la persecución nazi y enviada a un campo de concentración, pero, a diferencia de ella, yo sobreviví.

En la primavera de 1986 llevaba residiendo en Londres casi cuarenta años y, a lo largo de ese periodo, la ciudad había pasado de ser un despojo de pobreza y bombardeos a transformarse en una metrópoli multicultural, bulliciosa y repleta de actividad, absolutamente irreconocible. Me habría encantado decir que también yo había experimentado una metamorfosis similar.

Había rehecho mi vida y creado mi propia familia, tenía un marido y unas hijas maravillosas que lo eran todo para mí. Hasta regentaba mi propio negocio. Pero una gran parte de la persona que fui había desaparecido. No era yo misma, y la niña extrovertida que montaba en bici, hacía el pino y nunca paraba de cotorrear se quedó atrapada en algún lugar al que yo no conseguía acceder.

De noche soñaba que me devoraba un inmenso agujero negro. Cuando mis nietos me preguntaban por el tatuaje con el que me marcaron el brazo en Auschwitz, les decía que no era más que mi número de teléfono. No hablaba del pasado.

Pero era difícil rehusar la invitación para intervenir en la inauguración de la Exposición de Ana Frank, sobre todo porque representaba el trabajo de toda una vida de Otto y mi madre.

A instancias de Ken Livingstone me puse en pie y empecé a hablar, vacilante. Probablemente para gran sorpresa del público, que esperaba una presentación breve, en cuanto comencé ya no pude detenerme. Las palabras salían a borbotones, y hablé sin parar rememorando todas las experiencias traumáticas y dolorosas que había vivido. Estaba aturdida y aterrorizada; no recuerdo nada de lo que dije.

Mi hija Jacky, que se encontraba entre los asistentes, sostiene: “Fue muy angustioso. Apenas sabíamos nada sobre las vivencias de mi madre, y de repente la vimos en el estrado, con dificultades para hablar y desecha en lágrimas.”

Mis palabras tal vez no sonaron coherentes para nadie, pero fue un momento grandioso para mí. Había recuperado una pequeña parte de mí misma.

Extracto de Después de Auschwitz de Eva Schloss.

Auschwitz

SINOPSIS: Eva Geiringers, mejor conocida como Eva Schloss es una de las muchas supervivientes del Holocausto nazi y hermanastra de Ana Frank. Eva vivió silenciando su pasado. Pero sesenta años después, algo hizo revivir sus recuerdos enterrados obligándola a contar lo que había vivido. En Después de Auschwitz, la autora nos comparte una recapitulación de la tragedia en la que vivió y no pensó sobrevivir.

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Eva Schloss

La conmovedora historia de la hermanastra de Ana Frank

Gonzalo Celorio presentará ‘El metal y la escoria’ en la Ciudad de México

Buenas noticias para todos los seguidores de Gonzalo Celorio, ganador del Premio Mazatlán de Literatura 2015.

Y es que el próximo viernes 27 de marzo, en la librería Gandhi Mauricio Achar, Celorio presentará su más reciente novela, El metal y la escoria.

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El metal y la escoria da cuenta de la migración asturiana a México en la segunda mitad del siglo XIX en contraste con el posterior exilio español republicano; del tránsito de la pobreza del inmigrante a la consolidación de su fortuna, y de ahí, a la dilapidación que de ella hacen los herederos, abismados en el alcohol, el juego y la farándula; de las vicisitudes de una familia que pasa, de la paz porfiriana, a la Decena Trágica revolucionaria.

Migraciones de ida y vuelta —España, México, Estados Unidos, Cuba, Nicaragua—, miserias y bonanzas, usurpaciones, latrocinios, extradiciones arbitrarias, enamoramientos controvertidos, traiciones, venganzas, muertes inútiles que podrían pasar por heroicas, misiones diplomáticas ocultas, excéntricos afrancesamientos en medio del desierto… y en última instancia, la contradicción como único signo de coherencia.

Todo esto plantea una terrible paradoja: la recuperación de la memoria histórica —familiar y colectiva; reivindicatoria—, que inevitablemente acabará perdiéndose en la desmemoria individual de quien ha respondido al imperativo de averiguarla.

La cita para la presentación de esta novela es a las 19:00 horas.

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El metal y la escoria, de Gonzalo Celorio, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Tusquets.

‘Pistorius de John Carlin’

Balanceándose sobre los muñones de sus piernas amputadas y empuñando una pistola negra de 9 mm con ambas manos, efectuó cuatro disparos a través de una puerta en el baño de la planta superior de su casa. Detrás de esa puerta había un pequeño cubículo con un retrete. En su interior había una persona.

