México cuenta con 112 millones de habitantes. Alrededor de 9 millones están inválidos debido al alcoholismo, que afecta seriamente a casi la mitad de la población total, en razón de que el promedio de miembros por familia es de cinco personas. A esto habría que agregar a personas ajenas al ámbito familiar, tales como colegas de trabajo, vecinos, víctimas inocentes de accidentes de tráfico, etcétera. Además, el alcoholismo causa daños materiales y al medio ambiente, amén de pérdidas financieras ocasionadas por errores cometidos y por el ausentismo laboral.
Según Luis Berruecos, 70 por ciento de los accidentes son causados por el alcoholismo, y 60 por ciento de los traumatismos se deben a lo mismo; 80 por ciento de los divorcios se asocian a este problema, así como 49 por ciento de los suicidios, y se considera que el 64 por ciento de los homicidios también se relacionan con el alcohol. A estas cifras hay que agregar los problemas de toxicomanía, farmacodependencia, ciberdependencia y los de dependencia afectiva y sexual, entre otros. La dependencia y los problemas asociados afectan a una parte importante de la población mexicana, siendo el alcohol la droga que genera una mayor problemática. Y de acuerdo con las Encuestas Nacionales de Adicciones de 2011, sólo 6.8 por ciento de los enfermos reciben tratamiento.
Pero el problema de las adicciones no toca nada más a México, sino que se ha globalizado y la mayoría de los países lo sufren. Los titulares dicen: «Rusia muere. La población disminuye a gran velocidad. El alcohol mata a toda una nación». Sería el factor más importante para explicar la evolución negativa de la esperanza de vida en aquel país y en muchos otros.
Es cierto que en los últimos años ha habido un interés creciente por el tema de las adicciones. Los estudios científicos, médicos, psicológicos, farmacéuticos y sociales revelan la complejidad de la problemática de la adicción. Se han multiplicado libros, congresos y seminarios dedicados a este tema. Sin embargo, las dificultades encontradas en el entorno de los adictos aún no parecen tener derecho de presencia. En muchos programas de formación de profesionales de la salud -sean estudiantes de Medicina, de Psicología o de Enfermería-, puede verse que el problema de la adicción se presenta sin mencionar el entorno del adicto. ¿Se trata de una mayoría silenciosa?
Es evidente que la adicción no afecta solamente a la persona que la sufre, sino a su entorno próximo y lejano. Por eso, cuando tratamos el problema de la adicción, no podemos seguir ignorando lo que sucede a su alrededor.
Extracto de Desde el corazón de la codependencia, de Daniela Danis.
Desde el corazón de la codependencia, de Daniela Danis, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós.