¿Por qué escribí ‘Alguien allá arriba te odia’?

La escritora del libro Alguien allá arriba te odia, Hollis Seamon, escribió una carta en la que explica, brevemente, por qué y cómo surgió la historia de Richie, el increíble chico volador, un joven con una enfermedad terminal que vive en un hospital.

Les presentamos la carta y el booktrailer del libro en su versión en español.

Por Hollis Seamon

Alguien allá arriba te odia comenzó hace muchos años cuando mi hijo de cuatro años iba al Centro Médico Presbiteriano de Columbia en Nueva York, mejor conocido entonces como Babies Hospital, debido a las múltiples cirugías y otros tratamientos que se realizaban allí.

Entre 1976 y 1990, él fue un paciente reincidente. Así les decían a los niños que regresaban con frecuencia a hospitalizarse. Estos niños se conocían durante sus visitas a Babies, e inmediatamente se hacían amigos. Cuando estaban suficientemente bien, jugaban videojuegos en la estancia, asistían de mala gana a sus sesiones escolares matutinas y corrían a través de los pasillos con antiguas sillas de ruedas de madera. Aprendían a usar los postes para el suero intravenoso como scooters, impulsándose con un pie y luego poniendo los dos en la parte inferior del poste, navegando por los corredores mientras las bolsas de líquidos intravenosos ondeaban por encima de ellos. Esa era la parte divertida de estar en Babies.

Por otro lado era doloroso, sufriendo largas esperas para volver a casa. Mi hijo siempre estaba ansioso por irse y lo celebrábamos cada vez que llegábamos. Pero algunos de esos niños nunca dejaban el hospital. Y en muchas formas Babies  nunca me dejó.

Los pacientes de Babies que me impresionaron más fueron los adolescentes, divertidos y desgarradores a la vez. No importaba que tan enfermos, miserables, incómodos, o en qué tipo de peligro mortal estuvieran. Esos niño eran tercamente desafiantes, como buenos adolescentes: rebeldes, malhablados, irreverentes. ¡Cuántos quebraderos de cabeza daban a enfermeras, doctores y a padres por igual! Era maravillosamente divertido.

A menudo los adolescentes de nuestro piso se reunían en la estación de enfermeras a altas horas de la noche. Hablaban, reían, coqueteaban. Yo me recostaba en el catre junto a la cama de mi hijo y escuchaba sus voces, que hilaban historias a través de las largas noches en vela. Cuando el sueño venía, esos sonidos se tejían con mis sueños. Ahí es donde nació Richie, el narrador de 17 años de Alguien allá arriba te odia.

Él representa a todos esos brillantes, bocones, indomables, feroces y vivos niños. ¿Qué me gustaría que los lectores se llevaran de esta novela? La alegría de vivir. Esto es lo que Richie tiene que decir al respecto… «Es increíble estar vivo, no importa nada más. Todo en la vida gira acerca del hecho de que nunca se sabe, todo debe ser sorpresa. Cierto. ¿Y quién lo sabe?».

Quien sea, donde quiera que sea, siempre, hasta el último minuto, puede haber tiempo para convertirse en un héroe.

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