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¡La fiesta de los libros llega a Monterrey!

¡Festejamos la lectura en Monterrey!

La Feria Internacional del Libro de Monterrey se lleva a cabo del 10 al 18 de octubre. En esta ocasión celebrarán a la cultura japonesa con exposiciones, conferencias, espectáculos, presentaciones, charlas, actividades infantiles y talleres.

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Te dejamos las presentaciones que Grupo Planeta y todos sus sellos han preparado para los lectores:

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Consulta el programa completo dando click aquí.

Feria Universitaria del Libro

La 28 edición de la Feria Universitaria de Libros se celebrará en Hidalgo del 21 al 30 de agosto impulsada por la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo siendo el evento más importante de la entidad promoviendo y difundiendo los hábitos lectores, la ciencia, el humanismo y la cultura.

La FUL se ha convertido en un referente nacional por sus Programas académicos, para Profesionales, Editoriales, Culturales que se enfocan en lo promoción del libro, la lectura y su inclusión en el mercado editorial.

La temática de esta edición es «La Justicia» siendo los invitados de honor: Républica de la India y la Universidad Autónoma de Sinaloa. La FUL tendrá 180 expositores que presentarán más de 130 mil asistentes alrededor de 80 mil títulos.

Viernes 21 de agosto

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 Sábado 22 de agostoPROGRAMA-03

Domingo 23 de agosto

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Lunes 24 de agosto

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Jueves 27 de agosto

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Viernes 28 de agosto

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Sábado 29 de agosto

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Domingo 30 de agosto

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Si quieres revisar más sobre la Feria universitaria del Libro, entra a su página para informarte.

 

Los autores de Planeta en la Feria del Libro de Guatemala

¡La fiesta de los libros llega a Guatemala! Te presentamos las actividades que Grupo Planeta y nuestros autores, han preparado para celebrar la lectura en todo el continente americano.

VIERNES 17 DE JULIO

17:30 horas Presentación del libro Milena o el fémur más bello del mundo (Planeta 2014) en la Sala Elena Poniatowska

En esta novela, ganadora del Premio Planeta 2014, el autor mexicano Jorge Zepeda Patterson (Mazatlán, 1952) utiliza la narrativa para mostrar horrores que de otra manera serían muy difíciles de explicar en sociedades que, de una u otra manera, se han hecho cómplices de las redes de trata al mostrarse complacientes con la prostitución y el sórdido mundo que la rodea, sin pensar en que las mafias del crimen organizado secuestran, abusan y esclavizan a mujeres y niñas –y también hombres- para aprovecharlas en negocios que resultan más redituables que el tráfico de drogas.

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Novela ganadora del Premio Planeta 2014

 

SÁBADO 18 DE JULIO

12:00 horas Presentación del libro Desde mi muro de Benito Taibo (Planeta 2014). Plazoleta Rosario Castellanos

Relatos y anécdotas extraídos del muro de Facebook del autor, quien comparte en palabras el espejo donde se refleja lo cotidiano y lo extraordinario. Así el muro de Benito Taibo, una oportunidad para adentrarse en los pensamientos de este entrañable escritor, a quien cada vez sentirán conocer más, seas o no su amigo en Facebook.

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Colección de minicuentos y anécdotas del escritor más querido y popular de Facebook.

 

DOMINGO 19 DE JULIO

17:00 horas Presentación del libro El Manipulador de David Unger (Planeta, 2015). Sala Luis Cardoza y Aragón

Guillermo Rosensweig, un abogado rico y carismático, es asesinado a sangre fría una apacible tarde de primavera en la que sale a pasear en bicicleta. Sorprendentemente, la víctima sabía a ciencia cierta que iba morir y pocos días antes había grabado un video en el que culpaba de su inminente asesinato nada menos que al presidente de Guatemala. La acusación, viralizada a través de YouTube, pone en peligro la estabilidad del gobierno.

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David Unger

El asesinato uqe puso en jaque a todo un país.
Extraordinario thriller político basado en el polémico caso Rosenberg.

