‘El lugar donde habitan tus sueños de Margarita La Diosa de la Cumbia’

Imagínate que vamos a iniciar un viaje tú y yo; en él vamos a hablar de lo que ha sido mi camino, y desde tu corazón podrás ver el tuyo. Lo primero que quisiera que te preguntaras es: ¿a dónde quieres ir? Cuál es ese sueño tan grande que has querido construir y que quizá está esperando a que lo hagas realidad.

La vida tiene sentido en la medida en que le demos un motivo y la llenemos de un horizonte que nos permita entusiasmarnos. Hay sueños grandes y pequeños- todos son importantes y valiosos si le aportan felicidad a cada uno de nuestros días. Yo quisiera que ahora pensaras en esos sueños y solo les permitieras venir a tu mente sin condición ni pregunta alguna.

Permítele a tus sueños estar ahí mientras lees este libro. No te preguntes cómo los vas a hacer realidad porque el cómo es la mejor forma de decirle NO a esos sueños, ya que la respuesta vendrá desde tus limitaciones, no desde tu fe, y la fe es algo increíblemente amplio que uno aprende poco a poco.

No hay nada más placentero que ver la sonrisa de una persona cuando ha conseguido algo que para ella era importante; pues bien, esa sonrisa será mi mayor regalo cuando hayas alcanzado los sueños que aquí, en este camino, juntos, decidas hacer realidad.

He aprendido que el primer paso en la construcción de un sueño es un pensamiento, y por eso quiero que te preguntes qué piensas de ti, cuál es la imagen que tienes de ti.

Observarte con humildad te va a permitir descubrir esas creencias que tienes sobre ti mismo y que quizá han marcado tu vida hasta ahora. Si crees que eres una víctima, es posible que sigas viviendo como víctima. Las víctimas están sumidas en el dolor y se alimentan de dolor y de drama. A una víctima no le conviene materializar un sueño porque necesita quejarse, encontrar culpables y regodearse en el fracaso.

Hoy en día la palabra éxito se ha reinterpretado. Una persona exitosa es aquella que ha logrado conseguir un equilibrio en su vida, y en ese equilibrio está el logro de sus sueños. Nadie sabe cómo es la vida perfecta más que uno mismo, que sabe qué quiere y qué no quiere en su vida. Si te consideras exitoso y ese éxito es real, quizá tu vida esté en equilibrio perfecto. Por ello es tan importante que te observes para ver dónde estás.

Letra a letra yo he ido encontrando esas pequeñas cosas de mi vida que me han permitido solidificar mi parte emocional y alcanzar ese éxito-equilibrio del que hablo. Me ha costado observar la historia de mi vida con todo y sus momentos dolorosos, pero también con una gran dosis de humildad para reconocer que no hubo un solo acontecimiento que no me sirviera para algo. Hoy sé que todos los capítulos de nuestra historia son necesarios.

Extracto de ‘El lugar donde habitan tus sueños’ de Margarita La Diosa de la Cumbia

MARGARITA

SINOPSIS MargaritaLa Diosa de la Cumbia nos comparte sus recuerdos y experiencias, no como un relato sino como una enseñanza para alcanzar los sueños por más grandes que sean con sólo la fuerza del corazón. A su lado descubrimos las lecciones que nos tiene la vida para cumplir lo que anhelamos.

‘La herida de Paulina’ de Elena Poniatowska

MAMÁ, ME VIOLÓ ESE HOMBRE

-Apenas íbamos a hacer un año en Mexicali, faltaban nueve días –cuenta María Elena, la madre cuyos rasgos de expresión son fuertes y determinados –cuando le pasó “eso” a Paulina. ¡Y ahora sí que a enfrentar todo lo que venía! Cuando vi cómo estaba mi hija, me desesperé y pensé que a ese hombre lo podría yo despedazar, hacerle lo peor. Encontré a Paulina con las piernas sucias de sangre: “Mamá, me violó ese hombre”.

“-¿Cómo? –le dije.

“-Sí –me dijo.

“Ora sí que como es una niña, la desgració. Salí a la calle, corrí busqué, pasó un taxi y le pedí auxilio: ‘Oiga, usted trae radio, pida ayuda’, le rogué, ‘háblele a la policía’. ‘Sí’, respondió. Vi que despegó el radio pero no sabría decir si llamó o no, llevaba un peaje, arrancó en seguida y ya no supe más.

