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‘Templarios, nazis y objetos sagrados’ de Lorenzo Fernández Bueno

Hay un lugar que siempre se nos aparece a quienes constantemente recibimos informaciones relacionadas con esas temáticas que no tienen una respuesta muy clara. Bien sea por su vinculación con las desapariciones sin explicación, bien sea por los fenómenos menos luminosos que al aparecer surcan sus cielos, bien sea porque allí habitó una de esas etnias cuyo nombre no deja indiferente a nadie –se llamaban <<comechingones>>, qué le vamos a hacer- y que hicieron de este rincón del planeta su rincón sagrado. Bien sea por todo esto o por mucho más, años atrás decidí embarcarme en un viaje al otro lado del mundo. Porque además los cronistas del siglo XX aseguraban que Hitler, desesperado por mantener un poder que poco a poco se le escapaba de las manos, envió una expedición a estas tierras con la intención de apoderarse del Simihuinqui, el misterioso Toki Lítico que en tiempos anteriores dio poder a aquel que lo custodió.

Es el Bastón de Mando, el objeto sagrado que me hizo emprender un viaje que jamás podré olvidar.

Y fue entonces cuando entendí lo que quería decir mi admirado escritor filósofo Eric Hoffer cuando aseguraba que <<en cada búsqueda apasionada, la búsqueda cuenta más que el objeto perseguido>>. Si, entonces lo entendí.

Así empezó todo…

Subiendo al cerro sagrado

<<Está comenzando a llover. Yo que ustedes no subiría a estas horas de la noche.>> las palabras de aquel hombre quedaron atrás, entre las paredes de un viejo establecimiento. La advertencia retumbaba en mi cabeza. Habíamos empezado la ascensión y un viento helador se empeñaba en devolvernos a la cruda realidad, haciendo que por unos instantes la duda de continuar con el propósito de alcanzar el cerro sagrado de la etnia de los comechingones se colase por esas rendijas tras las cuales se oculta el miedo.

No habían transcurrido cinco minutos desde que inicié la marcha y una densa cortina de agua empezó a caer con fuerza.

A un lado la montaña oba ganando altura, porque aquel día, yo –y aquellos inconscientes a los que acompañaba- me encontraba en el corazón de una de las serranía más abruptas y despobladas de Argentina. Al otro, la densa vegetación iluminada por la luz de dos linternas forjaba imágenes imposibles, siluetas fantasmales propias de la mente atormentada de Dickens en Un cuento de Navidad. El sendero estaba impracticable y el frío no permitía pensar demasiado. Pros o contras, en ese momento de no retorno ya daba igual.

Extracto de ‘Templarios, nazis y objetos sagrados’ de Lorenzo Fernández Bueno

TEMPLARIOS

SINOPSIS En 1910, un desconocido pintor que vagabundeaba por las calles de Viena decidió entrar en el palacio Hofburg, en una de cuyas salas se custodiaba el tesoro de los Habsburgo. Durante horas permaneció en silencio observando la Lanza del Destino, el arma con la que el centurión Longinos atravesó el costado de Cristo. Se decía que aquél que la poseyera tendría el poder de crear imperios, y perderla, sería un final terrible. Aquel muchacho juró que algún día sería suya. Y así fue. El 11 de abril de 1938 Alemania anexionaba Austria al Tercer Reich. Auqle hombre se llamaba Adolf Hitler.

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Las expediciones secretas para alcanzar el poder eterno.

‘Conversaciones con Dios’ de Neale Donald Walsch

En la vida, la elección más importante que llegarás a tomar es la que hay entre tu verdad y la verdad de otro.

Y ¿cómo puedes saber qué verdad es “verdaderamente” tuya? Conversaciones con Dios dice que puedes saber al escuchar lo que estás sintiendo. Los sentimientos residen en el alma, y el alma es Dios-en-ti. En este lugar está tu verdad, y no en ningún otro.

