‘Los periodistas’ de Vicente Leñero

Ocho de julio: santa Isabel de Portugal. Ocho de julio: el santo que mi madre ya no se celebra desde que murió mi padre. Ocho de julio: hace quince años nació la segunda de nuestras hijas y le pusimos Isabel y hoy Isabel anda en un campamento en California y le prometimos telefonearla para felicitarla. Ocho de julio: asamblea extraordinaria de Excélsior.

Una patrulla de la policía circulaba por la lateral de Reforma. Otras más han estado dando vueltas a la manzana – me informó Gonzalo Álvarez del Villar- y cruzando por la acera de enfrente. Según dice Ramón Márquez hace un rato subieron a la redacción dos agentes de la secreta, enseñaron sus credenciales y preguntaron dónde está el salón de asambleas. Hay muchos agentes en la calle: van de reforma a Bucareli donde Regino mandó custodiar la entrada con halcones, carajo son halcones o porros o ve tú a saber pero eso sí no son trabajadores de Excélsior. Andan armados, se les nota la pistola arriba de la nalga. Reynaldos y Belmont bajaron a talleres y vieron muchos porros acuartelados recibiendo instrucciones de Antonio Zavala y de Manuel Camín –su hijo ha estado con nosotros pero es oreja, yo creo-. Los reginistas se pasaron la noche en vela, entrándole al trago y a la coca: están cruzadísimos, se les echa de ver en los ojos, dímelo a mí. No salen de rotativas, pero no han ocupado el salón de asambleas, está cerrado con llave. A Marcelo Castillero lo dejaron asomarse nada más y encontró todo muy en orden, dice, ya están las sillas y la mesa, todo.

-¿Ya llegó Julio?

-Está en su despacho.

Como otros compañeros, Hero Rodríguez Neumann y Manuel Sandoval se habían amanecido en el periódico. Ahora estaban en la subdirección, haciendo reproducciones del manifiesto de los colaboradores extraído de la rotativa por los reginistas. Me relataron cómo Laura Medina le echó valor al asunto: sin acobardarse por las procacidades que el gritaban, fue y les quitó las matrices de la plana y las trajo aquí y estamos haciendo copias para repartirlas en la calle.

-Mis respetos para Laura –dijo Manuel Sandoval.

-¿Y Julio?

-Está adentro con mi papá, con Gastón, con don Abraham, con Hernández Campos.

También con Froylan López Narváez, Genaro María González y al poco tiempo llegó Ricardo Garibay. Se repetían las noticias, las descripciones de la gente extraña a la cooperativa y del clima de tensión cabrona según me lo acababa de definir Gonzalo Álvarez del Villar, hijo de Pedro, reportero de la sección deportiva pero antes reportero aprendiz en Revista de Revistas.

Extracto de ‘Los periodistas‘ de Vicente Leñero

Periodistas

SINOPSIS Luis Echeverría expulsó en 1976 a Julio Scherer García director del diario Excélsior. Este golpe del gobierno al periódico a uno de los episodios más importantes del país. Los Periodistas es una novela testimonial de este período y de aquellos que defienden y luchan por la libertad de expresión.

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Vicente Leñero

Obra indispensable para entender una época álgida de la historia política del país

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