“Por más que les grité a mis vecinos, nadie, nadie salió. Cuando llegó Humberto, se encargó de ir a traer a las autoridades. Tuvimos mucha ayuda de la policía porque cada que agarraban a un ladrón, nos avisaban y en el transcurso del mes, apañaron a un violador.

“’La autoridad’ llamó a las víctimas Paulina y Yanet para que identificaran al violador Julio César Cedeño Márquez, apodado el Cuervo. Su ficha policiaca data del 24 de abril de 1986 y cuenta con cuarenta encarcelamientos. Es de religión católica y adicto a la heroína. En enero de 1991 fue detenido tres veces, el 10 de enero por agresión, intoxicado con heroína, el 14 por asalto y golpes y el 25 por riña en el bar Azteca.

“A raíz de ‘eso’ nos cambiamos con mi hijo Humberto –explica María Elena-: ‘Vénganse para acá, yo las cuido’. No ha dejado de hacerlo. Mi esposo es pescador y se la pasa en el mar.

-Yo tenía mucho miedo y mucho frío. No quería dormir sola –cuenta Paulina-. Desde que me paso “eso” siento que alguien me sigue y se va a meter a la casa. No se me quita la impresión, tanto que me pongo a temblar. No puedo comer. Antes no era llorona, ahora aunque no quiera, se me salen solitas las lágrimas.

Extracto de ‘La herida de Paulina’ de Elena Poniatowska

Paulina

SINOPSIS En 199 Paulina Ramírez, de tan sólo 13 años, sufrió una violación y le fue negado abortar. Grupos religiosos intervinieron y los médicos se negaron a interrumpir el embarazo. Este relato es una crónica que conmovió al país.

Así funciona el «star system» hollywoodense: el legendario caso de Theda Bara

Una de las características más notables del cine es su inmediatez. No tenemos que hacer demasiado esfuerzo por creer que aquello que vemos moverse en la pantalla se está moviendo de verdad, y que el ambiente, todo aquello que rodea lo que está en movimiento, efectivamente existe. Tendemos a ver una película como quien mira a través de una ventana. La famosa «magia del cine» debe consistir, básicamente, en esa capacidad que tiene para suspender nuestra incredulidad y convocar nuestra fe: creemos efectivamente en lo que vemos.

Uno de los primeros vehículos de esa fe lo constituyeron las estrellas. El término tiene orígenes controvertidos, aunque es evidente que refiere a algo que brilla por sí solo. Cuando los estudios se establecieron en Hollywood, quedó claro que esa identificación con los real tenía como vehículo al actor, y que cuanto más atractiva fuera la figura, mayor sería su capacidad de convocar al público. Era muy obvio que el trabajo de una actriz como Lillian Gish en los films de Griffith, de Chaplin en las comedias de Sennett o en las propias, y de un acróbata como Douglas Fairbanks en films de aventuras habían creado alrededor de las personas-personajes un aura. No se iba a ver The Thief of Bagdad (El ladrón de Bagdad, Raoul Walsh, 1924), sino la última aventura de Fairbanks. No se veía The Gold Rush (La quimera del oro, Charles Chaplin, 1925) sino lo que Chaplin tenía para ofrecer. El inglés es, quizás, quien mejor comprendió la potencia del personaje como vehículo y lazo con el espectador.

Por cierto, no hay que olvidar que los dueños de los estudios eran empresarios que sabían de cine, y que en las dos primeras décadas del siglo XX la publicidad sentó sus raíces definitivas. El star system, denominación al mismo tiempo estética e industrial, nace de esa necesidad de combinar lo real con la fantasía. De paso, solicitamos al lector que mantenga esta idea de la fusión entre la real y lo inventado durante el resto del libro, pues vamos a volver a eso. De regreso a las estrellas, cuenta la leyenda que la primera fue Theda Bara y que su aparición en el cine fue producto de una serie de operaciones publicitarias notables. Theodosia Goodman era una chica nacida en 1885, de padres de clase media, un poco atraída por la actuación. En una versión de la leyenda, la chica no tenía formación actoral, y en otra, logró trabajar de extra en algunos films. Sea como fuere, en 1915 el director Frank Powell vio que tenía el rostro justo para interpretar a la protagonista del film A Fool There Was (Esclavo de una pasión), producida por William Fox, a quien le pareció momento de cambiar el nombre de la chica e incluso inventarle una historia, una «película» en la vida real. Acortó su nombre, explicó que su padre era árabe (de allí el «Bara», «arab» al revés, aunque otra versión del mito dice que Theda Bara era anagrama de «muerte árabe»), le rebajó cinco años de edad y la rodeó de un halo de misterio: era la primera vampiresa, la mujer come-hombres, etcétera. Y esto porque el film trataba de un intachable corredor de bolsa corrompido por las malas y lujuriosas artes de la fémina. Todo fue un éxito: tanto la película como la «instalación de marca» de Theda Bara, que filmó ese mismo año otras seis.

