‘After’ de Anna Todd al cine

La popular serie de Anna Todd, After, será llevada a la pantalla grande. Después de alcanzar millones de lectores con su fan fiction y ser publicada en más de 23 países, la historia de Tessa será transformada en película por Paramount Pictures.

Los productores de películas como 17 Again, Hairspray y Rock of Ages, Adam Shankman y Jennifer Gibgot, serán los encargados de este nuevo formato de After.

La pregunta ahora es, para todos los fans, ¿a qué actores les gustaría ver en los papeles protagonistas?

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Via: El País

GALERÍA: Árboles de navidad hechos con libros

Porque la navidad y los libros son dos cosas que van de la mano, y porque no podemos dejar de pensar en ellos ni siquiera en estas fechas, te compartimos una pequeña galería de árboles de navidad hechos con libros o con elementos propios de los libros.

Esperamos que te gusten, y que sirvan de inspiración si aún no has puesto tu arbolito en casa.

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Y bueno, ya que andamos tan navideños, te compartimos el siguiente video, que hicimos pensando en los lectores que gustan de estas fechas.

‘Destroza este diario’: dale un toque creativo a tu Navidad

De acuerdo a la tradición, Navidad es una noche de paz, una noche de amor. Pero, ¿qué pasaría si a esas características añadiéramos una nueva, digamos: creatividad?

¡Navidad es una noche de creatividad!

Y qué mejor para poner la tuya a prueba que cumpliendo los retos que propone Destroza este diario, un libro de Keri Smith que hará que te ensucies, manches y luzcas como un loco ante el resto de la gente.

¿No lo crees? Entonces, tienes que ver esto:

Destroza este diario  es una forma completamente distinta de vivir un libro. Keri Smith nos reta. Pone nuestro cerebro en marcha y nos lleva por el camino de la creatividad. Destroza este diario es arte, creatividad, juego,  imaginación, pensamiento e ideas en revolución.

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Destroza este diario, de Keri Smith, está disponible en librerías bajo el sello Paidós.

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“Somos 25 mil jóvenes lectores”

Planeta Joven llegó a los 25 mil lectores en su cuenta de Facebook, por lo que estamos de fiesta. Celebramos, por supuesto, regalando libros y promoviendo la lectura. Tenemos dos paquetes con los siguientes títulos juveniles:

  • Gothic More (Lorena Amkie), El Chico Malo (Abbi Glines) y Cazadores de Sombra: Ciudad de Hueso (Cassandra Clare).

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  • ¡Buenos Días Princesa! (Blue Jeans), Azul Profundo (Jennifer Donnelly) y Guinness World Records 2015 en 3D.

DSC09828 ¿Cómo me los gano?

  1. Envía un correo a [email protected] titulado “Somos 25 mil jóvenes lectores” en el que respondas a la siguiente pregunta ¿Por qué crees en los libros? firmado con tu nombre completo.
  2. Las dos mejores respuestas se ganan los paquetes de libros.
  3. ¡Ojo! Lo correos sólo serán válidos si se envían con el subject “Somos 25 mil jóvenes lectores” y si incluyen el nombre completo del participante. La convocatoria abre desde ahora hasta el sábado 20 de diciembre a las 12:00 horas, cualquier correo que se pase no podrás participar.
  4. Toma en consideración que los premios se recogen en la Ciudad de México. Los ganadores recibirán confirmación el lunes 22.

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‘Freud’, un apasionante libro de Roland Jaccard sobre el inventor del psicoanálisis

Sigmund Freud nació el día 6 de mayo de 1856 en Freiberg, Moravia. La población del lugar era checa, pero los judíos hablaban entre ellos el alemán y estaban en su mayor parte asimilados a la clase dirigente austro-alemana. Su padre, Jacob Freud (1815-1896), era comerciante en tejidos. Se había casado por primera vez a los diecisiete años y de ese matrimonio nacieron dos hijos: Emmanuel y Philipp. Al enviudar, se volvió a casar hacia 1851 o 1852, con una mujer llamada Rebecca, de la cual se ignora si murió precozmente o si fue repudiada. Su tercer matrimonio lo celebró con una joven de veinte años, Amalie Nathanmsohn (1835-1930), cuyo primer hijo había de ser Sigmund; al que le siguieron Julius (que murió a los dieciocho meses), Anna, Rosa, Mitzi, Dolfi, Paula y Alexander.

