‘La luz eterna de Juan Pablo II de Valentina Alazraki’

Durante el pontificado de Juan Pablo II, todos fuimos testigos de acontecimientos extraordinarios, de modo que lo que vimos en los últimos días de su vida no fue otra cosa que la “cosecha” de su existencia. Él sembró mucho amor; pudo dar a la gente, con el ejemplo de su vida, además del sentido de pertenencia, la certeza de ser amados. En su totalidad, los seres humanos necesitan sentirse aceptados y queridos. Juan Pablo II logró transmitir esta sensación. Encarnó la paternidad universal. Como no todos forman parte de la Iglesia católica, él fue más allá de la pertenencia a ella. Fue el jefe de ésta, sí, pero la apertura de su corazón, de su mente, de sus brazos hacia las personas que no creían o creían en otro Dios hizo que todos se sintieran apreciados y tomados en cuenta. Ésta es la base del consenso universal del que goza.

El cristianismo es la religión de la Encarnación. Juan Pablo II fue Papa, pero también fue hombre. En efecto, vimos de qué manera supo vivir su vida en una forma auténtica, de qué manera logró, como hombre, el ideal de la vida cristiana. En la vida de los santos se ve este horizonte humanístico extraordinario del cristianismo. La santidad no está despegada de la vida de todos los días, sino arraigada en nuestra naturaleza. La gente se dio cuenta de que la santidad de Juan Pablo II pasa a través de la percepción de esta humanidad extraordinariamente rica, profunda, auténtica, vivida con transparencia, sin escatimar esfuerzos ni energías.

Él estaba consciente de esta dimensión humana de la santidad, lo que lo llevó a proclamar muchos beatos y santos. Se le acusó de haber hecho “una ´fabrica de santos”, pero su intención fue demostrar que dentro de todo ser humano hay valores y potencialidades. Se portó como un padre exigente que pide a sus hijos que alcancen metas importantes en el camino hacia la santidad, pero que al mismo tiempo tiene confianza en ellos.

Extracto de La luz eterna de Juan Pablo II de Valentina Alazraki.

LuzEterna

SINOPSIS La autora  tuvo más de cien viajes con Juan Pablo II y de aquí encontró la inspiración para escribir varias obras. Este libro narra la despedida del Papa más cercano de México. Un testimonio que revela detalles inéditos del predicador que sigue en la memoria y el corazón de miles de personas.

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