Si quieres saber más sobre los secretos del mundo del cine, entonces no puedes perderte Todo lo que necesitas saber sobre cine, de Leonardo D’Espósito.

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Todo lo que necesitas saber sobre cine, de Leonardo D’Espósito, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós.

3 bookets de Marc Levy

No hace faltar estar enamorado o enamorada para acercarse a leer historias maravillosas que se relacionen con este sentimiento. Con estos 3 BOOKETS de Marc Levy, él se encargará de hacerte suspirar.

1. ‘Las cosas que no nos dijimos’

Julia está a punto de casarse y a cuatro días de la boda recibe la llamada del secretario personal de Anthony Walsh, el padre ausente de Julia a quien no ha visto hace más de un año. Y no podrá ir a la boda, pero tiene una excusa: ha muerto. Al día siguiente del entierro, Julia recibe un extraño paquete, una sorpresa de su padre. Julia se embarca a descubrir el pasado inesperado que le hará conocer y acercarse a su padre. ¿Las segundas oportunidades existen? Tal parece que sí, pero  solamente si nos nosotros mismos nos damos la oportunidad.

2. ‘La química secreta de los encuentros’

Para encontrar al hombre más importante de tu vida debes primero localizar a las seis personas que te llevarán a él. ¿Existe el destino? Para llegar a él hay que empezar a caminar. Este libro divertido y encantador te hará feliz con la historia de Alice.

3. ‘El primer día’

Una mujer francesa apasionada, inteligente e independiente ha convertido su trabajo, la arqueología, en la pasión de su vida.  Quiere encontrar los restos del primer homínido que caminó en la Tierra. Un hombre inglés, solitario y taciturno tiene una pasión por la astronomía. Quiere saber cuál fue la primera estrella. Los dos están buscando respuestas a sus preguntas, pero en verdad están buscándose el uno al otro.

LEVY

Grandes descubrimientos que surgieron en momentos de ocio: Isaac Newton y la gravedad

Todos conocen la historia de la manzana de Newton. La teoría de la gravedad es, en la actualidad, el principio científico más básico.  Sin embargo, en la época de Newton la noción de gravedad en cuanto fuerza fundamental del universo resultaba extraña. De hecho, para la mayoría de las personas de aquel entonces, las fuerzas invisibles que actuaban sobre las cosas a distancia eran o demoníacas o divinas.

Para el mismo Newton resultó difícil aceptar la realidad de la acción a distancia. En rigor, desalentó a otros que procuraban indagar en la causa verdadera de la gravedad y los instó, en cambio, a que sólo se concentraran en el hecho de que sus propios cálculos y experimentos funcionaban correctamente, sin intentar saber por qué.

Visto a través de la lente de nuestra cultura contemporánea de la administración del tiempo, sentarse en el jardín y entregarse a una «actitud contemplativa» es una total pérdida de tiempo. Semejante (falta de) actividad le indicaría a cualquier empleado de Recursos Humanos que Newton podría no ser un empleado en el que confiar. ¿Habrá escrito Newton: «5 pm: sentarse en el jardín, contemplar objetos que caen» en su lista de tareas pendientes? ¿Puede creer alguna persona razonable que Newton haya tenido una lista de tareas pendientes?

Newton era, de hecho, famoso por su ética obsesiva del trabajo. Podía sentarse en el jardín sin hacer nada porque jamás se le hubiera ocurrido que sentarse en el jardín y entregarse a la contemplación fuera una pérdida de tiempo.

Hoy en día, encontramos muchas revistas de gran circulación que nos hablan de la necesidad de programar el «tiempo de inactividad», porque las exigencias de los horarios controlados por las corporaciones con inhumanas. Por supuesto, nadie menciona de manera explícita la raíz del problema. Nos aconsejan «programar» el tiempo libre, siempre que no entre en conflicto con nuestras obligaciones. El tiempo de inactividad se promueve, en realidad, como una manera de optimizar la productividad.