En 1860, medio arruinado, Jacob Freud dejó Freiberg junto con los suyos para ir a instalarse a Viena, metrólopolis ruidosa y cosmopolita, y que contrastaba penosamente para el pequeño Sigmund con las praderas, los bosques y las montañas de Moravia, de los cuales siempre había de conservar un recuerdo nostálgico.

Si hemos de creer lo que nos dice Ernest Jones, fiel discípulo y escrupuloso biógrafo de Freud, a éste le venía de su padre el sentido del humor, el escepticismo para con las incertezas de la existencia, la costumbre de recurrir a una anécdota judía cuando quería subrayar algún punto de la moral, su liberalismo y su libre pensamiento.

De su madre, confió a su biógrafo, le venía su «sentimentalidad», lo cual dicho en alemán tiene un sentido bastante ambiguo. No cabe duda de que con ello quería definir el temperamento que le hacía capaz de experimentar emociones apasionadas. El orgullo y el amor que Sigmund le inspiraba a su madre habían de dejar en la mente del niño un rastro profundo e indeleble. De acuerdo con lo que él mismo había de escribir más adelante, «cuando alguien ha sido sin discusión el hijo predilecto de su madre, conserva durante toda la vida ese sentimiento conquistador, esa seguridad del éxito que luego en la realidad raramente deja de conducir a él».

Tal y como lo veremos más adelante, Freud descubrió en el curso de su autoanálisis a la vez el deseo sexual que tenía hacia su madre y la ambivalencia que sentía en relación con su padre. También había de recordar un sentimiento humillante: cuando tenía siete u ocho años, orinó voluntariamente en el dormitorio de sus padres, y entonces su padre exclamó después de darle una buena reprimenda: «¡Nunca sacaremos nada de este niño!». Freud recuerda el acontecimiento añadiendo que esa frase debió de haberlo herido profundamente, pues, escribe, «en mis sueños esta escena había de repetirse muy a menudo, y siempre acompañada de una enumeración de mis trabajos y de mis éxitos, como si quisiese decirme: ya lo ves, a pesar de todo he llegado a ser alguien».

Extracto de Freud, de Roland Jaccard.

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Freud, de Roland Jaccard, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Ariel.

SINOPSIS: Hoy día todo lo referente a la vida y obra del Sigmund Freud es objeto de apasionados debates a favor y en contra. Pero son pocos los trabajos que se interrogan sobre lo que Freud debe a su propia vida. El inventor del psicoanálisis nos enseñó que el ser humano es fundamentalmente reflejo de su infancia. Todo lo que el psicoanálisis ha tratado de hallar se encuentra en esa investigación profunda, interminable y a veces banal de nuestra prehistoria.

Este libro es al mismo tiempo una aproximación biográfica y teórica sobre el inventor de una ciencia y una terapia que han marcado la cultura hasta tal punto que su lenguaje se ha convertido en el nuestro.

‘Conspiraciones’, un libro de Julio Patán sobre la paranoica historia de la conquista del mundo

Empecemos con una obviedad: las conspiraciones existen. Si conspirar es «unirse algunos contra su superior o soberano», según precisa el Diccionario de la Real Academia, entonces son conspiraciones los golpes de Estado, como el de Pinochet en Chile; los alzamientos militares, como el de Franco en España; las revoluciones mexicana, bolchevique o francesa; los movimientos independentistas latinoamericanos del , e incluso los fraudes electorales. La historia es rica en ejemplos más bien obvios, incluso cuando uno se atiene a una definición tan acotada. Si en cambio se prefiere no respetar la autoridad de la Academia, como Dios manda, y entonces entender el término «conspiración» de un modo más laxo, más de uso público, entonces conspirar puede ser algo muy diferente. En la bibliografía especializada en estos asuntos, cuando un autor habla de una conspiración suele referirse a algún plan secreto concebido no para tomar el poder sino para conservarlo, consolidarlo o, más a menudo, extenderlo. Ejemplos de esta forma de la conspiración serían los asesinatos de opositores o incluso las campañas de «desinformación», es decir, las campañas mediáticas destinadas a manipular a la opinión pública mediante noticias falsas. En estos casos, la conspiración es urdida desde el poder, no necesariamente contra éste, y el poder puede o no ser el poder político. Existen campañas de desinformación orquestadas desde medios privados, como aquella en la que reconoció el haber participado el periodista Luis María Ansón, director del diario español ABC, contra el gobierno de Felipe González (…)

