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4 sagas de ciencia ficción que no te puedes perder

 

Imagen destacada de Dan McPharlin vía Juxtapoz.

El mundo de la literatura juvenil tiene, históricamente hablando, mucho títulos que exploran escenarios utópicos y distópicos donde las tramas son fantasías basadas en la ciencia naturales y sociales. Estos libros son etiquetados bajo el género «ciencia ficción».

Aunque muchos argumentan que la época de mayor distinción del género fue en la década de los 20´s, el siglo XX en general presentó muchas novelas épicas de ciencia ficción. Si bien no queda claro en que momento empezaron a surgir las sagas de novelas de ciencia ficción, estos primeros 15 años del siglo XXI han tenido muchas trilogías y tetralogías del género, lo que se explica al considerar que la ciencia ficción diseña y planea mundos o realidades que dan para más de una sola novela.

Aquí les tenemos un conteo de las cuatro mejores sagas de ciencia ficción que Planeta Joven ha publicado y que no pueden dejar pasar si les gusta dicho género.

1- “The Giver” de Lois Lowry

Lowry nos presenta en su saga un escenario que, al parecer, es utópico pero que con el paso de las páginas se convierte en distópico. “The Giver” nos presenta una sociedad que ha eliminado el sufrimiento y el dolor por medio del concepto de “igualdad”. Pero en una realidad donde no hay color, sentimientos, clima y  terreno ¿acaso hay espacio para poderse realizar como ser humano?

La saga en orden cronológico va con “El Dador de Recuerdos”, “En Busca del Azul”, “El Mensajero” y “El Hijo”.

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En busca del azul portada

El mensajero portada

2- “Southern Reach” de Jeff VanderMeer

En el universo creado por VanderMeer, existe una agencia secreta llamada “Southern Reach” que organiza expediciones al Área X. Éste es un espacio donde ningún humano puede sobrevivir sin ayuda, donde la naturaleza ha hecho su reclamo con especies que evolucionadas de tal forma que son mortíferas para el Homo sapiens.

Southern Reach” es una trilogía compuesta por “Aniquilación”, “Autoridad” y “Aceptación”.

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3- “Crónicas del Silo” de Hugh Howey

Los últimos sobrevivientes de la raza humana viven en un silo, una prisión subterránea desde donde la imagen del exterior es una distorsión de lo que realmente es. Dentro del silo, las reglas son brutales y cualquiera que se atreva a violarlas recibe la pena capital. Hay muchas preguntas e incógnitas que se resuelven sobre esta sociedad que se encuentra al borde de la destrucción a lo largo de los libros.

Las “Crónicas del Silo” están compuestas por 3 libros; “Espejismo [Wool]”, “Desolación [Shift]” y “Vestigios [Dust]”.

espejismo portada

Desolación portada

Vestigio

4- “Proyecto: Perséfone” de Michelle Gagnon

Pike & Dolan es una gigantesca compañía farmacéutica que ha empezado a experimentar con humanos. Noa, una joven que pertenece a un grupo de hackers despierta justo en las garras de dicha corporación atada a una mesa de cirugía, su primer pensamiento se ve ligado al pánico, pero ella sabe que debe de escapar. Así comienza una saga llena de persecuciones, conspiraciones y personas en las que nadie puede confiar.

Proyecto: Perséfone” es una trilogía que lleva dos títulos publicados en español, “Alianza” y “Amenaza” y cuyo tercer título, llamado en inglés “Don´t Look Now”, está por llegar a nuestro idioma.

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¿Cuál es su favorita?

5 razones para leer ‘En busca del azul’, segunda parte de la serie ‘The Giver’

En busca del azul es la segunda parte de la serie The Giver, escrita por la reconocida autora Lois Lowry. Continuación de El dador de recuerdos, esta nueva novela cuenta la historia de Kira, una muchacha huérfana y con una pierna torcida que vive en un mundo donde los débiles con apartados. Su futuro es incierto, pero el todopoderoso Consejo de los Guardianes reconoce su extraordinario talento como bordadora y decide perdonarle la vida. Le asigna, además, una misión que ningún otro miembro de la comunidad podría realizar. Kira se salva e incluso obtiene ciertos privilegios. Sin embargo, pronto descubre que está rodeada de misterios y secretos y que no todo es lo que parece. Nadie debe descubrir sus planes para desvelar la verdad acerca de su mundo…y para averiguar qué existe más allá de él.

Si esta excelente sinopsis no ha sido suficiente para que salgas corriendo a buscar esta novela, aquí te compartimos 5 razones para leer En busca del azul.

1. Porque, a pesar de desarrollarse en un mundo distópico, como ya ocurrió en El dador de recuerdos, este libro nos ofrece nuevos personajes y una nueva historia que habla de cuestiones relevantes para nuestro tiempo.