En el sentido más literal, Newton era su propio jefe. Trabajaba cuando quería y se sentaba en el jardín cuando le placía. Seguramente, el lector dirá que, en la economía moderna, tal actitud resultaría inviable y poco realista. Y yo responderé que, entonces, merecemos la falta de dinamismo intelectual a la que nuestra economía nos obliga.

Antes de Newton, las ciencias naturales se encontraban en una fase de transformación. El período que va de finales del siglo XV al siglo XVIII es el que muchos consideran como la etapa crucial de la revolución científica en la historia humana. En esa época, Copérnico, Kepler, Galileo, Brahe y Newton realizaron aportes fundamentales para el avance de las ciencias. En el siglo XVII, en especial, tuvo lugar una explosión intelectual que significó un incremento repentino y cuantioso de nuestra comprensión del universo. El conocimiento del mundo natural empezó a expandirse a un ritmo caracterizado por una aceleración continua, que aún no se ha detenido. La comprensión humana de la naturaleza pasó de la creencia supersticiosa a la ciencia verdadera.

En el transcurso de esa revolución, nació una comunidad científica que empezó a publicar revistas especializadas y a mantener reuniones muy similares a los congresos actuales. En los siglos que transcurrieron desde la época de Newton, las ciencias naturales realizaron avances increíbles. En general, pensamos en Newton frente a la manzana que cae como una especie de momento afortunado en la historia de la ciencia. Cualquiera que sea el origen real de la historia, después de ver caer la manzana y elaborar su teoría, Newton escribió uno de los trabajos científicos más importantes de la historia, Philosophiæ naturalis principia mathematica, donde presenta la teoría formal de la gravedad.

Newton no se encerró en su escritorio, arrancándose los pelos, tratando de descubrir por qué los objetos se mueven hacia la Tierra y los planetas giran alrededor del Sol, desesperado por la proximidad de un plazo inminente. Tampoco había un experto en productividad espiándolo y observándolo para asegurarse de que estuviera trabajando con eficiencia. Bien podemos imaginar que mientras descansaba relajado en una tarde templada en su jardín, rodeado del sonido reconfortante del trino de los pájaros y el susurro de las hojas acunadas por la brisa, habrá cerrado los ojos o se habrá quedado con la mirada perdida, sin fijarla en nada en especial.

Si quieres conocer más historias como la de Newton, en las que se reivindica el valor del ocio como un elemento indispensable para la creatividad, entonces lee El arte y la ciencia de no hacer nada, de Andrew J. Smart.

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El arte y la ciencia de no hacer nada, de Andrew J. Smart, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós.

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Andrew Smart

Aprende a optimizar tu tiempo con los descubrimiento más actuales de la neurociencia

6 bookets para encontrar la espiritualidad

En la vida acelerada y rutinaria que tenemos ¿en verdad nos damos un momento para pensar sobre lo que hicimos en el día? O sólo estamos pensando en lo que vamos a hacer después, no en el ahora. ¿Dónde queda la conciencia de la felicidad? ¿Dónde está nuestro momento para respirar hondo y con tranquilidad? ¿Nos valoramos? ¿Somos conscientes de la vida que llevamos? Aquí te recomendamos 6 BOOKETS para encontrar esa espiritualidad que ves lejana.

1. ‘365 tips para cambiar tu vida’ de Héctor Apio Quijano

365 tips, ejercicios, actividades, relatos, reflexiones, frases sabias, hechizos… Un instructivo completo para vivir en un ambiente más saludable, satisfactorio y feliz. Cambiar el switch en la manera de pensar, actuar y reaccionar. Libérate de la ansiedad, las presiones, las enfermedades y todo lo que es dañino para tu salud emocional y espiritual.

2. ‘Te amo… pero soy feliz sin ti’ de Jaime Jaramillo

El amor es divino, nos puede hacer sentir muchas cosas, como miedo, vacío, sufrimiento, apego. Creo que entonces ya no estamos hablando de amor. No hay que distorsionar la felicidad que sentimos. Con este libro podrás vivir el verdadero amor con libertad y plena conciencia.

FELIZ

3. ‘El milagro de Mindfulness’ de Thich Nhat Hanh

El maestro zen nos comparte ejercicios para aprender el arte del mindfulness, acompañados de anécdotas emotivas que nos ayudarán a entender mejor sus enseñanzas. El mindfulness es una práctica milenaria que nos invita a estar despiertos en cada momento de la vida. Este tipo de meditación nos permite conocernos a profundidad.