Dedicamos la mayor parte de nuestra vida adulta a aprender  confiar en nuestros sentimientos. Esto no es sorprendente, dado que dedicamos la mayoría de los años en que crecimos a aprender a ignorarlos.

Amuchas personas en la infancia les dijeron que los sentimiento no eran “buenos”. No era “bueno” estar enojado y mostrarlo. No era “bueno” estar celoso y mostrarlo. No era “bueno” tener miedo y mostrarlo. Ni si quiera era “bueno” sentirse demasiado emocionado y mostrarlo. No era bueno, no era bueno, no era bueno.

Si irrumpíamos en una habitación, repletos de pies a cabeza de exuberancia juvenil, nos decían que le bajáramos, que no interrumpiéramos, que estuviéramos quietos. Si nos íbamos porque estábamos heridos y enojados, nos decían que nos detuviéramos en ese momento, que nos disculpáramos en ese instante, que nunca habláramos con nuestros mayores de esa forma de nuevo. Si nos reíamos demasiado fuerte o llorábamos demasiado tiempo, hablábamos demasiado pronto o preguntábamos demasiado, nos hacían saber que habíamos hecho algo “mal”. No habíamos sido buenos.

En todo esto, no pudimos pasar por alto el punto, no pudimos escapar del mensaje: la vida no tenía que ver con aprender a ser, se trataba de aprender cómo no ser lo que somos.

Para muchos adultos el mayor reto es recordar Quiénes Realmente Son. Una parte tan grande de ellos se ha caído en el camino, ha quedado atrás, abandonada, sofocada, ignorada.

¿Quieres saber quién eres? ¿Quieres estar de nuevo en contacto con tu verdad acerca de las cosas, cualesquiera que sean esas cosas? Entonces echa un vistazo a tus sentimientos. Escucha a tu Alma.

Extracto de ‘Conversaciones con Dios’ de Neale Donald Walsch

DIOS

SINOPSIS Si no estás satisfecho con tu vida y quieres expandir tus conocimientos, cuestionarte y llegar a una iluminación más profunda, con las enseñanzas del maestro Walsch; ejercicios, tareas y experimentos que te llevarán a un descubrimiento interior alcanzando la espiritualidad.

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Neale Donald Walsch

La herramienta esencial para tu descubrimiento interior

‘Pasos que dejan huella’ de Josafat González

A veces la vida te pone obstáculos sólo para superaros. Y entonces esas dificultades que debemos vencer son precisamente las que te sujetan y dan sentido a tu vida. En mi caso, el destino me puso a prueba una madrugada del verano de 2005. Encaré a la muerte y la abandoné a su suerte en las vías de un tren. Pagué mi audacia con sangre y una parte de mí, pero este accidente me hizo descubrir que no hay límites cuando tu mente, tu voluntad, tu espíritu y tu corazón se proponen algo.

Me llamo Josafat Baldomero González Armendáriz, pero mis amigos y familiares me conocen simplemente como Josa. Nací en Monterrey, Nuevo León, el 2 de junio de 1982. Soy el hijo mayor de Baldomero González y Amanda Armendáriz, una pareja de regiomontanos que decidieron estar juntos desde hace 39 años.

Soy un adulto como cualquier otro, trabajo como administrador ocho horas al día, tengo una esposa y una hija a las que amo y son el centro de mi vida. Soy seguidor de Los Rayados de Monterrey y espero que pronto sean campeones. Veo televisión, me gustan los videojuegos y últimamente me clavo muchísimo en el iPad. Me gusta la tecnología. Soy vanidoso pero visto con un look desenfadado y siempre uso bermudas porque me interesa que me vean como soy. Algo que disfruto muchísimo es comer. Mi platillo favorito son las pizzas. Me gusta salir con mis amigos y procuro destinar un día a la semana para estar con ellos y los fines de semana con mi familia.

Un día habitual en mi vida incluye levantarme temprano, ponerme mis piernas, llevar a mi hija a la escuela y después ir a casa de mis papás para asistir a mi trabajo. Si no tengo junta o alguna entrevista, regreso a casa a las cinco o seis de la tarde. Al llegar veo televisión con la niña, jugamos un rato y después cenamos para irnos a dormir.