2. Porque, a pesar de que En busca del azul es la segunda parte de una serie de cuatro libros, no es necesario leer el primer volumen para entender de qué va la historia.

3. Porque su protagonista, Kira, es un ejemplo de que las personas con capacidades diferentes son capaces de lograr todos los objetivos que se propongan, sin importar los obstáculos que, en apariencia, la vida les ha puesto.

4. Porque su autora, Lois Lowry, tiene en su haber más de treinta libros en los que, de forma sencilla, acercan a los jóvenes a temas profundos y filosóficos, casi sin que se den cuenta (o bueno, se dan cuenta sólo cuando han terminado de leer los libros, pues experimentan una extraña sensación en el pecho, muy parecida a la que sienten los personajes de The Giver cuando son testigos de grandes revelaciones).

5. Por un bello y gracioso personaje llamado Mat, que le hará grandes revelaciones a la protagonista, y que tendrá una gran importancia en el resto de la serie.

En busca del azul portada

En busca del azul, de Lois Lowry, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Destino.

‘En busca del azul’, la segunda entrega de la serie ‘El dador de recuerdos’

A continuación, te compartimos un fragmento de En busca del azul, la segunda parte se la serie El dador de recuerdos, escrita por Lois Lowry.

Disfrútalo:

-¿Mamá?

No obtuvo respuesta. Tampoco lo esperaba. Su madre llevaba cuatro días muerta, y Kira sabía que los últimos vestigios de su espíritu se alejaban ya.

-Mamá.

Volvió a llamar, en voz baja, a aquello que se iba. Pensó que sentía su despedida como sentiría un pequeño soplo de vida nocturna.

Ahora estaba totalmente sola. Kira sintió la soledad, la incertidumbre y una gran tristeza.

Aquello había sido su madre, la cálida y vital mujer que se llamó Katrina. Después, tras una breve e inesperada enfermedad, se había convertido en el cuerpo de Katrina, que aún contenía su persistente espíritu. Tras cuatro atardeceres y amaneceres, también su espíritu se había ido. Solo era un cuerpo. Vendrían los enterradores y echarían una capa de tierra sobre su carne, pero aún así se la comerían los hambrientos animales con garras que venían de noche. A continuación, sus huesos se dispersarían, se pudrirían y se desmenuzarían hasta convertirse en parte de la tierra. 

Kira se pasó la mano por los ojos, que se le habían llenado de lágrimas de repente. Había amado a su madre y la extrañaría terriblemente. Pero había llegado el momento de irse. Apoyó su bastón en la tierra mullida, y se puso de pie.

Miró a su alrededor, dudando. Todavía era joven y hasta entonces no había experimentado la muerte, al menos no en la pequeña familia de dos personas que habían formado ella y su madre. Por supuesto, había visto cómo otras personas cumplían con los rituales. Veía a algunas en el vasto y fétido Campo de la Partida, agazapadas junto a aquellos a cuyos insistentes espíritus aún atendían. Sabía que allí estaba una mujer llamada Helena, viendo cómo el espíritu abandonaba a su niño, que había nacido prematuramente. Helena había llegado al Campo el día anterior. A los recién nacidos no tenían que velarlos durante cuatro días; sus espíritus, como si fueran suspiros, apenas acababan de llegar, por lo que se iban con rapidez.

Kira ya no tenía familia. Ni casa. Habían quemado la choza que compartió con su madre, como siempre se hacía tras una enfermedad. La pequeña construcción, el único hogar que Kira había conocido, ya no existía. Vio el humo a lo lejos mientras estuvo sentada junto al cuerpo. Al tiempo que veía alejarse al espíritu de su madre, también había visto girar en el cielo las cenizas en que se habían convertido los fragmentos de su infancia.

Sintió un pequeño escalofrío de miedo. El miedo siempre formaba parte de la vida de las personas. Por él, construían lugares dónde refugiarse, buscaban comida y cultivaban cosas. Por la misma razón, almacenaban armas y las guardaban hasta que las necesitaran. Tenían miedo al frío, a la enfermedad y al hambre. Tenían miedo a las bestias.

Y era el miedo lo que la impulsaba entonces, mientras estaba allí, apoyada en su bastón. Miró por última vez al cuerpo sin vida que antes había contenido a su madre, y pensó adónde ir.

Extracto de En busca del azul, la segunda entrega de la serie El dador de recuerdos, de Lois Lowry.

En busca del azul portada

En busca del azul, de Lois Lowry, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Destino.

5 razones para leer ‘El dador de recuerdos’, de Lois Lowry

El dador de recuerdos es un libro escrito por Lois Lowry que publicado por primera vez en Estados Unidos en 1993, y que con el paso de los años ha crecido en popularidad y lectores hasta convertirse en una novela de culto para los aficionados a la ciencia ficción.