4. ‘Cuando Dios llega, los milagros ocurren’ de Neale Donald Walsch

Historias extraordinarias de los milagros de la vida. Relatos inspiradores para aquellos que buscan mensajes poderosos que provocan milagros.

MILAGROS

5. ‘Cambia tu vida’ de Augusto Cury

Un libro que programa tu vida con lo mejor para tu crecimiento. Vivir sin estrés, ansiedad o depresión, mejorar las relaciones interpersonales, estimular tu liderazgo y llegar hasta la sabiduría y la pasión por la vida.

6. ‘El viaje a la felicidad’ de Eduardo Punset

¿Cómo llegar a ser plenamente felices? Tal parece que su búsqueda ha sido una aventura humana, un viaje incierto y sin final. Con este libro nos acercamos a los descubrimientos científicos en torno a la felicidad y sobre cómo encontrarla.

FELICIDAD

4 principios que siguen las personas que quieren cambiar el mundo

Dice Chris Guillebeau, autor de El arte de no conformarse (Paidós), que la mayoría de las personas que han logrado un cambio fundamental en el mundo lo han hecho mediante el uso de estos 4 principios.

Chécalos y aplícalos cuanto antes, si tu objetivo es cambiar el mundo y vivir la vida que quieres.

1. Debes ser receptivo a ideas novedosas.

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No me interesa si eres liberal o conservador, creyente o agnóstico, rico o pobre, o de cualquier otra de esas categorías en que suelen agruparnos quienes gustan de discutir. De hecho, creo que muchas de estas descripciones excluyentes son dicotomías artificiales, diseñadas para enfrentar entre sí a las personas sin una buena razón. En el mejor de los casos, son irrelevantes para nuestra discusión y, en general, vamos a ignorarlas.

No obstante, debes ser receptivo a las ideas novedosas. Esto no significa que debas aceptar ciegamente las ideas nuevas sino que las consideres cuidadosamente antes de desecharlas. Asimismo, deberás poner en duda algunas ideas viejas que tal vez tengas todavía. Trátese de este libro o de cualquier otra fuente, casi nada será 100 por ciento pertinente para tu situación. Tu objetivo será concentrarte en lo que sí es pertinente y poner en práctica esas ideas en tu vida.

2. Debes sentirte insatisfecho con el status quo

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Debes sentir el deseo de ir más allá de lo que ves alrededor. Si estás satisfecho con el estado actual de las cosas, te deseo lo mejor pero este libro no te ayudará. A lo largo de las siguientes páginas voy a librar un ataque brutal contra el status quo. El status quo cuenta con sus defensores y con una mayoría pasiva que acepta las cosas como son; el público de este libro consta de las personas que se sienten insatisfechas y están listas para un cambio. Para darte una idea de lo que representa el status quo, échale un vistazo a la lista de las «11 reglas para vivir una vida ordinaria y mediocre». Esta lista y sus variantes representan una vida estable y cómoda. No es exhaustiva, y es posible que puedas agregar algunas entradas a partir de experiencias propias o de personas conocidas.

Así como pocos te criticarán por lanzarte de un puente si todos los demás están haciéndolo, una vida como esta te aísla de los desafíos y los riesgos. También es una vida de muda desesperación que te deja con una pregunta persistente: ¿Esto es todo lo que la vida tiene para ofrecer? ¿Me perdí de algo? Si quieres algo diferente a una vida de muda desesperación, continúa leyendo.

3. Debes estar dispuesto a responsabilizarte de ti mismo

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Debes hacerte responsable de lo que ocurra en tu futuro, bueno o malo. Nuestro pasado puede tener cierta responsabilidad en definir quiénes somos actualmente, pero no tiene por qué marcar nuestro futuro. Si tuviste una infancia terrible o alguien te hirió profundamente en el pasado, esta es tu oportunidad para desafiarlos. Si tu infancia fue feliz y no sabes de dolor ni de desventajas sociales, estás en mejor posición que todos los demás. A mayores privilegios, mayores responsabilidades: es momento de echarle ganas.

Cualquiera que sea tu posición en ese continuo, a partir de ahora, ganes o pierdas, debes estar dispuesto a responsabilizarte de ti mismo.

