‘Maldito Karma’ una novela de David Safier

El día de mi muerte no tuvo ninguna gracia. Y no sólo porque me muriera. Para ser exactos, eso ocupó como mucho el puesto número seis de los peores momentos del día. En el puesto número cinco se situó el instante en que Lilly me miró con ojos de sueño y me preguntó:

-¿Por qué no te quedas en casa, mamá? ¡Hoy es mi cumpleaños!

Al oír la pregunta, me vino a la cabeza la respuesta siguiente: «Si hace cinco años hubiera sabido que tu cumpleaños y la entrega de los Premios TV coincidirían un día, habría procurado que nacieras antes. ¡Con cesárea!».

Pero me limité a decirle a media voz:

– Lo siento, tesoro.

Lilly se mordisqueó la manga del pijama con tristeza y, como yo no podía aguantar más esa mirada, rápidamente añadí la frase mágica que vuelve a poner una sonrisa en cualquier cara infantil triste:

-¿Quieres ver tu regalo de cumpleaños?

Yo aún no lo había visto. Se tuvo que encargar Alex, porque yo, con tanto trabajo, hacía meses que no iba a comprar a ningún sitio. Tampoco lo echaba de menos. No había nada que me pusiera más nerviosa que perder un tiempo precioso en la cola del supermercado. Y las cosas hermosas de la vida, desde ropa hasta zapatos y productos de cosmética, no me hacía falta ir a comprarlas. Me las suministraban amablemente las mejores marcas por ser Kim Lange, la presentadora del programa de televisión de debates más importante de Alemania. La revista Gala me incluía entre las «mujeres mejor vestidas que rondaban los treinta», en tanto que otra gran revista de prensa rosa me definían menos halagadoramente como una «castaña regordeta con cartucheras». Me querellé contra la revista porque yo había prohibido publicar fotos de mi familia. 

-Aquí tenemos a una preciosa mujercita que quiere su regalo -grité desde casa.

Y desde el jardín llegó el eco de una respuesta:

-¡Pues esa preciosa mujercita tendrá que venir aquí!

Cogí de la mano a mi emocionada hija y le dije:

-Anda, ponte las zapatillas.

-No quiero ponérmelas -protestó Lilly.

-¡Te vas a resfriar! -advertí.

Y, antes de que hubiera encontrado un argumento razonable contra esa lógica infantil cerrada y obtusa, Lilly ya corría descalza por el jardín, resplandeciente de rocío.

Extracto de Maldito Karma, de David Safier.

maldito karma portada

Maldito Karma, de David Safier, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Booket.

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