Cuenta la historia de un chico llamado Jonas que, como producto de la división de labores que plantea el gobierno distópico del libro, deberá convertirse en el guardián de los recuerdos de toda la humanidad. Este trabajo, que a primera vista podría parecer laborioso más no difícil, encierra un problema mayor: conocer los secretos del mundo equivale a conocer su pasado, y éste no siempre es la fantasía idílica que nos contaron cuando éramos niños.

Si te has planteado la posibilidad de leer este libro, pero todavía no estás seguro, lee estas 5 razones para leer El dador de recuerdos y sal a buscarlo cuanto antes.

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1. Porque toma lo mejor de libros clásicos como Un mundo Feliz (Aldous Huxley) y Farenheit 451 (Ray Bradbury), lo actualiza y lo convierte en un libro sumamente auténtico y cargado de comentarios sobre el gobierno y la sociedad.

2. Porque plantea a un personaje llamado el Receptor de la Memoria, que es el encargado de almacenar todos los recuerdos de la humanidad. Por más duro que pueda parecer este trabajo, la verdad es que sería maravilloso conocer la verdad sobre una gran cantidad de asuntos que, para el resto del mundo, permanecen ocultos.

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3. Porque a pesar de que, en apariencia, El dador de recuerdos es una novela juvenil, exige a sus lectores una gran madurez al tratar temas como el suicidio y la eutanasia. Así que si estás interesado en leer algo que te cuestione a ti y a la sociedad en la que vives, éste es el indicado.

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4. Porque hay una adaptación cinematográfica de El dador de recuerdos que no deberías ver sin antes haber leído el libro.

5. Porque El dador de recuerdos es sólo el primer volumen de una serie escrita por Lois Lowry, que poco a poco ha ganado popularidad entre los lectores de todo el mundo. Por lo tanto, si no quieres comenzar a leer estos libros cuando el resto del mundo ya lo haya hecho, comienza hoy.

¿Hay alguna otra razón para leer El dador de recuerdos que quieras compartir?

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El dador de recuerdos, de Lois Lowry, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Destino.

Gana un pase doble para la premiere de ‘El Dador de recuerdos’ en el DF

Para todos aquellos que han leído (o tienen ganas de leer) ese nuevo clásico llamado El dador de recuerdos, les tenemos una sorpresa.

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Hoy regalaremos 20 pases dobles para la premiere de la película El dador de recuerdos, que se llevará a cabo el próximo 23 de septiembre en la Ciudad de México.

Para ganarte uno de estos pases, sólo tienes que vivir en el D.F. o área metropolitana y responder (en nuestra sección de comentarios) esta sencilla pregunta:

¿Por qué los personajes de ‘El dador de recuerdos’ ven el mundo en blanco y negro?

Los primeros 20 usuarios que respondan correctamente se ganarán uno de los pases dobles.

IMPORTANTE: Junto con tu respuesta, deja tu nombre completo y dirección de correo electrónico. Si resultas ganador, recibirás un correo de confirmación en el que te indicarán cuándo y a dónde debes pasar por tu boleto.

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El dador de recuerdos, de Lois Lowry, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Destino.

Nuevo trailer, imágenes y fecha de estreno de ‘El dador de recuerdos’

El dador de recuerdos es una película basada en el libro del mismo nombre, escrita por Lois Lowry y publicada en México bajo el sello Destino.

Así pues, hoy queremos compartirles el nuevo trailer de esta cinta, así como algunas nuevas imágenes que acaban de saltar a la red.

¿Qué les pareció? Chequen también las nuevas imágenes.

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Finalmente, te contamos que la película de El dador de recuerdos llega a los cines de todo México el próximo 23 de septiembre.

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El dador de recuerdos, de Lois Lowry, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Destino.

Qué opina Lois Lowry de la adaptación fílmica de su libro «The Giver»

El dador de recuerdos es un libro publicado originalmente en1993 por Lois Lowry, que cuenta la historia de Jonas, un chico que vive en un futuro distópico en el que, gracias a diferentes sustancias químicas, se han eliminado los sentimientos y las emociones de la sociedad. De hecho, en ese futuro hipotético la gente no tiene permitido, siquiera, elegir su profesión. Así que a Jonas le ha tocado, por designios superiores, convertirse en el próximo Receptor de la memoria, es decir, en la persona encargada de almacenar los recuerdos de la sociedad para que estos puedan ser utilizados en el futuro, en caso de ser necesario.

The Giver ya tiene una adaptación fílmica. Escuchen lo que opina Lois Lowry sobre este trabajo.

Este libro, que será publicado en las próximas semanas por editorial Planeta, está a punto de estrenar su versión cinematográfica en México. A continuación te compartimos su trailer, para que vayas marcando en tu agenda el día de su estreno.