Mis piernas, unas prótesis robóticas, requieren sus cuidados. No debo subir mucho de peso para que no se desajusten. Hay que limpiarlas periódicamente para que no huelan mal y mis rodillas no pueden mojarse pues podrían descomponerse.

Además de mi trabajo, dedico un tiempo importante de mi quehacer diario a una fundación de la que ya les contaré más adelante con amplitud. Realmente este es un proyecto que constituye un gran motor en mi vida; es una labor social que me ha retribuido cosas maravillosas y por la que tengo mucho que trabajar. Estoy convencido de que no hay nada más hermoso que ayudar al prójimo.

Cuando  la gente, extrañada, me pregunta con curiosidad de dónde salió esa fuerza que inexplicablemente tuve para superar en muy poco tiempo una situación extrema y grave que a la mayoría podría parecerle como una “tragedia”, me remito de nuevo a mi niñez, a esa etapa feliz de mi existencia donde probablemente surgieron todos los elementos que me han ayudado a llegar hasta donde estoy ahora.

‘Pasos que dejan huella’ de Josafat González

PASOS

SINOPSIS Josafat González nos cuenta su historia en la que aprendemos que para vivir sólo se necesita de nuestra propia fortaleza de salir adelante sin dejar que nada nos detenga porque la vida tiene una infinidad de posibilidades.

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Ésta es la historia de un joven que perdió dos piernas, pero ganó una nueva vida y hoy ayuda con su experiencia a otras personas que no pueden caminar.

‘Viajeros en tránsito’ de María Isabel Heraso

Tengo una buena noticia. El concepto que tenemos de muerte no existe, ¡así es, no existe! Y si lo que sucede, como vamos a ver, es algo totalmente diferente de lo que normalmente pensamos, ¿por qué darle el mismo nombre?

¿Cómo pensamos que morimos?

Los más escépticos piensan que dejamos de respirar o se nos para el corazón, a veces entre grandes sufrimientos. Luego nos meten en una caja, nos entierran y se acabó.

Otros, con más elevadas miras, piensan que igualmente dejamos de respirar, o se nos para el corazón, y nos morimos, y si hemos sido buenos, vamos al cielo y, si no, al infierno.

En general, las personas ajenas a la medicina sólo han visto morir a familiares, lo que les ha ocasionado gran sufrimiento, y preocupados por sus propias emociones de pérdida, no han percibido realmente las vivencias de la persona que se iba. Si realmente la hubieran observado, se habrían sorprendido de lo dulce y felizmente que se marchaba.

¿Sabías que mientras nos estamos sintiendo llenos de vida y en absoluto amenazados por la muerte nuestras células, algunas muertas y otras moribundas, están sustituyéndose constantemente?

¿Cómo puede ser que nos sintamos vivos si estamos muriendo a cada rato?

Cada siete a{os se han renovado todas las células de nuestro organismo y no queda nada del cuerpo que había antes. No deja de ser un tránsito. El cuerpo que teníamos hace diez años está muerto.

¿Lloramos por él? ¿Nos aterroriza que nos vuelva a pasar?

Imagina por un momento que eres un niño y alguien de más edad te explica el adulto en el que te vas a convertir. Es un gran tránsito. ¿Se os ocurriría responder: ¿qué será de mí?, ¿angustiarnos por la desaparición de ese niño que tiene que dejar de existir para dar paso al adulto?

A todos estos razonamientos seguramente contestaréis: <<Bueno, esos tránsitos tiene lugar tan despacio, tan lentamente, que prácticamente no se notan; se va uno adaptando sin darse cuenta>>.

