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Asiste a la presentación de ‘Padres Tóxicos’ con Joseluis Canales

En´el libro Padres tóxicos, su autor, Joseluis Canales, nos enseña que el legado de una infancia tóxica es fácil de reconocer pero difícil de interiorizar y superar. Nuestros padres dejan semillas emocionales en nosotros. En algunas familias, éstas son de respeto, amor e independencia, pero en otras, son de miedo, culpa y autocastigo. Si te identificas con el segundo grupo, necesitas entender el legado nocivo de tus padres y comprometerte a cambiar los pensamientos dañinos que te marcaron, dejar ir las emociones negativas que rigen tu vida y reconocer que, mientras no te liberes de las enredaderas de tu infancia, vivirás un ciclo autodestructivo.

De éstas y muchas otras cosas más estará hablando Joseluis Canales durante la presentación de Padres tóxicos: el legado disfuncional de una infancia, la cual se llevará a cabo el próximo 28 de noviembre, a las 17:30 horas, en Casa Refugio Citlaltépetl, en la colonia Condesa.  La entrada es libre.

Padres tóxicos presentación

Padres tóxicos, de Joseluis Canales, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós.

padres tóxicos portadaRevisa la ficha del libro, aquí.

Cómo saber si tus padres fueron tóxicos: Joseluis Canales presenta su libro

El autor de Padres tóxicos, Joseluis Canales, presenta un artículo extenso en colaboración con iMujer. Se trata de un texto para identificar si tus padres fueron tóxicos y reconocer la forma en que eso influye en tu vida actual.

Lee un fragmento del texto y descubre cosas que podrían sorprenderte:

Pocas personas hacen la conexión entre la forma en que los criaron sus padres y sus problemas emocionales actuales. Es un punto ciego muy común, ya que no pueden visualizar la magnitud del impacto entre la relación con sus padres y su vida interpersonal.

A lo largo de 18 años como psicólogo clínico y psicoterapeuta he atendido a cientos de pacientes con serios problemas de autoestima y de interrelación personal que tienen su origen en una relación de abuso con sus padres. Fueron golpeados por sus padres, fueron víctimas de burlas o de bromas pesadas por parte de ellos, sufrieron algún tipo de abuso sexual, tuvieron que cargar con una responsabilidad con la que no podían lidiar, o bien, simplemente fueron sobreprotegidos al punto de haber sido castrados emocionalmente.

Cuando somos niños, nuestros padres representan todo para nosotros. Nuestra estabilidad emocional depende de ellos al 100 por ciento. Intuimos que sin ellos nos encontraremos solos, sin ningún tipo de cuidado, sin amor, viviendo un estado constante de miedo, desvalidos; somos totalmente conscientes que dependemos de ellos, pues proveen todo lo que necesitamos.

Quienes no tuvimos la fortuna de crecer en una familia funcional (es decir, aquella en donde alguno o ambos de los padres es tóxico), tenemos un doble trabajo qué hacer para fortalecer la autoestima y sentirnos capaces de ser amados y respetados. Los que pertenecimos a una familia disfuncional, tenemos mayor probabilidad de desarrollar conductas autodestructivas y de hacernos daño o lastimar a quienes amamos, ya que aprendimos que merecíamos ser constantemente castigados y rechazados.

Para leer el artículo completo, da click aquí.

PT

Joseluis Canales “Dado” nació en la Ciudad de México en 1972. Es psicólogo clínico y psicoterapeuta; se ha especializado en tanatología, intervención en crisis, trastornos depresivos y de ansiedad., psicotrauma y trastorno de estrés post-traumático, suicidio, automutilación, adicciones y trastornos de alimentación. Además es dramaturgo y apasionado actor de teatro.

Padres tóxicos: Legado disfuncional de una infancia

El arte de ser un padre funcional empieza mostrando los propios sentimientos de manera abierta, sana y honesta.

Un padre sano no desquita su enojo o su frustración con sus hijos y deja claro que el amor no está condicionado a ningún estado de ánimo ni a ninguna conducta. El amor es incondicional aunque existan errores de los hijos y los estados de ánimo fluctúen en la familia.

Ahora bien, los que no tuvimos la fortuna de crecer en una familia funcional tenemos un doble trabajo para fortalecer la autoestima y sentirnos capaces de ser amados y respetados. Los que pertenecimos a una familia disfuncional -donde alguno o ambos de los padres es tóxico- tenemos mayor probabilidades de tener conductas autodestructivas y de hacernos daño o lastimar a quienes amamos, ya que aprendimos que merecíamos ser constantemente castigados y rechazados. Aprendimos que el amor dependía de nuestro comportamiento y, en muchos casos, no tuvimos claro lo que se esperaba de nosotros. Aprendimos que amar era lastimar y sufrir, ignorar y rescatar, controlar y abusar. Por eso también tenemos mayor probabilidad de establecer dinámicas disfuncionales de relación interpersonal.

Aunque seamos responsables de nuestra vida en la edad adulta, la verdad es que de nuestra familia de origen dependerá nuestra capacidad para mantener relaciones sanas cuando crezcamos. En nuestra familia de origen aprendimos a relacionarnos, a enojarnos, a manipular, a manejar el conflicto, a defendernos; a generar un concepto de unión, lealtad y cohesión; a perdonar, a guardar resentimientos, a ser agresivos pasivos, a ser amorosos…

Si quieres saber más sobre este tema, lee Padres Tóxicos, de Joseluis Canales.

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Padres Tóxicos, de Joseluis Canales, estará disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós, a partir de agosto.