4. Debes estar dispuesto a trabajar duro

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Muchas personas creen que la clave para mejorar su vida es trabajar menos. Yo considero que es trabajar mejor. Creo que la mayoría es trabajar duro, pero en una actividad que nos dé energía e influya positivamente en los demás. Ese es un trabajo por el que vale la pena luchar, y el otro es uno que vale la pena abandonar, lo hayamos terminado o no. A menudo, los momentos más memorables de nuestra vida son los más difíciles, no los fáciles. Resulta satisfactorio superar los desafíos, pero el hecho mismo de enfrentarlos también es valioso.

Si quieres conocer más tips para alcanzar la vida que quieres y cambiar el mundo, entonces no te pierdas El arte de no conformarse, de Chris Guillebeau.

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El arte de no conformarse, de Chris Guillebeau, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós.

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Chris Guillebeau

Sienta tus propias reglas. Vive la vida. Cambia el mundo

La terrible y mala suerte de Silvio Berlusconi

Hay gente con muy mala suerte en la vida. Uno de los casos más graves es el de Silvio Berlusconi, aunque sea uno de los hombres más ricos de Italia. Ha estado siempre, de una u otra manera, no se sabe cómo, rodeado de la Mafie y esto le ha creado molestos problemas, no solo de imagen. Debe quedar claro desde el principio: nunca le han condenado por nada de esto. Pero es una situación especialmente incómoda para un millonario y además primer ministro de Italia, país del G-8, en 1994, de 2001 a 2006 y de 2008 a 2011. Y que aún sigue activo. Ya se habrán ido fijando en las páginas anteriores que a medida que nos acercamos a la actualidad empieza a aparecer su nombre, y verán cómo ahora van a ir desfilando por sorpresa personajes muy gordos que ya hemos conocido.

Esto de Berlusconi y la Mafie es una cuestión muy ignorada. Quizá también es casualidad, pero a lo mejor hasta es deliberado. Es decir, algo silenciado. Prueben a buscar en una librería italiana alguno de los libros que hablan de esto. Mucho de lo que ha salido a la luz se sabe por libros de vida difícil y casi imposibles de encontrar, escritos en los noventa, cuando Berlusconi irrumpió en la política. El magnate persiguió a sus autores en los tribunales, perdiendo siempre, y luego desaparecieron de la circulación y no hubo reediciones. Raramente, por no decir nunca, estas historias se han abordado en televisión. Por supuesto no en sus cadenas ni en las públicas, y mucho menos cuando gobernaba él. Jamás la oposición ha dicho nada, por no alterar la presunción de inocencia, no alimentar su victimismo o cualquiera sabe por qué. Estas historias son en Italia algo como de eruditos y pesados. O más bien un tabú. Es uno de esos asuntos en los que es mejor no meterse. Pero vamos a meternos un poco, porque este señor sigue siendo muy importante y a menudo en el extranjero solo se le tiene por un simpático sinvergüenza, un cachondo mental. Además siempre ha controlado medios de comunicación en España, y lo sigue haciendo. También numerosos medios españoles están en poder o participados por empresas italianas, potencialmente influenciables en el pasado por alguien que era primer ministro y sigue siendo uno de los hombres más ricos y poderosos de Italia. Esto tampoco se dice mucho.

Si quieres saber más sobre la relación entre Silvio Berlusconi y la mafia, no dejes de leer Crónicas de la mafia, de Íñigo Domínguez.

Crónicas de la mafia - Portada

Crónicas de la mafia, de Íñigo Domínguez, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Crítica.

¿Quiénes son los ‘Ángeles de la muerte’ y por qué debemos temerles?

¿Qué hace que un hombre o una mujer que se ha comprometido por ética profesional a cuidar a personas vulnerables o enfermas se desvíe de modo dramático de esa exigencia moral y llegue a convertirse en el asesino de esas mismas personas? Ésta es la cuestión que se dilucida aquí, y la respuesta ciertamente no es sencilla.

Los psiquiatras han cuñado la etiqueta diagnóstica de «síndrome de Munchhausen por proximidad» para describir a los padres (típicamente la madre) que hieren o enferman a sus hijos a propósito porque tienen la necesidad inconsciente  de ser atendidos y considerados padres competentes y abnegados. El nombre procede de un barón alemán que contaba historias extraordinarias e inventadas a sus amistades. El nombre oficial actual es Trastorno facticio (fingido) por poderes.