 

JUEVES 23 DE JULIO

17:00 horas presentación del libro Autorretrato de familia con perro de Álvaro Uribe (Tusquets 2014). Sala Elena Poniatowska

El autor ganador del premio Xavier Villaurrutia 2014 por éste libro, hace una descripción de sus hijos, sus nietas, su amiga más íntima, su cirujano plástico, su nuera, sus vecinas y, no menos importante, Canuto, su perro. El lector descubre memorias llenas de nostalgia, diversión, ternura y momentos de reflexión sobre Malú y su singular familia. El personaje principal de esta novela tiene mucho de la madre del autor, quien falleció en el 2008. Fue después de este lamentable hecho que el autor pensó en escribir esta historia: “Su muerte, por más dolorosa que haya sido, fue la condición para que yo pudiera escribir la novela”.

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¿Qué es verdad y qué es mentira?

 

VIERNES 24 DE JULIO

15:00 horas Omar Nieto en el Conversatorio “Intercambios literarios Chiapas-Guatemala” en la Sala Carlos Fuentes

El autor de Las mujeres matan mejor, acompañado por Chary Zumeta, Aída Toledo y Enrique Noriega sostendrá una charla sobre la literatura en Chiapas y Guatemala.

SÁBADO 25 DE JULIO

18:30 horas Conversatorio de la obra de Paco Ignacio Taibo II. Plazoleta Rosario Castellanos

 El reconocido autor Paco Ignacio Taibo II compartirá con los asistentes su camino por la vida de las letras, cómo logró convertirse en un referente de la novela policiáca en México así como uno de los mayores exponentes de la vida de Ernesto “el Che” Guevara.

DOMINGO 26 DE JULIO

18:30 horas Foro sobre novela negra en la Plazoleta Rosario Castellanos

¿Existen diferencias entre la novela negra o policiaca? y ¿Cuáles son las características del género? Estas y otras preguntas podrán responderse en esta mesa donde el reconocido autor Paco Ignacio Taibo II, padre del detective Héctor Belascoarán, hará un análisis y aclarará todas las dudas del público respecto a éste género que cada vez atesora más lectores.

Álvaro Uribe recibirá este jueves el premio Xavier Villaurrutia

Este jueves, 30 abril, se realizará una ceremonia para entregar el Premio Xavier Villaurrutia al escritor Álvaro Uribe, quien se hizo acreedor a este reconocimiento por su novela Autorretrato de familia con perro.

Autorretrato de familia con perro cuenta la historia de Alberto Urquidi Jr., quien, por el hecho azaroso de nacer unos minutos antes que su gemelo Adán, siete minutos para ser exactos, fue siempre considerado el mayor de los dos. Y no sólo eso, sino el hermano más inteligente, sensato, desenvuelto, maduro y tenaz. Para decirlo sin rodeos: todo lo que Malú, su madre, siempre quiso ser y reflejó en una descarada predilección por el primogénito. Pero no nos dejemos engañar: ¿no es este tan sólo el punto de vista de un desdichado hermano menor? Para conocer a Malú, con todo y su personalidad caprichosa y exuberante, y descubrir la causa de esta persistente injusticia familiar, habrá que leer también la versión de quienes la conocieron de cerca: su amiga más íntima, su sirvienta, su contador, su cirujano plástico, su nuera, sus vecinos y, no menos importante, Canuto, el perro y rey de la casa.

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Te invitamos a que asistas a la ceremonia de premiación este jueves, 30 de abril, a las 19:00 horas, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México.

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Autorretrato de familia con perro, de Álvaro Uribe, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Tusquets.

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Álvaro Uribe

¿Qué es verdad y qué es mentira?

Álvaro Uribe gana el Premio Xavier Villaurrutia por ‘Autorretrato de familia con perro’

Álvaro Uribe, escritor mexicano publicado por Tusquets Editores, es el más reciente ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores para Obra Publicada 2014, por su novela Autorretrato de familia con perro.

Esto, según un anuncio hecho por el Instituto Mexicano de Bellas Artes.

El jurado que le otorgó este premio, integrado por Pura López Colomé, Mario Bellatin y José de la Colina, destacó el dominio lingüístico, la profundidad temática, las cualidades estéticas y los detalles de la narrativa de Uribe; la construcción del contexto y la psicología de los personajes.

