‘La cena secreta de Javier Sierra’

El muro Norte acogía la representación de la Última Cena más extraordinaria que Marco hubiera visto jamás. Allí estaba Jesús, presente en carne y hueso, en el centro exacto de la composición. Tenía la mirada lánguida y los brazos extendidos, como si estudiara de reojo las reacciones de sus discípulos a la revelación que acababa de hacerles. A su lado estaba Juan, el amado, que escuchaba a Pedro susurrarle. Si se afinaban los sentidos, casi podía vérseles mover los labios. ¡Eran tan reales!

Pero Juan ya no estaba recostado sobre el maestro como decía el Evangelio. Incluso daba la impresión de no haberlo estado jamás. Al otro lado de Cristo, Felipe, el gigante se mantenía en pie hundiendo sus manos en el pecho. Parecía interrogar al Mecías: <<¿Acaso soy yo el traidor, Señor?>>. O Santiago el Mayor, que sacaba pecho cual guardaespaldas, jurándole lealtad eterna. <<Nadie te hará daño mientras yo esté cerca>>, fanfarroneaba.

-¿Y bien, Marco? Aún no te has pronunciado.

-No sé, maestro… -titubeó-. Esta obra vuestra tiene algo que me desconcierta. Es tan, tan…

-¿Tan…?

-Tan próxima, tan humana, que me deja sin palabras.

-¡Bien! –aplaudió Leonardo, secándose las manos en el mandil-. ¿Lo ves? Sin pretenderlo, ya estás más cerca de mi secreto

-No os entiendo, maestro.

-Y tal vez no lo logres nunca –sonrió-. Pero escucha lo que voy a decirte: todo en la naturaleza guarda algún misterio. Las aves nos ocultan las claves de su vuelo, el agua encierra a buen recaudo el por qué de su extraordinaria fuerza… Y si lográsemos que la pintura fuera un reflejo de esa naturaleza, ¿no sería justo incorporar en ella esa misma y enorme capacidad para custodiar información? Cada vez más sublime de las artes. No te quedes nunca en su superficie: penetra en la escena, muévete entre sus elementos, descubre los ángulos inéditos, husmea en la trastienda… y así alcanzarás su verdadero significado. Pero te lo advierto: se necesita valor para ello. No pocas veces lo que encontramos en un mural como éste dista mucho de lo que esperábamos hallar. Dicho queda.

Extracto de «La cena secreta» de Javier Sierra.

CENA

SINOPSIS

Fray Agustín Leyre, el inquisidor dominico experto en interpretación de mensajes cifrados es enviado a supervisar una pintura y de descifrar la identidad que protege el remitente de las cartas anónimas que le llegan al papa Alejandro VI, las cuales le advierten que el controvertido Leonardo da Vinci está cometiendo una traición: ha convertido el mural de La Última Cena en una obra diabólica, los apóstoles están pintados sin su halo y se ha retratado a él, dándole la espalda a Jesucristo. Lo que descubre cambiará para siempre nuestra forma de ver la pintura de este genio.

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La primera novela española que ha entrado en el Top Ten de los libros más vendidos de The New York Times.

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