Cuando los padres llevan al hospital a sus hijos, una y otra vez, están diciendo al mundo «qué dura es su vida y cuánto quieren a sus hijos que siempre están dispuestos a ayudarles». No buscan incentivos externos, sólo satisfacer la necesidad patológica de ser valorados ante los demás. El mejor modo de demostrar que son padres sacrificados sería poner a las personas a las que más aman (sus hijos) en situación de riesgo -más o menos grave- para que, gracias a su entereza, reciban los cuidados que al final les devolverán la salud. Claro que, en determinados casos, la lesión o herida puede ser muy grave o tener complicaciones inesperadas, con el resultado de que esa ayuda llegue tarde o sea inefectiva, o que sean tantas las ocasiones en las que el niño enferma o sufre lesiones que finalmente no consigue sobrevivir.

Esta patología, sin embargo, sólo explicaría una parte de los llamados casos de los «ángeles de la muerte» -expresión que agrupa al personal sanitario o de prestación de cuidados que atiende a enfermos o personas vulnerables-, los casos en los que una enfermera, por ejemplo, busca esa sensación de reconocimiento y competencia haciendo enfermar a los niños a los que cuida para luego desvivirse en salvarles la vida o en cuidarlos de modo obsesivo. Podemos decir que aquí la madre ha sido sustituida por la enfermera. Ésta no quiere matar al niño al que atiende tan solícitamente, sólo ponerlo en peligro, herirlo, para al fin devolverle la salud… y de nuevo volver a empezar.

En efecto, la mayoría de los ángeles de la muerte no pretenden simular que salvan a alguien o no buscan cuidar con esmero al sujeto al que repetidamente enferman, sino que directamente persiguen matarlo. No, desde luego, nada más tener relación con él o ella, pero sí pasado un tiempo más o menos largo (semanas o meses, generalmente) como consecuencia de una determinada relación que el profesional ha establecido con su paciente, y cuyas claves para tomar la decisión de matarlo o dejarlo con vida no son siempre comprensibles. Lo único cierto es que son «sus pacientes», y que éstos pueden vincularse con su psicología mórbida de múltiples formas: el asesino puede considerarlo molesto, ofensivo o demasiado débil como pare merecer seguir viviendo. En otras ocasiones, raras, hay motivos económicos, o bien ciertos deseos de venganza por algún agravio que el cuidador pensó que no debió de recibir de quien ahora es su víctima. Tampoco podemos descartar en algunos casos un sentimiento erótico profundo derivado del acto de matar.

Si quieres conocer casos específicos de estos «ángeles de la muerte», no dejes de leer Perfiles criminales: un acercamiento a los asesinos en serie más famosos de la historia, de Vicente Garrido Genovés.

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Perfiles criminales: un acercamiento a los asesinos en serie más famosos de la historia, de Vicente Garrido Genovés, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Ariel.

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Los libros de Garrido, aparte de ser rigurosos, fascinan por su lenguaje divulgativo y por incluir siempre ejemplos reales.

¿A qué se deben las constantes manifestaciones de estudiantes alrededor del mundo?

Otra vez me han vuelto a enviar preguntas unos periodistas italianos… Otra vez les ha llamado muchísimo la atención el último «suceso extraordinario» que ha copado los titulares, pero, en esta ocasión, a diferencia de la última, no les preocupa el desahucio y la expulsión de los romaníes sino las propuestas callejeras de los estudiantes. Me preguntaron: «En estos momentos, hay manifestaciones de estudiantes por toda Europa. A estos jóvenes se les llama la generación Cero: cero oportunidades, porvenir cero. ¿Cómo podría reconstruirse el futuro de estos jóvenes? ¿Qué modelo de sociedad puede volver a llevar la esperanza a las personas de veinte años?». Algunos de mis interlocutores estaban claramente preocupados por el grado de violencia que acompañaba a dichas protestas estudiantiles. «Algunos provocadores iniciaron los incidentes, pero los manifestantes no los aislaron. ¿Hay en estos jóvenes algún tipo de rabia profunda? ¿En qué se parece a la que ya conocíamos de ocasiones pasadas? ¿Qué motivos pueden desencadenarla?».