‘Viajeros en tránsito’ de María Isabel Heraso

VIAJEROS

SINOPSIS Mencionar la muerte es un tabúe. ¿Por qué nos asustamos tanto cuándo alguien menciona la «muerte»? Este libro es una reflexión sobre el concepto que tenemos acerca de la muerte.  Abordando temas desde la preparación para la muerte, la reencarnación, la pérdida dolorosa o traumática de un ser querido, la conciencia y el amor; temas que nos ayudarán a tener otra perspectiva más luminosa.

‘¡Contaré hasta tres!’ de Jo Frost

Predica con el ejemplo

¿Quién influyó en tu vida cuando estabas creciendo? ¿Hubo alguien que te inspirara entonces y sea el causante de la forma en la que actúas hoy en día? Enseñamos a nuestros hijos a través de las cosas que decimos, pero también aprenden de lo que hacemos. ¿Estás propiciando un comportamiento positivo?

A ojos de tu hijo, tú lo eres todo. Día sí, día también, tú eres la persona a la que recurre y admira, sobre todo porque aún no ha recibido influencias de ningún otro profesor o referente. Eres la persona en la que se fija para todo, desde los modelos en la mesa hasta cómo lidiar con las emociones. Aprende de ti.

Como su héroe, predicas con el ejemplo –tanto si eres consciente de ello como si no-. Eso es estupendo para enseñar un comportamiento correcto; no obstante, desafortunadamente, los niños también tienden a aprender cosas y maneras de hacer que no son tan buenas. Por ejemplo, nosotros perdemos los nervios, pero les decimos a nuestros niños que <<dejen de hacer berrinches>>. O nos giramos y gritamos: <<¡Deja de gritar!>>

Lo voy a decir abiertamente: es natural sentirse triste y enfadado. Las emociones que experimentas te pertenecen. Pero es la manera en la que manejas esos sentimientos la que marca la diferencia a la hora de inspirar el buen o mal comportamiento.

Lidiar con la frustración

¿Cómo puedes mostrarle que hay otras formas de lidiar con el enfado y la frustración más allá de los gritos? No grites. Si estás enfadado, dile que estás enfadado, pero dile también lo que vas a hacer para sentirte mejor. Si estás muy enfadado y sientes que no puedes controlar tus emociones, respira profundamente y márchate. La técnica del <<Escalón de los traviesos>> es para tu hijo y para ti. Ello te proporciona espacio para calmar tus emociones y ordenar tus pensamientos, para que no pierdas el control de ti mismo.

Los niños dan amor incondicional. Tienes que tener presente este hecho, porque los niños te perdonan de una forma u otra. He trabajado con familias en las que había innumerables dificultades que los padres han tenido que superar. Independientemente de la forma en la que actuaban, sus hijos los querían incondicionalmente. Ahí existe lealtad, pero no habrá confianza si ese comportamiento perdura.

Extracto de ‘¡Contaré hasta tres!’ de Jo Frost

TRES

SINOPSIS El conocimiento y la experiencia de la supernannny cuando necesites de confianza, paciencia, disciplina, perseverancia, energía, perspectiva y humor. Un libro equipado para disfrutar la vida de tu hijo desde que nace hasta los cuatro años de edad.

‘Las edades de Lulú’ de Almudena Grandes

Supongo que puede parecer extraño pero aquella imagen, aquella inocente imagen, resultó al cabo el factor más esclarecedor, el impacto más violento.

Ellos, sus hermosos rostros, flanqueaban a derecha e izquierda al primer actor, a quien ya no pude identificar, tal era la confusión en la que aquella radiante amalgama de cuerpo me había sumido. La carne perfecta, reluciente, parecía hundirse satisfecha en sí misma sin trauma alguno, sujeto y objeto de un placer total, redondo, autónomo, distinto del que sugieren esos anos mezquinos, fruncidos, permanentemente contraídos en una mueca dolorosa e irreparable, tan tristes, pensé entonces.

Ellos se miraban, sonrientes, y miraban la abierta grupa que se les ofrecía. En los bordes, la piel era tensa y rosa, tierna, luminosa y limpia. Antes, alguien había afeitado toda la superficie con mucho cuidado.