15 libros que fueron prohibidos por la censura (Parte 2)

Como ya dijimos con anterioridad, numerosas obras literarias han sido censuradas a lo largo de los años. ¿La razón? Su contenido afectaba intereses o simplemente incomodaban a las buenas conciencias de la época (aunque podría haber muchos otros motivos que no son tan fáciles de determinar a simple vista).

Si leíste la edición pasada de este conteo sobre censura, aquí te dejamos con la segunda parte. 5 nuevos libros que, en algún momento o en algún lugar, fueron prohibidos o censurados.

6. El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien

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Que J. R. R. Tolkien fue un católico devoto y practicante no sirvió de nada cuando sus libros de El señor de los anillos y El hobbit fueron prohibidos en numerosas escuelas de Estados Unidos por ser considerados anticlericales e, incluso, promotores del satanismo y la brujería. Lo que resulta más curioso es que los principales actos de censura contra este libro ocurrieron en Alamogordo, Nuevo México, donde varias mujeres fueron quemadas en la hoguera en 1931. De cualquier forma, los valores literarios se impusieron y El señor de los anillos es considerada, hoy en día, una de las obras más importantes de la tradición literaria estadounidenses y uno de los libros más leídos en todo el mundo.

2. La naranja mecánica, de Anthony Burgess

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Aunque éste no es un caso de censura en el sentido exacto de la palabra, nos pareció una historia interesante que debíamos contarte. Cuando Anthony Burgess envió por primera vez el manuscrito de La naranja mecánica a sus editores norteamericanos, estos le dijeron que lo publicarían, con una condición: que eliminara el último capítulo del texto, o sea, el número 21 (que explicaba cómo el protagonista se reintegraba a la sociedad después de muchos años de luchar contra ella). A regañadientes, Burgess aceptó el trato con tal de que la obra se publicara en Estados Unidos. Sin embargo, años después declararía que nunca debió haberlo escrito, pues la adaptación cinematográfica de Stanley Kubrick (estrenada en 1971), que estaba basada en la versión de sólo 20 capítulos del libro, tergiversaba por completo el sentido de la obra. Como verán, esta historia puede interpretarse como un ejemplo de las consecuencias que un escritor puede afrontar cuando se somete a la censura, del tipo que sea. De cualquier forma, hoy es posible leer La naranja mecánica en su versión íntegra de 21 capítulos, en cualquier parte.

3. El dador de recuerdos, de Lois Lowry

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Según los rumores, este libro todavía está prohibido en algunas escuelas de Estados Unidos. ¿La razón? Hay quienes opinan que esta novela distópica, que funciona como una alegoría de la compleja sociedad en que vivimos, habla de temas que podrían afectar la sensibilidad de los jóvenes, como el aborto, la eugenesia, la eutanasia, el suicidio o la memoria histórica. Sin embargo, como ha ocurrido en muchos otros casos, El dador de recuerdos, de Lois Lowry, es ahora una lectura básica del nivel secundario en países como Canadá, Australia y muchos sectores de Estados Unidos.

4. Otra vez el mar, de Reinaldo Arenas

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Si algo le sobraba a Reinaldo Arenas a la hora de escribir y publicar sus libros, eso era sufrimiento. Y es que para este autor cubano, perseguido por la dictadura por ser un duro crítico de ésta, nunca fue sencillo dedicarse a la escritura. Tanto así que, mientras vivía en Cuba, debía enviar sus manuscritos a otros países (de forma clandestina) para que fueran publicados. Otra vez el mar es una novela que tuvo que ser publicada por primera vez en España, pues en ese momento (1982) el gobierno de Castro mantenía una intensa vigilancia sobre él para evitar que publicara cualquier obra dentro del país. Este libro, particularmente, habla sobre el desencanto que la Revolución Cubana dejó en muchos de sus habitantes, así que por fortuna no lo descubrieron, o quién sabe qué hubiera pasado.

5. El diario de Ana Frank (versión definitiva)

EL DIARIO DE ANA FRANK portada

Publicada por primera vez en 1947, esta obra, que reúne los diarios que, entre 1942 y 1944, mantuvo la niña judía Annelies Marie Frank mientras escapaba de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, no conoció censura alguna sino hasta hace pocos años. Y es que en 1988, ocho años después de la muerte del padre de Ana, fueron publicadas cinco páginas nuevas de estos diarios. En estas páginas pueden leerse algunos comentarios que Ana hace acerca de su propio cuerpo, los cuales fueron considerados pornográficos por ciertas personas del sector conservador de Michigan, Estados Unidos. Lo bueno es que la libertad de expresión se mantuvo y todos pueden comprar su edición de El diario de Ana Frank, original o aumentada según prefieran.