Yo traté de aventurar algunas respuestas lo mejor que pude… Concretamente, dije lo siguiente: Hay sin duda bastante revuelo, que expresa una mezcla explosiva de temor justificado por el futuro y de búsqueda desesperada de vías de escape a la ansiedad y las ganas de bronca resultantes. Las probabilidades de estas explosiones sucesivas aumentan todavía más si cabe porque la población estudiantil se concentra, día tras día, en campus masificados (en una época en la que las concentraciones comparables de obreros industriales son cada vez más infrecuentes): la intensidad de la indignación, el grado de inflamabilidad y la inclinación a la violencia son factores que tienden a incrementarse cuanto mayor es el tamaño y la densidad de la multitud concentrada… En cuanto se produce la condensación adecuada, hasta los individuos más moderados y pacíficos pueden amalgamarse y cuajar en una multitud enfurecida.

Pero vamos a cuidarnos de extraer conclusiones precipitadas y de caer en la tentación de las inferencias fáciles. Es demasiado pronto para sacar conclusión alguna. En lo que sí deberíamos esforzarnos, sin embargo, es en no olvidar la necesidad de meditar detenidamente, aprender y absorber la espectacular lección que la actual agitación estudiantil nos enseña. Por desgracia, ese olvido podría comenzar en breve, desde el momento mismo en que terminen las manifestaciones por las calles y su «valor noticioso» deje de inflar los niveles de audiencia televisivos. La tendencia a olvidar y la vertiginosa velocidad del olvido son, para desventura nuestra, marcas aparentemente indelebles de la cultura moderna líquida. Por culpa de esa adversidad, tendemos a ir dando tumbos, tropezando con una explosión de ira popular tras otra, reaccionando nerviosa y mecánicamente a cada una por separado, según se presentan, en vez de intentar afrontar en serio las cuestiones que revelan.

La tribulación actual de los estudiantes (futuros titulados a quienes, cuando ingresaron en las universidades hace un par de años, se les prometieron puestos de trabajo fantásticos en cuanto acudieran al mercado laboral armados con sus títulos y eso era lo que esperaban obtener) es otra versión de la lastimosa suerte que han corrido también millones de compradores de viviendas, igualmente frustrados porque se les prometió y se les hizo creer que los valores inmobiliarios crecerían a perpetuidad y que, por consiguiente, no tendrían problema alguno en pagar sin esfuerzo el préstamo y los intereses de sus hipotecas. En ambos casos, se presupuso una prosperidad basada en una presunta disponibilidad ilimitada (de oportunidades de empleo en el primer caso; de crédito, en el segundo) y se creyó que ésta duraría indefinidamente. Cada vez fueron más las personas que compraron viviendas con préstamos cuyo pago no se podían permitir. Y cada vez más personas iban a la universidad soñando con puestos de trabajo a los que, siendo realistas, no podían aspirar sin obtener un título universitario. Como se ha hecho ya más evidente, las garantías en torno a la solidez de la situación anunciadas a bombo y platillo por los bancos, los emisores de tarjetas de crédito y los filósofos neoliberales, así como por los practicantes políticos del neoliberalismo, que manaban profusamente del optimismo oficial (y, por tanto, ¡dotado de toda la autoridad!) impregnando el estado de ánimo general de la población, fueron engañosas y, en buena medida, deshonestas. Ni el volumen de empleos de ensueño en la City y en los puestos de avanzada de la tecnología de vanguardia, ni la inflación de los precios inmobiliarios, ni el caudal del crédito al consumo son (ni, de hecho, podían ser) infinitos. La burbuja se hinchaba más allá de lo que daba de sí y tenía que estallar, como no tardó en hacer. Los estudiantes son unas de las víctimas más frustradas y exasperadas de ese estallido. También son las más activas y resueltas: intentan defenderse contra el daño perpetrado y contra quienes lo perpetraron. Después de todo, la combatividad, el espíritu de acción colectiva y la determinación para hacer frente común, hombro con hombro, son mucho más fáciles entre personas acostumbradas a congregarse diario en aulas, como es el caso de los estudiantes, que entre las dispersas y, en último término, aisladas víctimas de las ejecuciones hipotecarias, o entre los millones de trabajadores administrativos y fabriles recién despedidos, que se han acostumbrado a llorar y lamerse las heridas en solitario, cada uno por su cuenta.

Si quieres saber más sobre el origen de los conflictos estudiantiles alrededor del mundo, y de paso entender un poco más a nuestra sociedad, entonces lee Esto no es un diario, de Zygmunt Bauman.

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Esto no es un diario, de Zygmunt Bauman, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós.

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Bauman es uno de los pensadores sociales más clarividentes de nuestra época