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«Es el suyo un homenaje a la palabra, al significado plural que en ella duerme y sólo despierta en el estilo, más allá del despliegue de la realidad/irrealidad, imaginación, poderes inventivos, carros alegóricos tradicionales o modernos», dice el acta que anuncia al ganador del galardón que será entregado el jueves 30 de abril en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, de 19:00 a 20:30 hrs. 

Bellatin destacó que en la prouesta de Uribe «hay una simbiosis muy impresionante entre el libro en sí mismo, la obra y la trayectoria de un creador de tiempo completo» y destacó lo impecable del volumen.

A lo anterior, se abonó el argumento de Pura López Colomé, quien recalcó que «este libro no es de un principiante que de repente tuvo una iluminación. Aquí hay una madurez literaria labrada a lo largo de los años. Aunque uno no sepa nada del autor, la novela misma lo dice. Es algo cuidadísimo con un respeto por la obra literaria. Aquí hay un culto por la palabra. Se reconoce la carrera de alguien que continuará escribiendo», dijo la poeta y traductora mexicana.

López Colomé destacó el testigo silencioso de la historia: el perro que lo observa todo «y que finalmente es el único con capacidad de mostrar sentimientos y una profundidad increíble».

Álvaro Uribe, nacido en la Ciudad de México en 1953, ha recibido diversos reconocimientos por su obra narrativa, entre ellos el Premio Punto de Partida en Cuento 1976 por «Así es esto», el Premio de Narrativa Antonin Artaud 2003 por «El taller del tiempo» y el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2008 por «Expediente del atentado».

La obra del mexicano ha sido traducida al inglés, francés y alemán. Ha publicado novelas como La lotería de San Jorge (1995), Por su nombre (2001), El taller del tiempo (2003), Expediente del atentado (2007) y Morir más de una vez (2012).

Fuente: El Universal.

Álvaro Uribe nos cuenta todo sobre ‘Autorretrato de familia con Perro’

Autorretrato de familia con perro es la más reciente novela de Álvaro Uribe, escritor mexicano que también ha publicado en Tusquets los libros El taller del tiempo, La lotería de San Jorge, entre otros.

Autorretrato de familia con perro cuenta la historia de Alberto Urquidi Jr., quien, por el hecho azaroso de nacer unos minutos antes que Adán, su gemelo, fue siempre considerado el mayor de los dos. Y no sólo eso, sino el hermano más inteligente, sensato, desenvuelto, maduro y tenaz. Para decirlo sin rodeos: todo lo que Malú, su madre, siempre quiso ser y reflejó en una descarada predilección por el primogénito. Pero no nos dejemos engañar: ¿no es este tan sólo el punto de vista de un desdichado hermano menor? Para conocer a Malú, con todo y su personalidad caprichosa y exuberante, y descubrir la causa de esta persistente injusticia familiar, habrá que leer también la versión de quienes la conocieron de cerca: su amiga más íntima, su sirvienta, su contador, su cirujano plástico, su nuera, sus vecinos y, no menos importante, Canuto, el perro y rey de la casa.

A continuación, te compartimos una entrevista con Álvaro Uribe, en la que nos cuenta todos los detalles acerca de la inspiración y escritura de Autorretrato de familia con perro.

Autorretrato de familia con perro, de Álvaro Uribe, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Tusquets.

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Álvaro Uribe

¿Qué es verdad y qué es mentira?

‘Autorretrato de familia con perro’, una historia familiar no apta para toda la familia

Que no se me confunda con el hombre que firma este libro tras el seudónimo de “Álvaro Uribe”. Yo no he publicado novelas ni cuentos, ni ensayos afligidos de opiniones subjetivas. Yo no pienso que todo texto redactado en primera persona del singular tenga por fuerza que contaminarse de ficción. Yo no he llegado a un punto, o tal vez a una edad, en que no sepa si me gusta menos escribir que haber escrito. Yo no ignoro que esa duda, planteada hace varios años en una revista*, era retórica, porque quien la planteó ha seguido escribiendo hasta ahora. A diferencia de “Uribe”, a quien daré de aquí en adelante su verdadero nombre de Alberto Urquidi Jr., yo en estas páginas no deseo mentir adrede. O para valerme de una expresión que él saqueó de Vargas Llosa: no quiero fabular. Soy historiador y a ratos cronista y me propongo ofrecer un testimonio escrupulosamente verídico acerca de la mujer que Alberto Jr. y yo evitábamos llamar madre.

