‘Nos imputaron la muerte del perro de enfrente’, de Alejandro Hernández

Todo empezó cuando llegaron unos hombres con chamarras de cuero y pistolas en el cinto y a puntapiés nos despertaron. “¡Ya les llegó su hora hijos de la tristeza!”, nos gritaron, y luego nos dijeron que nosotros habíamos sido. Cuando nos llevaron a Tres Piedras, los curiosos se amontonaban alborotados con tal de tener la satisfacción de vernos, amarrados de pies y manos, de manera que apenas si podíamos andar. Las señoras nos gritaban quién sabe qué tanta cosa y los hombres se nos quedaban viendo como si cada uno tuviera aun motivo para odiarnos. Algunos niños se arrimaban para mirarnos de cerca con unos ojos de insoportable y acusadora inocencia. Pero lo que se me hizo más triste, lo que me dolió hasta el fondo del alma, fue cuando más allá de todo el gentío descubrí la figurita de miel de Victoria de San Lucero. Tenía los ojos parecidos a los ojos del llanto y su cara toda estaba sombreada por la melancolía de los ángeles. Eso sí me abrió las venas y me exprimió el pensamiento. ¡Cómo hubiera querido correr hacia ella y de rodillas decirle yo no fui, te juro que nosotros no fuimos! Se lo grité en silencio, se lo dije con los ojos, pero ella estaba tan lejos, tan sola, tan llena de recuerdos nuestros… La gente empezó a cubrirla y yo me alcé en las puntas de los pies para seguirla viendo, pero ya la había perdido, la había perdido sin haber tocado nunca sus manos de mujer. Y entonces, como si con eso pudiera remediar algo, atisbé mis dedos, que alguna vez habían acariciado sus manos de niña. Me reproché haber buscado tantas veces y con tanta terquedad la muerte, cuando pude haber dedicado el mismo tiempo a buscar la vida a su lado.

Extracto de Nos imputaron la muerte del perro de enfrente, de Alejandro Hernández.

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SINOPSIS: Esteban y Efraín Olmedo son acusados de matar al perro de enfrente, por lo que deben de ser castigados al cometer crimen tan atroz. Pero, ¿los huesos son de perro o de humano? Un hombre es enviado a Tres Piedras, un pueblo olvidado, a investigar un homicidio que lleva cinco años oculto. El lector, junto al investigador irán encontrando las claves para resolver el misterio.

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