Desconcertado y en estado de shock, se tambaleó hasta la puerta e intentó abrirla. Estaba cerrada. Segundos más tarde: <<¡Dios mío! ¿Qué he hecho?>>

Ensordecido por el ruido de los disparos e incapaz de oír sus propios gritos, corrió por el estrecho pasillo hasta el dormitorio, apoyándose en las paredes para no caerse. Abrió la puerta corredera que daba a la terraza y gritó: <<¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Ayuda!>>. Junto a la cama estaban las prótesis de sus piernas. Se las puso, corrió de nuevo hacia el baño y trató de derribar la puerta, sin éxito. Lanzando unos gritos si cabe más frenéticos, volvió al dormitorio, cogió el bate de críquet que tenía por si sufría el ataque de algún intruso, se dirigió otra vez hacia el baño y golpeó con desesperada furia la puerta. Uno de los paneles de madera cedió, lo que le permitió introducir una mano para abrirla. Y allí la encontró: era su novia. Estaba acurrucada en el suelo, con la cara apoyada en el asiento del inodoro, los ojos azules sin vida. La sangre brotaba de su brazo, de su cadera y de su cabeza. No se movía, aunque él quería creer que aún respiraba. A punto de desmayarse por el hedor metálico en descomposición de las heridas, hizo un esfuerzo por agarrar su empapado y resbaladizo cuerpo y lo levantó del asiento del inodoro; poniéndola una mano en la cabeza, que rezumaba sangre, la tumbó en el suelo de mármol blanco, llorando y gritando y suplicando a Dios que la dejara vivir. Cogió una toalla y se arrodilló junto a ella, tratando de detener en vano la sangre que manaba de la herida de la cadera. Gritando desesperadamente, se quedó mirando el cráneo destrozado y los ojos sin vida mientras se imponía la realidad de que ni siquiera Dios sería capaz de reparar el impacto de la bala en el cerebro y de que nada podría cambiar la irreversible inmensidad de aquel horror.

Extracto de “Pistorius” de John Carlin.

Pistorius

SINOPSIS

Oscar Pistorius considerado el mayor héroe sudafricano, querido por las personas, había superado todos los obstáculos que le causó la hemimelia peronea -una malformación en la que le faltaban las piernas- pero ahora se enfrentaba al mayor reto de su vida: defender su inocencia. En la madrugada de San Valentín del 2013 con cuatro disparos mató a su novia Reeva Steenkamp confundiéndola con un ladrón. Pero ¿quién le cree a al icono caído en desgracia?

Pistorius” de John Carlin está disponible en librerías, en formato físico y digital.

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La historia de un icono mundial del deporte caído en los infiernos, por el autor del bestseller El factor humano, lleva al cine como Invictus dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon.

“La mujer loca” de Juan José Millás

Las últimas palabras, más que pronunciarlas, las ha arrastrado, mientras caía y caía en el sueño en el que Millás la observa hundirse contra su voluntad, pues a medida que se duerme aprieta la mano del visitante como si de ese modo se aferrara a la vigilia. El primer ronquido, que tiene la calidad de un estertor, sobresalta a Millás. Luego, al comprobar que todos son idénticos y, en esa mediad, normales, se libera de la mano de Emérita, se pone de pie y tras observar el caos de aquella habitación, donde la enferma parece un trasto más, sale al pasillo y desde él llega al salón, donde Serafín, Carlos Lobón y Julia permanecen sentados, hablando de cualquier cosa.

-Se ha dormido –dice Millás

Serafín mira el reloj y compone un gesto extraño.

-Pues ahora le tocaba la marihuana. Se ve que la conversación le ha hecho bien.

Millás toma asiento y piensa que, observados desde fuera, habría sido imposible deducir la relación que les une. Acepta un té que le prepara Julia y se incorpora mecánicamente a la conversación. Dice que no puede dejar de observar a la chica, por su fealdad rara, casi en la frontera de lo sublime. Y dice que de repente, interrumpiendo la conversación general, la joven se dirige a él para preguntarle:

-Usted es escritor, ¿verdad?

-Sí –dice Millás intimidado.

-¿Sabría decirme por qué la frase “soy una frase incorrecta” es correcta, mientras que “soy un frase correcto” es incorrecta?

Millás ríe buscando la complicidad de Serafín y de Lobón, que permanece serios, como Julia, atentos a su respuesta. Dice:

-Bueno, “soy una frase incorrecta” es correcta, formalmente hablando, porque todos sus elementos concuerdan. Otra cosa es que mienta acerca de sí misma. En “soy un frase correcto”, en cambio, hay problemas de concordancia. “Un” debería ser “una” y “correcto” debería ser “correcta”.

-Pero también miente –dice Julia.

-También miente –acepta Millás.

Y eso fue todo.

Extracto de La mujer loca de Juan José Millás

MujerLoca

SINOPSIS

Por el día, Julia trabaja en una pescadería y en las noches estudia gramática; en su tiempo libre ayuda a cuidar a Emérita, una enferma terminal. En la misma casa, está Millás, quien está haciendo un reportaje sobre la eutanasia. En las visitas de Julia, el escritor se siente atraído por la idea de novelar la vida de la joven. Mientras tanto, Emérita revela un secreto que ha guardado toda su vida e involucran al escritor como un personaje. ‘La mujer loca’ es una relación de la realidad y la ficción y en la cual el lector decide qué es lo real o lo falso.

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Una novela que miente, una novela de verdad.