Aquélla era la primera vez en mi vida que veía un espectáculo semejante. Un hombre, un hombre grande y musculoso, un hombre hermoso, hincado a cuatro patas sobre una mesa, el culo erguido como un perro abandonado, un animalillo suplicante, tembloroso, dispuesto a agradar a cualquier precio. Un perro hundido, que escondía el rostro, no una mujer.

Había visto decenas de mujeres en la misma postura. Me había visto a mí misma, algunas veces.

Fue entonces cuando deseé por primera vez estar allí, al otro lado de la pantalla, tocarle, escrutarle, obligarle a levantar la cara y mirarle a los ojos, limpiarle la barbilla y untarle con sus propias babas. Deseé hacer tenido aluna vez un par de esos horribles zapatos de charol con plataforma que llevan las putas más tiradas, unos zancos inmundos, impracticables, para poder balancearme sobre sus altísimos tacones afilados, armas tan vulgares, y acercarme despacio a él, penetrarle con uno de ellos, herirle y hacerle gritar, y complacerme en ello, derribarle de la mesa y continuar empujando, desgarrando, avanzando a través de aquella carne inmaculada, conmovedora, tan nueva para mí.

Ella se me adelantó. Entreabrió los labios y sacó la lengua. Sus ojos se cerraron y empezó a trabajar. Siempre de riguroso perfil, como una doncella egipcia, recorría aplicadamente con la punta de la lengua la exigua isla rosa que rodeaba la sima deseada, lamía sus contornos, resbalaba hacia dentro, se introducía por fin en ella. Su compañero al principio se limitaba a mirarla con una sonrisa amable, indulgente, pero pronto la imitó. También él abrió la boca y cerró los ojos, y acarició con la lengua esa piel intensa, la frontera del abismo. Al mismo tiempo, con su mano libre, la única mano que estaba al alcance de la cámara, palmeó la grupa del desconocido, que comenzó a moverse adelante y atrás, marcando un ritmo constante que parecía responder a un secreto aviso. El agujero, empapado de salivas ajenas, se contrajo varias veces.

Extracto de ‘Las edades de Lulú’ de Almudena Grandes

LULU

SINOPSIS Lulú es una niña de quince años que es seducida por Pablo, el amigo de su hermano mayor por quien siempre ha sentido una fascinación. Después de esta primera experiencia, acepta el desafío de entrar en un juego amoroso de iniciación y sometimiento. En un universo, donde el tiempo pierde valor, la realidad se rompe bruscamente entrando en un infierno de deseos. Un relato erótico, apasionante y desafiante.

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Una larga historia de amor que, como cualquier historia de amor y de sexo que no se resigna a dejar de serlo, va haciéndose más compleja y envolvente.

‘En ausencia de guerra’ de Edgardo Cozarinsky

Escribo estas notas donde pasará la noche deseando dormir, temiendo soñar. Hace pocas semanas cumplí cincuenta y cinco años. Desde hace algún tiempo, cuando duermo en un avión, me visitan los muertos. No son agresivos, pero su sola presencia, aun afable, reanima momentos que hubiese deseado archivados para siempre, me pone frente al que fui. Mis muertos no lo están necesariamente para el estado civil. Están muertos para mi afecto, para el diálogo. Cuando era joven, recuerdo, los viajes me prometían una vida imaginaria. En otro país, en otro idioma, esperaba dejar atrás un reflejo de mí donde no quería reconocerme, un yo que no correspondía a la vida que deseaba, al papel que en ella aspiraba a tener. En mi primer viaje sentí rotas todas las ataduras, creí posible borrar la distancia que me separaba de expectativas más reales que la vida cotidiana. El joven que fui durmió poco en aquel viaje y nunca soñó. Su vigilia era un sueño despierto.

Con los años, en cambio, siento que viajo cargado con todo lo que hace a una vida ya imposible de relegar, y esa carga se adhiere a toda decisión, aun a todo sentimiento. Así como los innumerables caminos abiertos ante el joven se van estrechando cada vez que elige uno de ellos, el viajero adulto solo recupera por momentos efímeros, volátiles, un recuerdo de aquella liviandad perdida.