No todo es desacuerdo entre él y yo. Por convicción profesional y por experiencia personal, sostengo como Alberto Jr. que el otro, el ser semejante y ajeno que los católicos denominan con razón el prójimo, es apenas cognoscible. Los pocos datos que tenemos de los demás proceden de tres fuentes únicas: lo que vivimos con ellos, lo que ellos nos cuentan de sí mismos y lo que terceras personas nos cuentan de ellos. Con esa información siempre sesgada, siempre fragmentaria, siempre insuficiente, debemos construir un trasunto de cada individuo.

Así con Malú, a quien todo el mundo, sin excluir a sus hijos, llamaba sólo por ese apelativo. Nunca mamá ni mucho menos madre: simplemente Malú. Nunca María Luisa ni señora Manterola: nada más Malú, doña Malú. Pese a haber sido una de las primeras personas de quienes tuve noticia, pese a que al principio de mi vida fue una de las personas que más frecuenté, pese a que ya avanzado en la edad adulta seguía siendo una de las personas cercanas a mí, no sé casi nada de ella. Lo poco que sé, y que a veces hubiera preferido no saber, puede resumirse en esta frase que le tomo prestada a Henry James: Malú tenía su propia manera de hacer todo lo que hacía.

Si este libro fuera de mi autoría exclusiva, yo no lo habría empezado con las discutibles opiniones de Felipa Teutle. Que no se me malentienda. No tengo nada en contra de las sirvientas en general ni de Felipa en particular. Al contrario. Estoy consciente de que apenas hay relación humana más íntima que la de las patronas con sus sirvientas y de que nadie pasó más tiempo que Felipa con Malú al final de su vida. Aun así, me parece injusto presentar de entrada a Malú, o a cualquier otro individuo, no como fue en sus mejores momentos sino como era al final.

Puesto a ser biógrafo, yo hubiera comenzado por el principio. Por el principio del principio. Por los padres de Malú. Por la impetuosa juventud de Adán Manterola, mi tocayo e ignoto abuelo, cuya muerte prematura le impediría conocer a sus nietos. Por la adolescencia provinciana de Alicia Godínez, Licha para propios y extraños, cuya legendaria belleza era enemiga natural de la felicidad. Por el noviazgo precoz de un muchacho de diecinueve, más propenso a los negocios que a los estudios, y una muchacha de dieciséis, recién llegada a la Ciudad de México, quienes según la versión oficial no podían salir juntos a ninguna parte, ni siquiera con chaperón, y debían acariciarse y besarse a escondidas entre los barrotes de un zaguán infranqueable. Por el apresurado matrimonio, cuando ninguno de los dos alcanzaba los veintiún años que definían entonces la mayoría de edad. Por la instalación de la pareja en un minúsculo departamento en la colonia Juárez, que a fines de la década de 1920 no era ya el lujoso barrio residencial que había sido a principios del siglo pasado, aunque tampoco parecía condenada a ser la hoy también disminuida Zona Rosa.

Mi relato saltaría de allí al principio propiamente dicho: el advenimiento el 7 de mayo de 1929, luego de cinco o seis meses de vida conyugal, de una niña tan graciosa que de inmediato reconcilió al joven padre con su destino y a la joven madre con su intemperancia. La transmutación de ese bebé sano y corpulento en la pequeña Malú, cuya gran cabeza enriquecida por grandes ojos oscuros y enmarcada por coquetos rizos negros podría haber sido el modelo de la protagonista de una famosa caricatura que empezó a circular por el mundo en 1935. La pequeña Malú, que sin ser una bella indiscutible como su madre, era lo bastante bonita como para seducir incondicionalmente a su padre. La pequeña Malú, que no estaba descontenta, sino más bien satisfecha y hasta agradecida, de ser hija única.

