‘El relojero ciego’, de Richard Dawkins

Nosotros, los animales, somos las cosas más complejas del universo conocido. Nuestro universo, por supuesto, es un pequeño fragmento del universo real. Puede haber objetos más complejos que nosotros en otros planetas y es posible que algunos sepa ya de nuestra existencia. Pero esto no altera la idea que quiero exponer. Las cosas complejas merecen siempre una explicación muy especial. Queremos saber cómo empezaron a existir y por qué son tan complejas. Es probable que la explicación, como se verá más adelante, sea la misma en términos generales para todas las cosas complejas de cualquier parte del universo; la misma para nosotros, que para los chimpancés, los gusanos, los robles y los monstruos del espacio exterior. Por contraposición, no será así para lo que llamaré cosas “simples”, como rocas, nubes, ríos, galaxias y estrellas. Éstas son materia de la física. Los chimpancés, los perros, los murciélagos, las cucarachas, la gente, los gusanos, las flores, las bacterias y los seres de otras galaxias lo son de la biología.

La diferencia radica en la complejidad del diseño. La biología es el estudio de las cosas complejas que dan la impresión de haber sido diseñadas con un fin. La física es el estudio de las cosas simples que no nos incitan a invocar un diseño deliberado. A primera vista, objetos hechos por el hombre, como los ordenadores y los coches, parecen excepciones. Son complejos y están, obviamente, diseñados con una finalidad, sin embargo carecen de vida y están hechos de metal y plástico en lugar de carne y hueso. En este libro los trataré como objetos biológicos.

La reacción del lector a este planteamiento puede consistir en preguntar: <<Sí, pero ¿son realmente objetos biológicos?>> Las palabras están a nuestro servicio, no al revés. Por diferentes razones, nos resulta conveniente utilizar palabras con distinto sentido. La mayoría de los libros de cocina clasifican la langosta como un pez. Los zoólogos se quedarían pasmados al leerlo, y señalarían que las langostas podrían llamarse peces a los humanos con mayor justicia, ya que los peces son una especia más cercana a los humanos que a ellas.

Extracto de El relojero ciego, de Richard Dawkins.

RELOJERO

SINOPSIS: El biólogo Richard Dawkins explica los conceptos de la teoría de la evolución de Darwin que a mediados del siglo XIX transformó la imagen que el ser humano se había hecho sobre sí mismo y el puesto que ocupaba en la naturaleza y a partir de esto argumenta sobre la selección natural que no obedece a ningún plan preestablecido.

El relojero ciego, de Richard Dawkins, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Tusquets.

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