Viajo de Buenos Aires, la ciudad donde nací y ahora vivo, a París, una ciudad con la que fantaseaba en mi adolescencia y donde más tarde viví más años de los que hubiese debido. Esto no me impide gozar de los primeros días que paso en ella cada vez que vuelvo. En el reencuentro hay una magia leve que es frágil, lo sé, pronta a disiparse. Y esto la hace más preciosa.

Como esas delgadas hojas de mica plateada que en mi infancia intentaba separar de las piedras a orillas de un arroyo en Córdoba. Se quebraban en minúsculos fragmentos al tenerlas en la mano.

‘En ausencia de guerra’ de Edgardo Cozarinsky

GUERRA

SINOPSIS Un escritor escéptico y su amante, una joven anarquista  se internan en una novela negra llena de venganzas heredadas y violencia reprimida. Una carta de 1977 encontrada en 2013 dentro de un libro. La llave de una caja de seguridad en un banco suizo, recibida de una persona muerta. Una pesadilla argentina que te convierte en cómplice.

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Un impactante relato que nace con los “años de plomo” argentinos y los enlaza con la corrupción generalizada del presente.

‘En la corte del lobo’ de Hilary Mantel

Putney 1500

-Vamos, levántate.

Ha caído derribado, aturdido, mudi: desplomado cuan largo es en el empedrado del patio. Ladea la cabeza, vuelve los ojos hacia el portón, como si pudiese llegar alguien a ayudarle. Un solo golpe, en el lugar adecuado, podría matarla ahora.

Le cae por la cara la sangre del corte de la cabeza (el primer objetivo de su padre). Se añade a esto que no puede abrir el ojo izquierdo; aunque, de reojo, puede ver con el derecho a su padre se le ha descosido una costura de la bota. El bramante se ha soltado del cuero y un nudo duro que hay en él le ha alcanzado en la ceja y le ha abierto otro corte.

-¡Vamos, levántate! –le grita Walter mientras estudia dónde asestar la patada siguiente. Él alza un poco la cabeza y avanza sobre el vientre, procurando hacerlo sin sacar las manos, que a Walter le encanta pisotear.

-¿Qué eres, una anguila? –pregunta su padre. Luego retrocede, toma impulso y le asesta otra patada.

Exhala con ella el último aliento; eso piensa él, que debe de ser el último. La frente vuelve al suelo. Espera, tendido, que Walter salte sobre él. La perra, Bella, está ladrando, encerrada en un cobertizo. <<La echaré de menos>>, piensa él. El patio huele a cerveza y a sangre. Alguien grita abajo, en la orilla del río. Nada duele, o tal vez sea que duele todo, porque no hay ningún dolor diferenciado que pueda señalar. Pero nota el frío en un punto exacto: justo en el pómulo que tiene apoyado en las piedras.

-Mira, mira –vocifera Walter. Salta a la pata coja como si estuviese bailando-. Mira lo que he hecho. Reventar la bota dándote patadas en la cabeza.

Palmo a palmo. Palmo a palmo, hacia adelante. <<No importa que te llame anguila, gusano o culebra. No alces la cabeza, no le provoques>>. La sangre le tapona la nariz y tiene que abrir la boca para respirar. Aprovecha la distracción momentánea de su padre por la pérdida de su excelente bota para vomitar.

-Eso es. Vomítalo todo  -grita Walter. Vomítalo todo, en mi buen estado empedrado-. Vamos, muchacho, arriba. Veamos cómo te levantas. ¡Por la sangre de Cristo reptante, ponte de pie!