De esa niñez casi olvidada, incluso para la misma Malú, pasaría a la adolescencia. El desarrollo temprano de un cuerpo que nunca rebasaría el metro con cincuenta y cuatro centímetros de su plena estatura, pero compensaría esa brevedad con unos senos rotundos de los que Malú iba a jactarse aun en su vejez y que le valieron el apodo, ideado por su padre lujurioso y difundido por su madre tolerante, de “Chicharra”: conjunción de chichona y chaparra. El internado por un año o por dos, según la desmemoria de Malú cuando lo contaba, en un colegio de monjas en San Antonio, Texas: lujo posible gracias a la creciente prosperidad de su padre, que a mediados de la década de 1930 fundó en los bajos del hotel Regis, junto a la Alameda, una farmacia y fuente de sodas y tienda departamental, todo en uno, concebida a imagen y semejanza del Sanborns, que imitaba a su vez a un tipo de establecimiento muy popular entonces en Estados Unidos. El hallazgo, con el auxilio de sus condiscípulas más avezadas, de una necesidad o una libertad humana que de ahí en adelante se convertiría en la obsesión no siempre inconfesada de Malú: el sexo. La puesta en práctica de ese saber no siempre teórico con los muchachos texanos que, favorecidos por su propia audacia o por la negligencia de las monjas, lograban aproximarse a Malú.

Llegaría de este modo a una fecha que, para Malú como para tantas adolescentes de aquel entonces, constituyó un parteaguas: los quince años. El regreso a México, luego de haber cursado sin galardones pero sin tropiezos una junior high-school de la que Malú conservaría hasta su muerte, junto con otros conocimientos menos intangibles, un manejo correcto del inglés. La fiesta, celebrada en un salón de baile con dos orquestas y una fuente inagotable de hielo seco, en que su padre orgulloso y en el apogeo de sus treinta y cinco danzó repetidamente con una Malú peinada de salón y sofocada de felicidad, mientras su madre medio marchita y con un kilo o dos de sobrepeso los observaba sin condescender a bailar con su marido una sola vez. La noticia, impartida en una tensa reunión familiar pocos días después, de que su padre se había enamorado de la cajera del negocio, apenas tres años mayor que Malú, e iba a separarse de su madre. La mudanza de las dos hembras abandonadas, en 1945, a una casa recién construida en la calle de Tula, en la colonia Condesa, con un jardín sombreado por una higuera y cuatro exiguas recámaras en los altos: propiedad que el padre de Malú, en represalia porque la madre de Malú se rehusaba de manera terminante a darle el divorcio, puso a nombre de su hija en común.

Procedería en seguida a relatar cómo, en los años siguientes, Malú se fue volviendo una mujer seductora. Su primer trabajo remunerado, de telefonista, en la época de oro en que la conexión entre dos números telefónicos debía efectuarse a mano, y la persona que la efectuaba podía escuchar con impunidad lo que se dijera en uno y otro extremo de la línea. Las citas casi clandestinas, casi románticas, en la fuente de sodas de la Farmacia Regis, donde su padre la presentaba a los parroquianos con palabras ambiguas, para sugerir sin afirmar que esa muchacha de senos desafiantes y sonrisa pecaminosa no era su hija sino su “pato”, vale decir: su amiguita íntima. El segundo empleo, conseguido con la connivencia de su padre y contra la voluntad de su madre, como aeromoza en una compañía aérea que administraba vuelos cortos, de dos horas cuando mucho, y cuyas tripulaciones volvían a la Ciudad de México el mismo día y en el mismo avión. La serie de novios por lo común sucesivos, aunque alguna vez simultáneos, con los que Malú se besuqueaba hasta quedar con la boca hinchada y se manoseaba generalmente por encima de la ropa hasta que de su pantaleta empezaba a trasminarse la humedad.

Entonces seguiría con los tres o cuatro acontecimientos que puntuaron su paso a la vida adulta. A los dieciocho: la cirugía plástica para reducirle la nariz, practicada con la oposición de su madre y que Malú, por más que todos sus parientes y allegados la achacáramos sin dudarlo a su ingobernable vanidad, atribuyó siempre a una decisión de su padre, surgida de la conveniencia de corregir un tabique desviado. A los diecinueve: el primer varón, de nombre desconocido por lo menos para mí, con quien compartió la plena desnudez en la cama, aunque nunca, según juraba Malú con vehemencia persuasiva, llegaron a la penetración. A los veinte: no la ruptura pero sí el distanciamiento de su padre, a quien Malú dejó plantado una tarde fogosa para irse a un hotel con su novio, y que le prometió, y le cumplió sin falta, que jamás volverían a tener una de sus citas casi románticas, casi clandestinas, en el bar que se había añadido a los diversos servicios de la Farmacia Regis. Y a los veintiuno: la reconciliación o, mejor dicho, porque no había entre ellas ningún pleito declarado: el establecimiento de una complicidad natural pero largamente postergada con su madre, quien retraída en una gordura creciente y en la determinación de no volverse a ayuntar con ningún otro hombre, veía acaso en Malú, preterida por su galán en favor de una muchacha menos astuta y menos sexual, una posible compañera vitalicia en su empecinada soltería.

