‘En ausencia de guerra’ de Edgardo Cozarinsky

Escribo estas notas donde pasará la noche deseando dormir, temiendo soñar. Hace pocas semanas cumplí cincuenta y cinco años. Desde hace algún tiempo, cuando duermo en un avión, me visitan los muertos. No son agresivos, pero su sola presencia, aun afable, reanima momentos que hubiese deseado archivados para siempre, me pone frente al que fui. Mis muertos no lo están necesariamente para el estado civil. Están muertos para mi afecto, para el diálogo. Cuando era joven, recuerdo, los viajes me prometían una vida imaginaria. En otro país, en otro idioma, esperaba dejar atrás un reflejo de mí donde no quería reconocerme, un yo que no correspondía a la vida que deseaba, al papel que en ella aspiraba a tener. En mi primer viaje sentí rotas todas las ataduras, creí posible borrar la distancia que me separaba de expectativas más reales que la vida cotidiana. El joven que fui durmió poco en aquel viaje y nunca soñó. Su vigilia era un sueño despierto.

Con los años, en cambio, siento que viajo cargado con todo lo que hace a una vida ya imposible de relegar, y esa carga se adhiere a toda decisión, aun a todo sentimiento. Así como los innumerables caminos abiertos ante el joven se van estrechando cada vez que elige uno de ellos, el viajero adulto solo recupera por momentos efímeros, volátiles, un recuerdo de aquella liviandad perdida.

Viajo de Buenos Aires, la ciudad donde nací y ahora vivo, a París, una ciudad con la que fantaseaba en mi adolescencia y donde más tarde viví más años de los que hubiese debido. Esto no me impide gozar de los primeros días que paso en ella cada vez que vuelvo. En el reencuentro hay una magia leve que es frágil, lo sé, pronta a disiparse. Y esto la hace más preciosa.

Como esas delgadas hojas de mica plateada que en mi infancia intentaba separar de las piedras a orillas de un arroyo en Córdoba. Se quebraban en minúsculos fragmentos al tenerlas en la mano.

‘En ausencia de guerra’ de Edgardo Cozarinsky

GUERRA

SINOPSIS Un escritor escéptico y su amante, una joven anarquista  se internan en una novela negra llena de venganzas heredadas y violencia reprimida. Una carta de 1977 encontrada en 2013 dentro de un libro. La llave de una caja de seguridad en un banco suizo, recibida de una persona muerta. Una pesadilla argentina que te convierte en cómplice.

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Un impactante relato que nace con los “años de plomo” argentinos y los enlaza con la corrupción generalizada del presente.

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