¿Qué les pareció la segunda parte de esta lista? ¿Saben de otros libros que hayan estado censurados?

Lee la primera parte de esta lista, en este enlace.

Lee el primer capítulo de ‘El dador de recuerdos’, de Lois Lowry

El dador de recuerdos es una novela futurista muy en el mood de grandes obras como Un mundo feliz, de Aldous Huxley, y 1984, de George Orwell. Cuenta la historia de un chico que, como parte del estricto programa de profesiones que el gobierno ha impuesto en el futuro, ha sido designado a convertirse en el Receptor de la memoria de su sociedad, para lo cual deberá reunirse con el Dador de recuerdos y escuchar todas las historias que llevaron al mundo a ser lo que es. Lo interesante es que, detrás del mundo perfectamente organizado en el que vive, se esconden secretos que no será fácil digerir.

El dador de recuerdos estará disponible en librerías en los próximos días, pero si ya no aguantas más las ganas de leerlo, aquí te compartimos un adelanto del primer capítulo.

***

EL DADOR DE RECUERDOS

Capítulo 1

Era casi diciembre y Jonas empezaba a estar atemorizado. No; pensó que esa palabra no era la adecuada. Estar atemorizado significaba abrigar esa sensación profunda e indeseable de que algo terrible iba a ocurrir. Así se había sentido un año antes cuando una aeronave no identificada sobrevoló la comunidad en dos ocasiones. la había visto ambas veces.

Entrecerrando los ojos para mirar al cielo, había visto el jet brillante, casi una mancha borrosa por la velocidad a la que pasó, y un segundo más tarde escuchó el estruendo que lo seguía. luego una vez más, un momento después, en la dirección opuesta, el mismo avión.

Al principio, solo se había sentido fascinado. Nunca había visto una aeronave tan de cerca, porque era contra las reglas que los Pilotos sobrevolaran la comunidad. En ocasiones, cuando algún avión de carga entregaba suministros en la pista de aterrizaje que se encontraba al otro lado del río, los niños pedaleaban en sus bicicletas hasta la orilla y miraban, intrigados, la descarga y luego el despegue hacia el oeste, siempre lejos de la comunidad.

Pero la aeronave de un año antes había sido diferente. No era un avión de carga ancho y gordo, sino un jet afilado y con capacidad para un solo piloto. Jonas, al mirar a su alrededor con ansiedad, había visto que otros, adultos y también niños, dejaban lo que estaban haciendo y esperaban, confundidos, una explicación de aquel acontecimiento alarmante.

Entonces se ordenó a todos los ciudadanos que entraran en el edificio más cercano y se quedaran allí. «INMEDIATAMENTE», había dicho la voz rasposa que se oía por las bocinas. «DEJEN SUS BICICLETAS DONDE ESTÁN».

Al instante, de manera obediente, Jonas había dejado caer su bicicleta a un lado del camino, detrás de la vivienda de su familia. Había corrido al interior y había permanecido allí, solo.

Sus padres estaban en el trabajo, y su hermanita, Lily, estaba en el centro de cuidado infantil, donde pasaba varias horas después de la escuela.

A través de la ventana que daba a la fachada principal, no había visto gente: nada parecido a las atareadas brigadas vespertinas de limpiadores de calles, Trabajadores del Paisaje y repartidores de alimentos que solían poblar la comunidad a esa hora del día. solo vio bicicletas abandonadas aquí y allá, en el suelo; la rueda de una, que estaba volteada, seguía girando lentamente.

Entonces se asustó. la percepción de su propia comunidad enmudecida, esperando, había hecho que el estómago se le revolviera. Tembló.

Pero no había sido nada. En unos minutos las bocinas habían crujido de nuevo, y la voz, entonces tranquilizadora y menos apremiante, había explicado que un Piloto en entrenamiento se había equivocado al leer sus instrucciones de vuelo y había dado un giro indebido. Desesperado, el Piloto había tratado de regresar antes de que advirtieran su error. 

«POR SUPUESTO, SERÁ LIBERADO», dijo la voz, seguida por el silencio. Había un tono irónico en ese último mensaje, como si el locutor lo encontrara divertido; y Jonas había sonreído un poco, aunque sabía que había sido una afirmación sombría. Porque el hecho de que un ciudadano activo fuera liberado de la comunidad era una decisión definitiva, un castigo terrible, una declaración apabullante de
fracaso.

A los niños se les regañaba si usaban el término con ligereza mientras jugaban, burlándose de un compañero que no atrapaba una pelota o se tropezaba en una carrera. Jonas lo había hecho una vez; cuando un torpe error de Asher había hecho que su equipo perdiera un partido, le había gritado a su mejor amigo:

—¡Eso es, Asher! ¡quedas liberado!