(…) Las conspiraciones que nos preocupan no existen. Son aquellas contenidas en lo que llamamos «teorías de la conspiración» o «teorías del complot». Se trata de términos muy extendidos, aunque usados de un modo quizá demasiado libre. Para saber qué debemos entender por «teorías de la conspiración», es necesario considerar que comparten, por principio de cuentas, tres características que son justamente las opuestas a las que señalamos en las conspiraciones reales. La primera es que, debido a la capacidad de planeación y ejecución que se atribuye a sus perpetradores y a los medios inagotables con que cuentan, las conspiraciones que describen parecen libres de fallos. Se refieren, en una palabra, a conspiraciones perfectas, o poco menos. En segundo lugar, tratan de conspiraciones de alcance universal, ilimitadas, que dejan señales en literalmente todo el mundo, y que tienen como meta alterar por completo el orden establecido, derrocar todas las instituciones conocidas y poner el planeta entero en manos de los complotistas. Hablamos, pues, de conspiraciones nacidas de una vocación de absoluto, dirigidas hacia la supremacía total. Por último, generalmente tratan de conspiraciones muy antiguas, concebidas hace décadas, siglos o incluso milenios.

Extracto de Conspiraciones, de Julio Patán.

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Conspiraciones, de Julio Patán, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Paidós.

‘After: en mil pedazos’, la segunda parte de una serie de Anna Todd

Hardin

No siento el asfalto helado bajo mi cuerpo ni la nieve que me cae encima. Sólo noto el agujero que me desgarra el pecho. Me arrodillo desesperado viendo cómo Zed arranca el coche y sale del estacionamiento con Tessa en el asiento del acompañante.

Nunca lo habría imaginado, ni en mis peores pesadillas habría pensado que podría sentir un dolor semejante. El dolor de la pérdida, lo llaman. Jamás había tenido nada ni a nadie de verdad, jamás había sentido la necesidad de tener a alguien, de hacer a alguien completamente mío, de aferrarme a alguien con tanta intensidad. El pánico, el maldito pánico que me da perderla, no entraba en mis planes. Iba a ser muy fácil: me acostaba con ella, me ganaba una lana y el derecho a restregárselo a Zed. Punto final. Sólo que no fue así. La rubia con faldas largas que hace listas interminables de tareas pendientes se me fue metiendo bajo la piel hasta que estuve tan loco por ella que ni yo mismo lo creía. No me di cuenta de lo enamorado que estaba de ella hasta que me encontré vomitando en el lavabo después de haberles enseñado a los brutos de mis amigos la prueba de su virginidad robada. Fue horrible y la pasé muy mal… pero eso no me impidió hacerlo.

Gané la apuesta pero he perdido lo único que ha conseguido hacerme feliz en la vida, además de todas las cosas buenas que me hizo ver que yo tenía. La nieve me está empapando la ropa y me gustaría culpar a mi padre por haberlo aguantado demasiado tiempo y haber ayudado a crear a un niño de tarados; y también culpar a Tessa por haberme dirigido la palabra alguna vez. Carajo, me gustaría culpar a todo el mundo.

Extracto de After: en mil pedazos, de Anna Todd.

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After: en mil pedazos, de Anna Todd, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Planeta.

‘Grandes hallazgos de la arqueología’, de Eduardo Matos Moctezuma

En alguna ocasión dije de la arqueología que ninguna otra disciplina puede penetrar en el tiempo como ella lo hace para estar frente a frente con las obras de la humanidad. Con este fin, la arqueología recurre a otras tantas ciencias que la ayudan a conocer lo que fue: la geología, la química, la biología, la física y otras más. Todo ello, dirigido al estudio del pasado, hace de la arqueología  una disciplina plural, universal, donde muchos especialistas tienen cabida. Va más allá: penetra en el tiempo de los hombres y de los dioses. Lo mismo descubre el palacio del poderoso que la casa del humilde; encuentra los utensilios del artesano y las obras creadas por el artista; descubre la microscopía del grano del polen y, con él, la flora utilizada y el medio ambiente en que se dio; la fauna que servía de alimento y otras satisfacciones; la presencia de sociedades complejas o comunales; las prácticas rituales de la vida y de la muerte. En fin, el arqueólogo puede tomar entre sus manos el tiempo convertido en un pedazo de cerámica. Y aún así, ¡cuántos datos se nos escapan…!