<<¿Cristo reptante? –se pregunta él- ¿Qué quiere decir?>> Ladea la cabeza, apoyando el pelo en el vómito. La perra ladra, Walter vocifera y las campanas repican al otro lado del río. Tiene una sensación de movimiento, como si el suelo sucio se hubiese convertido en el Támesis. Su superficie cede y se balancea. Él deja escapar el aliento, un gran jadeo final. <<Esta vez lo has hecho>>, le dice una voz a Walter. Pero él cierra los oídos, o Dios los cierra por él. Se ve arrastrado corriente abajo, en una marea negra y profunda.

Extracto de ‘En la corte del lobo’ de Hilary Mantel

CORTE

SINOPSIS 1520. Inglaterra. Si el rey muere sin un heredero varón, la guerra civil amenaza con destruir el país. Enrique VII quiere divorciarse de Catalina de Aragón y casarse con Ana Bolena. Pero la oposición del papa es tajante. En este tiempo problemático y de necesidad llega Thomas Cromwell, hijo de un herrero, asciende al poder que se enfrenta al Parlamento, a la nobleza, a la clase política, al papa, y perfila una Inglaterra a su medida y a la de los deseos del rey.

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Una novela que despliega el gran espectáculo de la depredación humana. Un fascinant edesfile de deseos, ambiciones y sentimientos.

‘Una reina en el estrado’ de Hilary Mantel

Sus hijas caen del cielo. Él observa desde la silla del caballo, atrás se extienden acres y más acres de Inglaterra; caen, las alas doradas, una mirada llena de sangre cada una. Grace Comwell revolotea en el aire tenue. Es silenciosa cuando atrapa su presa, y silenciosa cuando se desliza en su puño. Pero los ruidos que hace entonces, el susurrar y el crujir de plumas, el suspiro y el roce del ala, el pequeño cloqueo de la garganta, ésos son sonidos de reconocimiento, íntimos, filiales, casi reprobatorios. Tiene franjas de sangre en el pecho y le cuelga carne de las garras.

Más tarde Enrique dirá: <<Tus niñas vuelan bien hoy>>. El halcón Anne Cromwell salta en el guante de Rafe Sadler, que cabalga al lado del rey en tranquila conversación. Están cansados; cae el sol y regresan cabalgando a Wolf Hall, las riendas flojas sobre el cuello de las monturas. Mañana saldrán su esposa y sus dos hermanas. Esas mujeres muertas, sus huesos sepultados hace mucho en el barro de Londres, han transmigrado ahora. Se deslizan ingrávidas por las corrientes superiores del aire. No da lástima a nadie. No responden a nadie. Llevan vidas sencillas. Cuando miran abajo no ven más que su presa, y las plumas prestadas de los cazadores: ven un universo revoloteando en fuga, un universo ocupado todo él por su comida. Todo el verano ha sido así, un torbellino de desmembramiento, piel y pluma volando; pegando a los perros de caza para que se retiren y fustigándolos para estimularlos, acariciando los caballos cansados, los cuidados, por los gentilhombres, de contusiones, torceduras y ampollas. Y durante unos cuantos días al menos, ha brillado sobre Enrique el sol. En algún momento de antes del mediodía, llegaron presurosas nubes del oeste y cayó la lluvia en grandes gotas perfumadas; pero volvió a salir el sol con un calor tórrido, y tan claro está ahora que si miras arriba puedes ver el Cielo por dentro y observar lo que están haciendo los santos.

Cuando desmontan, entregando los caballos a los mozos de establo y aguardando al rey, su pensamiento está ya trasladándose a los asuntos del gobierno: despechos de Whitehall, traídos al galope por las rutas de correo que se trazan por dondequiera que la corte va. Durante la cena con los Seymour escuchará respetuosamente cualquier historia que sus anfitriones quieran contar: cualquier cosa que el rey pueda aventurar, desgreñado, feliz y cordial como parece estar esta noche. Cuando el rey se haya ido a la cama, empezará su noche de trabajo.