En este punto entraría por fin en escena el hombre que a lo largo de mis contribuciones a este libro, que espero no sean tan escasas como Alberto Jr. desearía, llamaré Alberto Sr. o, sin rodeos, padre. Su encuentro por amigos interpuestos con Malú, ella una joven casadera de veintidós años y él un solterón de treinta y ocho. El noviazgo formal, demasiado formal para Malú, quien sin embargo, escarmentada por el rechazo de su novio anterior, no hacía cuando estaba a solas con Alberto Sr. nada que no quisiera él, obviamente experimentado en materia sexual pero no menos obviamente resuelto a casarse por todas las leyes con una virgen. Los reparos nunca atendidos del padre de Malú, a quien le parecía que un dentista sin consultorio propio y sólo cuatro años menor que él, como era en efecto Alberto Sr., resultaba muy poca cosa para los méritos de su hija. Las escapadas de la pareja, cuyo compromiso se había formalizado con recíprocos juramentos solemnes y unívoco anillo de brillantes en el anular de Malú, en viajes de ida y vuelta el mismo día a Acapulco, adonde se transportaban en un avión bimotor poseído y piloteado con presumible imprudencia por un amigo de Alberto Sr. que también llevaba a su novia, y en donde Malú podía contemplar sin desdoro el cuerpo firme y flexible de su inminente marido.

El primer capítulo de mi relato culminaría, por supuesto, en la boda. La insólita propuesta del padre de Malú, quien luego de conceder la mano de su hija instó con toda seriedad a los prometidos a que en vez de malgastar una pequeña fortuna en una fiesta ociosa, emplearan el dinero que él de cualquier modo iba a poner para fugarse adonde les diera la gana. La negativa de Alberto Sr., por principio, y de Malú, por creer con razón que su madre se moriría de vergüenza si ella cohabitaba con un hombre sin mediar matrimonio. El banquete posterior a la misa, en que los convidados de la familia Manterola, advertidos de la modestia del novio por el quisquilloso padre de Malú, protagonizaron el ridículo de asistir al convivio con sus ropas más usadas y discretas, mientras que los de la familia de Alberto Sr., sobre todo las damas, vestían con lujo aparatoso y hasta con pieles de chinchilla y de zorro absolutamente superfluas en el calor del 23 de mayo de 1952 en la Ciudad de México. La luna de miel, prevista para Acapulco, dónde si no allí, pero consumada a medio camino a la costa, en Taxco, porque los recién casados viajaban en coche y la carretera era entonces muy larga y muy sinuosa, y Malú, secundada al fin en sus deseos por Alberto Sr., ya no podía más.

Éstas y algunas otras cosas habría referido yo para delinear un perfil justo de Malú al principio del libro. Pero Alberto Jr., con base en la idea subjetivamente atendible aunque historiográficamente cuestionable de que la memoria es caprichosa y rara vez opera de modo lineal, prefiere entreverar los hechos y las fechas sin parar mientes en que así no sólo enrarece la vida de su protagonista sino que complica la del lector.

Extracto de Autorretrato de familia con perro, de Álvaro Uribe.