El entrenador lo había llevado a un lado para una plática breve y seria; Jonas había bajado la cabeza sintiéndose culpable y avergonzado, y se disculpó con Asher después del juego. Ahora, al pensar en el sentimiento de miedo mientras pedaleaba a casa por el camino que pasaba junto al río, recordó ese momento de terror palpable, de vacío en el estómago cuando la aeronave había pasado como un rayo sobre su cabeza.

No era lo que estaba sintiendo ahora que ya casi era diciembre. Buscó la palabra adecuada para describir su propio sentimiento. Jonas era cuidadoso con el lenguaje. No como su amigo, Asher, que hablaba muy rápido y confundía las cosas, revolviendo palabras y frases hasta que quedaban irreconocibles; en ocasiones el resultado era muy divertido.

Jonas sonrió, recordando la mañana en que Asher había entrado de prisa y sin aliento al salón, tarde como siempre, a la mitad de la entonación del himno de la mañana. cuando la clase tomó asiento al final del himno patriótico, Asher se quedó de pie para ofrecer una disculpa pública, como era obligatorio.

—Me disculpo por los inconvenientes que he ocasionado a mi comunidad de aprendizaje —Asher pronunció de prisa la frase estándar de disculpa, mientras recuperaba el aliento.

El instructor y la clase esperaron con paciencia su explicación. Todos los estudiantes sonreían, porque habían escuchado muchas veces las explicaciones de Asher.

—Salí de casa a la hora correcta, pero cuando pasé cerca de la piscifactoría, los trabajadores estaban separando algunos salmones. Debí de quedarme retraído mirándolos. Pido disculpas a mis compañeros de clase —concluyó Asher. Alisó su túnica arrugada y se sentó.

—Aceptamos tu disculpa, Asher —la clase recitó la respuesta estándar al unísono. Muchos de los estudiantes se mordían los labios para evitar la risa.

—Acepto tu disculpa, Asher —dijo el instructor. Estaba sonriendo—. Y te doy las gracias, porque una vez más nos has proporcionado la oportunidad de impartir una lección de lenguaje. «retraído» es un adjetivo demasiado fuerte para describir la vista de un salmón.
Se dio la vuelta y escribió la palabra «retraído» en el pizarrón. Junto a ella escribió «distraído».

Jonas, que ya estaba cerca de su casa, sonrió al recordarlo. Mientras empujaba su bicicleta hacia su estrecho estacionamiento junto a la puerta, seguía pensando, dándose cuenta de que «atemorizado» no era la palabra correcta para describir sus sentimientos, ahora que era casi diciembre. Era un adjetivo demasiado fuerte.

Había esperado aquel diciembre especial durante mucho tiempo. ahora que ya casi había llegado, decidió que no se sentía atemorizado, sino… ansioso. sentía ansiedad por su llegada. Y estaba nervioso, por supuesto. Todos los onces estaban nerviosos por los acontecimientos que muy pronto iban a tener lugar.

Pero sentía un leve estremecimiento de miedo cuando pensaba en lo que podría pasar. «Inquieto», decidió Jonas; «así es como estoy».

—¿Quién quiere ser el primero esta noche con los sentimientos?
—preguntó el padre de Jonas, mientras terminaban de cenar.

Expresar los sentimientos cada noche era uno de los rituales. En ocasiones, Jonas y su hermana, Lily, discutían acerca de los turnos, sobre a quién correspondía empezar. Sus padres, por supuesto, participaban en el ritual; ellos también contaban sus sentimientos todas las noches, pero como todos los padres, como todos los adultos, ellos no peleaban ni suplicaban para hacerlo antes.

Tampoco lo hizo Jonas, esa noche. En esa ocasión sus sentimientos eran demasiado complicados. quería compartirlos, pero no estaba impaciente por empezar a discernir sus propias y complicadas emociones, aun con la ayuda que sabía que sus padres le prestarían.

—Vas tú, Lily —dijo, viendo a su hermana, que era mucho más pequeña (solo una siete), moviéndose con impaciencia en su silla.

—Sentí mucha furia esta tarde —anunció Lily—. Mi grupo de cuidado infantil estaba en el área de juegos, y tuvimos un grupo visitante de sietes que no obedecían las reglas, para nada. uno de ellos (un niño que no sé cómo se llama) se la pasó formándose al frente de la fila de la resbaladilla, aunque los demás estábamos esperando. Me enfurecí tanto con él… cerré la mano, así. —levantó un puño cerrado con
fuerza y el resto de la familia sonrió ante aquel pequeño gesto de desafío.

—¿Por qué crees que los visitantes no obedecían las reglas? —preguntó Mamá.

Lily lo pensó y agitó su cabeza.

—No le sé. actuaban como… como…

—¿Animales? —sugirió Jonas y se rió.

