Warren Buffet no es el mejor administrador de fondos del mundo, como tampoco lo son George Soros ni Bill Gross. El mejor administrador del mundo es un hombre del cual probablemente jamás haya oído hablar usted, a menos que sea físico, en cuyo caso lo habrá adivinado de inmediato. Jim Simons es el coinventor de un método matemático brillante conocido como las 3-formas de Chern-Simons, uno de los aspectos más relevantes de la teoría de cuerdas. Se trata de un concepto abstracto, abstruso incluso (hay quien lo acusa de ser demasiado abstracto y especulativo), pero ha convertido a Simons en una leyenda viva. Simons es el típico científico cuyo nombre se pronuncia entre susurros en los departamentos de física de Harvard y Princeton.

Simons tiene aspecto de catedrático, con un cabello blanco y fino y una barba rala y desgreñada. En sus contadas apariciones en público, suele vestir una camisa arrugada y un blazer, una indumentaria muy alejada de los trajes de chaqueta impolutos y las corbatas que lucen la mayoría de los corredores de bolsa de élite. Simons rara vez lleva calcetines. Sus aportaciones a la física y a las matemáticas son completamente teóricas y se centran, principalmente, en clasificar los rasgos de las formas geométricas complejas. De hecho, resulta difícil catalogarlo de «hombre de números», pues, una vez se alcanza su nivel de abstracción, los números, o cualquier otra cosa parecida a las matemáticas tradicionales, se antojan un recuerdo remoto. Tampoco es alguien a quien uno imaginaría removiendo las aguas turbulentas de la gestión de «hedge funds» o fondos de cobertura.

Y, sin embargo, ahí lo tenemos, convertido en el fundador de la empresa Renaissance Technologies, que disfruta de un éxito extraordinario.

Si quieres saber más del papel que ha jugado la física en el mundo de los negocios, debes leer Cuando los físicos asaltaron los mercados, de James Weatherall.

Cuando los físicos asaltaron los mercados, de James Weatherall, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Ariel.