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SINOPSIS: Por el hecho azaroso de nacer unos minutos antes que Adán, siete minutos para ser exactos, su gemelo, Alberto Urquidi Jr., fue siempre considerado el mayor de los dos. Y no sólo eso, sino el hermano más inteligente, sensato, desenvuelto, maduro y tenaz. Para decirlo sin rodeos: todo lo que Malú, su madre, siempre quiso ser y reflejó en una descarada predilección por el primogénito. Pero no nos dejemos engañar: ¿no es este tan sólo el punto de vista de un desdichado hermano menor? Para conocer a Malú, con todo y su personalidad caprichosa y exuberante, y descubrir la causa de esta persistente injusticia familiar, habrá que leer también la versión de quienes la conocieron de cerca: su amiga más íntima, su sirvienta, su contador, su cirujano plástico, su nuera, sus vecinos y, no menos importante, Canuto, el perro y rey de la casa. Un tumultuoso y placentero meandro de testimonios acompasado por la eterna pregunta: ¿qué hermano, después de toda una vida de pleitos, podría considerarse más cercano a su madre y, por ende, más feliz? Dejemos que el lector sea quien juzgue, sin dejarse influenciar por la indiscreta opinión de todos sus personajes, qué es verdad y qué es mentira en esta historia magistralmente estructurada y narrada de esta familia.

Autorretrato de familia con perro, de Álvaro Uribe, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Tusquets.

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Álvaro Uribe

¿Qué es verdad y qué es mentira?

En el buró de Álvaro Uribe (II)

Álvaro Uribe es el autor del libro de ensayos Leo a Biorges, de las novelas Morir más de una vez, Expediente del atentado, La lotería de San Jorge, El taller del tiempo, Por su nombre; y de la biografía Recordatorio de Federico Gamboa.

Es uno de los autores más reconocidos de Tusquets, y por eso hoy te compartimos esta entrevista actualizada con él, en la que descubrirás qué libros está leyendo en este momento, y cuáles lo han marcado por diferentes razones.

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¿Cuál ha sido el mejor libro que ha leído este año?

Dudo entre la Trilogía transilvana de Miklós Bánffy y All that is (Todo lo que es) de James Salter, pero al final me quedo con Canadá de Richard Ford.

Si tuviera que escoger a una o un novelista favorito, ¿cuál sería?

De otros idiomas (que no por fuerza conozco): Guerra y paz de Lev Tolstói. En español: La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa.

¿Qué tipo de historias son las que le atrapan?

Las buenas.

¿En qué manera influyen en su vida los libros que lee?

De mil maneras. Me entretienen, me instruyen, me ponen a pensar, me dan ejemplos positivos o negativos de cómo escribir, me proporcionan temas de conversación, me alivian de la tristeza y me acompañan en la alegría.

¿Qué libro nos sorprendería encontrar junto a su cama?

A mí me sorprendería encontrar un libro de cocina. Soy tan ignorante del arte culinario que se me queman las ensaladas.

¿Cuál ha sido el libro que más le ha marcado?

Las Obras completas de Jorge Luis Borges.

Su lugar favorito para leer es…

La cama.

¿Cuál es el primer libro que recuerda haber leído?

El tercer ojo de Lobsang Rampa.

¿Había libros en su casa cuando era niño?

Sí. Unos diez.

¿Tiene un héroe o personaje favorito de literatura infantil?

Mis héroes infantiles son Supermán, Batman, Spiderman, Ironman y el Capitán América.

¿Cuál ha sido el mejor libro que le han regalado?

El Diccionario de construcción y régimen de la lengua española, en ocho tomos, de R. J. Cuervo.

¿Qué libros están en su buró en este momento?

Sleepwalkers (Sonámbulos) de Christopher Clark, sobre los orígenes de la Primera Guerra Mundial, y la novela histórica Augustus de John Williams.

¿Qué libros adornan la mesa de su sala?

No uso los libros como adorno. En la mesa de mi sala se apilan números recientes de varias revistas culturales en español y en inglés.

¿Cuál fue el último libro que le hizo llorar?

Uno mío, aún en estado manuscrito, que decidí no publicar.

¿Cuál fue el último libro que le hizo reír?

Dos antologías, de narrativa y de ensayo, de Augusto Monterroso.

¿Cuál fue el último libro que le hizo haber deseado ser usted quien lo escribió?

Canadá de Richard Ford.

¿Cuál fue el último libro que abandonó sin terminar de leerlo?

Uno de un amigo cuyo nombre, por razones obvias, prefiero no mentar.

¿A qué escritor, vivo o muerto, le gustaría conocer? ¿Qué le preguntaría?

A Jorge Luis Borges y no le preguntaría nada; simplemente, lo dejaría hablar.

Su siguiente lectura será…

Probablemente El adversario de Emmanuel Carrère.