—Tienes razón —dijo Lily, riéndose también—. Como animales.

Ningún de los dos sabía exactamente lo que significaba esa palabra, pero se usaba a menudo para describir a alguien poco educado o tonto, alguien que no encajaba.

—¿De dónde eran los visitantes? —preguntó Papá.

Lily frunció el ceño, tratando de acordarse.

—Nuestro líder nos lo dijo cuando hizo el discurso de bien venida, pero no me acuerdo. supongo que no estaba poniendo atención. Eran de otra comunidad. Tenían que irse muy temprano, y habían almorzado en el autobús.

Mamá asintió.

—¿No crees que sus reglas podrían ser diferentes y que
simplemente no conocían las de tu área de juegos?

Lily se encogió de hombros y asintió.

—Supongo.

—Tú has visitado otras comunidades, ¿verdad? —preguntó Jonas—. Mi grupo lo ha hecho varias veces.

Lily volvió a decir que sí con la cabeza.

—Cuando éramos seises, fuimos y compartimos un día completo de escuela con un grupo de seises en su comunidad.

—¿Cómo te sentiste cuando estuviste allí?

Lily frunció el ceño.

—Me sentí extraña. Porque sus métodos eran diferentes. Estaban aprendiendo costumbres que mi grupo aún no había aprendido, así que me sentí tonta.

Papá estaba escuchando con interés.

—Estoy pensando, Lily —dijo—, acerca del niño que no obedeció las reglas hoy. ¿crees que es posible que él se sintiera extraño y tonto, porque estaba en un lugar nuevo con reglas que no conocía?

Lily se quedó pensando.

—Sí —dijo, al final.

—Siento un poco de lástima por él —dijo Jonas—, aunque ni siquiera lo conozco. siento lástima por cualquiera que está en un lugar donde se siente extraño y tonto.

—¿Cómo te sientes ahora, Lily? —preguntó Papá—. ¿Todavía estás furiosa?

—Supongo que no —decidió Lily—. Supongo que siento un poco de pena por él. Y lamento haber cerrado el puño. —Esbozó una amplia sonrisa.

Jonas le devolvió la sonrisa a su hermana. los sentimientos de Lily eran siempre directos, muy simples, por lo general fáciles de resolver. supuso que los suyos también habían sido así cuando era un siete.

Escuchó con cortesía, aunque no con mucha atención, cuando su padre tomó su turno, describiendo un sentimiento de preocupación que había tenido ese día en el trabajo: una preocupación relacionada con uno de los niños, que no estaba progresando. El título del padre de Jonas era criador. Él y otros criadores eran responsables de atender todas las necesidades físicas y emocionales de los niños durante sus primeros meses de vida. Jonas sabía que se trataba de un trabajo muy importante, pero no le parecía demasiado interesante.

—¿Es niño o niña? —preguntó Lily.

—Niño —dijo Papá—. Es un niñito dulce con un carácter adorable. Pero no está creciendo tan rápido como debería, y no duerme bien. lo tenemos en la sección de cuidados extraordinarios para ofrecerle atención suplementaria, pero en el comité se ha empezado a hablar de liberarlo.

—¡Oh, no! —murmuró Mamá con empatía—. Debe de hacerte sentir muy triste.

También Jonas y Lily expresaron su condolencia. Liberar a un niño siempre era triste, porque aún no había tenido la oportunidad de disfrutar la vida dentro de la comunidad. Y aún no había hecho nada mal.

Solo había dos casos en que la liberación no era un castigo: la liberación de los ancianos, que era un momento de celebración de una vida bien vivida y con plenitud; y la liberación de un niño, que siempre dejaba la duda de si se pudo haber hecho algo más. Esto era especialmente problemático para los criadores como Papá, que sentían que habían fallado en algo. Pero pasaba muy pocas veces.

—Bueno —dijo Papá—. Voy a seguir esforzándome. Quizá pida permiso al comité para traerlo aquí por la noche, si no les importa. ustedes saben cómo son los criadores del turno de noche. creo que este pequeño necesita algo más.

—Por supuesto —dijo Mamá, y Jonas y Lily asintieron. Habían escuchado a Papá quejarse del personal nocturno en otras ocasiones. Era un trabajo de menor categoría, el de criador del turno de noche, que se asignaba a quienes carecían de interés, habilidades o conocimientos para los trabajos más fundamentales que se llevaban a cabo durante el día. A la mayoría del personal que trabajaba por la noche ni siquiera se le había dado un cónyuge porque carecía, en cierto modo, de la capacidad para conectarse con otros, lo que era obligatorio para la creación de una unidad familiar.

—Tal vez hasta podríamos quedarnos con él —sugirió Lily con dulzura, tratando de mostrarse inocente.