Aunque ha terminado ya el día, enrique no parece inclinado a entrar en la casa. Se queda inmóvil mirando alrededor, aspirando el sudor del caballo, con la ancha franja rojiza de una quemadura del sol cruzándole la frente. Ese día, a primera hora, perdió el sombrero, así que, siguiendo la costumbre, los otros cazadores de la partida se vieron obligados a quitarse el suyo. El rey rechazó todos los sombreros que le ofrecieron para sustituir el perdido. Mientras la oscuridad invade furtiva bosques y campos, habrá sirvientes buscando el temblor de una pluma negra entre la hierba oscura, o el brillo de su enseña de cazador, un san Huberto con ojos de zafiro.

Extracto de ‘Una reina en el estrado’ de Hilary Mantel

REINA

SINOPSIS Thomas Cromwell es el primer ministro de Enrique VIII y sabe que la seguridad de la nación está en juego. Ana Bolena, segunda esposa del rey por cuyo amor Enrique ha roto con Roma, no ha cumplido su promesa y no le ha dado un heredero a Inglaterra para asegurar la línea de los Tudor. Durante la visita de Enrique a Wolf Hall, Cromwell observa los amores del rey con Jane Seymour. Ni el ministro ni el rey saldrán indemnes del teatro sangriento de los últimos días de Ana.

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Un juego de tronos apasionante.
                                                                                Ganadora del Man Booker Prize 2012. 

‘Mensajes para el alma’ de Mónica Esgueva

¿Cómo puedo hacer para mirar atrás sin arrepentimientos?

El que suele seguir los buenos consejos de los demás, intentando cumplir con las expectativas de otros, manteniéndose en la caja asignada, tratando de encajar en la familia y el entorno sin escuchar lo que su corazón le susurra, un día sentirá que caminó por sendas ajenas, que se tapó los oídos acallando su interior, que no quiso asumir ningún riesgo, que prefirió no adentrarse en la incertidumbre y vivir una vida prestada en la que jamás encontró satisfacción duradera, ni pudo llenar el desasosegante vacío interior.

Escucha la música de tu alma y elige el camino del corazón, es la única manera de no preguntarte qué hubiera sido de tu vida de haber tenido el coraje de ser tú mismo.

Me gustaría que me costara menos conseguir las cosas

Sólo al subir un peldaño se puede alcanzar el siguiente. Sólo tras haber aprendido una lección, la siguiente parece. Todas las puntadas son requeridas para hilar el traje de una existencia completa.

Rara vez se aprende de lo que se logra muy rápido.

Una gran catedral se edifica con miles de pequeñas piedras; una melodía extraordinaria se compone de incontables notas; aparece un bosque cuando una multitud de árboles lo arropa; para formar un océano se necesitaron miles de trillones de gotas; el alma se amplía y se engrandece con millones de experiencias. Todas son necesarias.

¿Cuáles son las ventajas de ser optimista?

Todod depende de lo que quieras lograr en la vida…

¿Pretendes buscar razones para quejarte y protestar? Las encontrarás. ¿Quieres enumerar los desastres, las guerras, los asesinatos, las corrupciones, los desfalcos, las pérdidas? No hay inconveniente, necesitarás hasta los cien años para poder anotarlos todos. ¿Prefieres sortear los obstáculos y confiar en que el Sol se esconde detrás de los nubarrones? Lograrás ver sus rayos.

Los pesimistas son meros espectadores del teatro de la vida, mientras que los optimistas son los actores que intentan transformar el mundo.

Extracto de ‘Mensajes para el alma’ de Mónica Esgueva

ALMA

SINOPSIS Todos tenemos inquietudes y preocupaciones que tarde o temprano tendremos que enfrentar: ¿Qué tengo que hacer para progresar? ¿Cuál es mi destino? ¿Por qué habría de perdonar a quien me hirió, cuando se merece mi odio? ¿Qué puedo hacer para vencer a mis enemigos? ¿Cómo hacer para que me quieran?… Preguntas para encontrar el camino, ‘Mensajes para el alma’ es un manual para abrir nuestra mente, encontrar la luz en el corazón y avanzar. Todo depende de nosotros mismos.

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Sabiduría para la vida cotidiana en tiempos difíciles