«Literatura e historia, hermanas distantes», una charla que no te puedes perder

La tradición cultural de creación y crítica que la revista Letras Libres heredó de Vuelta, conjuga en su centro la relación que existe entre la literatura y la historia.

Ambas publicaciones convocan a grandes mentes para que por medio de la belleza del lenguaje poético y narrativo retraten la realidad mundial.

¿Cuáles serían los valores que legitiman el discurso de la realidad, ya sea desde la tradición literaria o desde las lecturas de la historia?

Invitación Pensar en voz alta septiembre

En una nueva sesión del ciclo Pensar en voz alta, el historiador y fundador de Letras Libres, Enrique Krauze, conversará con el escritor Álvaro Uribe sobre el tema Literatura e historia, hermanas distantes.

Esta charla se llevará a cabo el próximo martes 23 de septiembre, a las 19:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México.

La entrada será libre.

En el buró de Álvaro Uribe

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¿Cuál ha sido el mejor libro que ha leído este año?

Burning the Days, uno de los dos volúmenes de memorias de James Salter.

Si tuviera que escoger a un o una novelista favorito, ¿cuál sería?

Echaría un volado entre Henry James y Lev Tolstoi, pero me quedaría con Gustave Flaubert.

 ¿Qué tipo de historias son las que le atrapan?

Originalmente me gustaba la ciencia ficción. De ahí pasé a la literatura fantástica. Hoy me resigno a gozar del mero realismo, que incluye a las novelas históricas.

 ¿En qué manera influyen en su vida los libros que lee?

Me ocupan, me entretienen, me instruyen, me ponen a pensar y, con suerte, me enseñan a escribir.

 ¿Qué libro nos sorprendería encontrar en su buró?

A ustedes, no sé. A mí me sorprendería encontrar uno de autoayuda.

 ¿Lee alguna vez autoayuda? ¿Qué puede recomendar?

Ni en defensa propia. A menos que la pornografía se considere autoayuda.

 Si pudiera conocer a un personaje literario, ¿a quién elegiría?

En mi juventud me habría gustado conocer a la Maga, representante del eterno femenino en Rayuela. Ahora preferiría frecuentar a “Borges”, el protagonista y narrador de tantos cuentos de Borges.

 ¿Cuál ha sido el libro que más le ha marcado?

Rayuela, de Julio Cortázar, me hizo creer que era posible y deseable escribir yo mismo un libro, aunque no fuera tan bueno como ése.

 Su lugar favorito para leer es…

Cualquiera de los dos sillones gemelos que se apoltronan en la sala de mi casa.

 Si tuviera que recomendarle un libro a los políticos mexicanos, ¿cuál sería?

El primero que se me ocurre es El Gatopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, pero sospecho que muchos ya lo han leído.

 ¿Cuál es el primer libro que recuerda haber leído?

Vergonzosamente, yo de niño no leía libros sino comics: de Marvel (Spiderman, Iron Man, Avengers) y DC (Superman y Batman). No sé si saltar de ahí a Lobsang Rampa haya sido natural.

 ¿Había libros en su casa cuando era niño?

No más de 20.

 ¿Tiene un héroe o personaje favorito de literatura infantil?

Spiderman.

¿Cuál ha sido el mejor libro que le han regalado?

El Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana, de R.J. Cuervo, editado en ocho tomos por Herder.

 ¿Qué libros están en su buró en este momento?

The Pound Era, un magistral ensayo o serie de ensayos de Hugh Kenner, y Dusk, cuentos de James Salter.

 ¿Qué libros adornan la mesa de su sala?

La sala de mi departamento es también la biblioteca y en la mesa no hay adornos: sólo varias pilas de revistas más o menos literarias.

 ¿Cuál fue el último libro que le hizo llorar?

Uno mío, aún inédito y sin título, que el año pasado me estaba quedando bastante mal.

 ¿Cuál fue el último libro que abandonó sin terminar de leerlo?

En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust. Y cada año me hago el propósito, hasta ahora incumplido, de retomarlo y leerlo completo.

 ¿A qué escritor, vivo o muerto, le gustaría conocer? ¿Qué le preguntaría?

A Borges, y le preguntaría quién es “Borges”.

 Su siguiente lectura será…

El héroe discreto, la novela más reciente de Mario Vargas Llosa.