Jonas sabía que esa apariencia era falsa; todos lo sabían.

—Lily —le recordó Mamá, sonriendo—, ya conoces las reglas. Dos niños (un muchacho y una muchacha) por cada unidad familiar. Estaba escrito con toda claridad en las reglas. 

Lily lanzó una risita.

—Bueno —dijo ella—. Pensaba que, a lo mejor, solo por esta vez…

A continuación, habló de sus sentimientos Mamá, que tenía un puesto importante en el Departamento de Justicia. Hoy habían llevado ante ella a una persona que ya había roto las reglas con anterioridad. alguien que ella esperaba que hubiera recibido un castigo adecuado y justo, y a quien se le había regresado a su lugar: a su trabajo, su casa, su unidad familiar. Ver que lo presentaban de nuevo ante ella por segunda ocasión le causó sentimientos abrumadores de frustración y coraje. Y hasta de culpa, porque no había marcado una diferencia en su vida.

—También me sentí atemorizada por él —confesó ella—. Saben que no hay una tercera oportunidad. las reglas dicen que si hay una tercera transgresión, simplemente se le liberará.

Jonas tembló. sabía que sucedía. En su grupo de onces había un niño cuyo padre había sido liberado años antes. Nadie lo mencionaba; la deshonra no se podía nombrar. Era difícil de imaginar.

Lily se paró, se acercó a su madre y le acarició un brazo. Desde su lugar en la mesa, Papá le tomó una mano. Jonas le tomó la otra. Uno por uno, la reconfortaron. Pronto, ella sonrió, dio las gracias y murmuró que se sentía tranquilizada. El ritual siguió adelante.

—Jonas —dijo Papá—. Eres el último esta noche.

Jonas suspiró. Esa noche casi hubiera preferido mantener ocultos sus sentimientos. Pero eso era, por supuesto, contra las reglas.

—Me siento inquieto —confesó, contento de que finalmente hubiera encontrado la palabra apropiada.

—¿Por qué, hijo? —su padre se mostró preocupado.

—Sé que en realidad no hay nada de qué preocuparse —explicó Jonas— y que todos los adultos han pasado por esto. sé que tú lo hiciste, Papá, y tú también, Mamá. Pero la ceremonia es lo que me inquieta. Ya casi es diciembre. 

Lily alzó la vista, con los ojos bien abiertos.

—La ceremonia del Doce —susurró, en un tono que expresaba un temor reverencial. Hasta los niños más pequeños (de la edad de Lily y menores) sabían que les esperaba en el futuro.

—Me da gusto que nos hables de tus sentimientos —dijo Papá.

—Lily —dijo Mamá, llamando con un gesto a la pequeña—. Puedes ir a ponerte tu pijama. Papá y yo nos vamos a quedar aquí para hablar con Jonas un poco más.

Lily suspiró, pero obedientemente se bajó de su silla.

—¿En privado? —preguntó ella.

Mamá asintió.

—Sí —dijo ella—. Esta plática con Jonas será en privado.

el dador de recuerdos portada

Si te gustó este primer capítulo y quieres llevarlo contigo a todas partes en un formato más cómodo para su lectura, descárgalo en PDF en el enlace que te compartimos aquí abajo.

El dador de recuerdos – Capítulo 1

El dador de recuerdos, de Lois Lowry, estará disponible en librerías y tiendas en línea a partir de las próximas semanas, bajo el sello Destino.

Trailer de ‘El dador de recuerdos’, cinta basada en la popular novela juvenil de Lois Lowry

El dador de recuerdos es un libro publicado originalmente en 1993 por Lois Lowry, que cuenta la historia de Jonas, un chico que vive en un futuro distópico en el que, gracias a diferentes sustancias químicas, se han eliminado los sentimientos y las emociones de la sociedad. De hecho, en ese futuro hipotético la gente no tiene permitido, siquiera, elegir su profesión. Así que a Jonas le ha tocado, por designios superiores, convertirse en el próximo Receptor de la memoria, es decir, en la persona encargada de almacenar los recuerdos de la sociedad para que estos puedan ser utilizados en el futuro, en caso de ser necesario.

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Para ello Jonas deberá relevar al Dador de recuerdos (es decir, el anterior Receptor de la memoria), quien le legará todos los recuerdos antiguos y provocará en el joven un tremendo shock al revelarle la forma en que la sociedad alcanzó su estado actual.

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Este libro, que será publicado en las próximas semanas por editorial Planeta, está a punto de estrenar su versión cinematográfica. A continuación te compartimos su trailer, para que vayas marcando en tu agenda el día de su estreno.

Si te gustó el trailer y lo que te contamos del libro, busca El dador de recuerdos en tu librería favorita en las próximas semanas.

La película se estrena en Estados Unidos el próximo 15 de agosto.