‘Me hago bolas con el amor’, un libro para los que buscan libertad sentimental

Iba yo ensimismada caminando por una estrecha calle cuando, de repente, veo aproximarse a una pareja que avanza hacia mí con paso decidido. Parecen contentos, se ríen y se hacen cariños. Yo levanto la cabeza y los reto a que intenten pasar, pero la parejita no tiene intención de apartarse o de soltarse las manos para que quepamos todo. Ellos esperan claramente que les ceda el paso; pero mi madre, desde muy pequeña, me enseñó a cederles el paso sobre todo a las personas mayores, mas de las «parejas felices» nunca mencionó nada (nótense las comillas escépticas). Los miro sin pestañear; cada vez están más cerca, caminan rápido, yo acelero también el paso, estamos ya a la misma altura de la calle y cuando ya casi vamos a chocar, ella le suelta a él la mano y en posición de fila india pasan a mi lado a regañadientes. La calles es MÍA. ¿Qué he ganado con este reto estúpido? Pues oye, yo me entretengo, y por otro lado pretendo acabar con la tiranía de las parejas que creen que por ser más en número merecen más espacio. A ver si por estar sola tengo que arrinconarme para que ustedes disfruten de su amor. No. Solidaridad la justa, sin pasarse de la raya.

Algunas veces estoy tomando un café junto a un ventanal, ocupando una mesa grande yo sola, y entran dos que se creen muy enamorados, pero que acabarán rompiendo como todo el mundo, y me miran como diciendo: «Quítate, vete a una mesa pequeña y deja pasar a quienes estemos en pareja». Pues mira, ahora que lo pienso, igual y me paso aquí toda la tarde…

Y en otras ocasiones voy sentada en el metro y a mi derecha se sienta una chica y a mi izquierda un chico; intuyo que son pareja y podría moverme, pero no lo hago por su bien; todos sabemos que la distancia en el amor es muy sana, Mírame a mí, que estoy a años luz de mi alma gemela y lo feliz que soy.

Los solteros debemos protegernos de la aparente felicidad de las parejas, porque todo el mundo sabe que se trata de un complot para que nos sintamos desgraciados por no seguir el rumbo del sistema.

Extracto de Me hago bolas con el amor, de Bárbara Alpuente.

Me hago bolas con el amor portada

Me hago bolas con el amor, de Bárbara Alpuente, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Planeta.

SINOPSIS: A las mujeres nos han enseñado (y por supuesto que también a los hombres) que una de las misiones en la vida es encontrar una pareja de la cual enamorarse, para después casarse, tener hijos, envejecer y morir, feliz o infeliz, pero eso sí, con la encomienda cumplida. Lo que nunca nos enseñan es cómo encontrarnos con nosotras, cómo perseguir nuestros objetivos ni cómo explorar nuevos caminos, sobre todo cuando las cosas no han resultado como planeábamos. Me hago bolas con el amor no es un discurso a la soledad, sino a la libertad, sea lo que esto signifique, porque quizá es momento de comenzar a pensar que, para ser una mujer completa, sólo necesitamos dejar de sentir que somos una mujer a medias.

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