En este libro atenderemos a uno de los componentes del todo social que le es dado estudiar al arqueólogo: las prácticas rituales de la vida y de la muerte. No es casual que haya escogido este tema, pues cuando alguna noticia del mundo de la arqueología alcanza fama mundial, en la mayoría de los casos suele referirse al hallazgo de una tumba real con todo su contenido simbólico y con el rico ajuar mortuorio que acompaña a su ocupante. Por otra parte, todo lo concerniente a la muerte siempre me ha apasionado y algo he escrito ya sobre el tema referido al ámbito prehispánico mesoamericano. Ahora bien, volviendo a lo que decía antes, siempre he tratado de difundir, por todos los medios posibles -televisión, prensa escrita o radio-, que la arqueología no se dedica solamente al estudio de objetos bellos sino que, para el arqueólogo, el valor de los materiales que recupera por medio de técnicas depuradas de excavación estriba en los datos que puedan proporcionarle para el mejor entendimiento de aquellas sociedades en que se dieron. Es por eso que un pequeño hallazgo, como podría ser una punta de flecha, en un contexto específico puede revolucionar la información que se tenía hasta entonces sobre aquel lugar.

Extracto de Grandes hallazgos de la arqueología: de la muerte a la inmortalidad, de Eduardo Matos Moctezuma.

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SINOPSIS: La tumba de Tutankhamon, la tumba imperial china, la Tumba 7, la de Pakal y la de Ahuitzotl son cinco de los descubrimientos arqueológicos más importantes de los últimos cien años, recreados en estas páginas por una de las voces más prestigiosas en el mundo de la arqueología. Con un estilo ágil, este volumen se detiene en las circunstancias específicas que llevaron a cada uno, y en los detalles de la vida de sus artífices y sus descubridores: grandes hombres, merecedores por derecho propio de la inmortalidad.

Grandes hallazgos de la arqueología: de la muerte a la inmortalidad, de Eduardo Matos Moctezuma, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Tusquets.

‘El fractalista: memorias de un científico inconformista’, de Benoît Mandelbrot

En los países tranquilos y prósperos, los hijos de los terratenientes, los panaderos o los banqueros tienen una alternativa sencilla: seguir las tradiciones y el oficio familiar. Pero yo nací en Polonia y mi familia era de Lituania, países ni tranquilos ni prósperos. Como señaló un escritor natural de esa parte de Europa, «Pobre del poeta nacido en un punto geográfico interesante en una época violenta».

Los principales bienes heredables de mis antepasados consistían en libros desgastados por el uso. De hecho, a lo largo de muchas generaciones, la tradición familiar ha sido rechazar la codicia y venerar las obras de la mente.

Ser científico, pensados, inventor, era considerado una llamada superior, algo casi divino. Una mente científica o creativa se calificaba de «inmensa». Para los jóvenes de nuestra casa y para mis amigos, el poder pensar y dedicar la propia vida a la ciencia constituía un privilegio increíble, extraordinario. El dinero contaba poco y uno no (buscaba) el camino hacia la riqueza o una carrera profesional. ¡En absoluto! Al contrario, queríamos sacrificarnos por la ciencia.

El autor de estas palabras es mi tío Szolem. De maneras muy distintas, tanto él como yo hicimos ese sacrificio. Él llegó a ser un erudito renombrado dentro de las matemáticas dominantes. Puede que sus palabras parezcan ingenuas, cursis incluso. Yo encuentro que describen una amalgama extraordinaria de tradiciones judías y rusas, en muchos sentidos uno de los momentos culminantes de la disposición humana a encarar cuestiones insolubles. Su mundo no conocía el significado de la palabra «cursi», lo cual dio lugar a muchas formas de heroísmo… y de destrucción.

Para los jóvenes con talento, aquel entorno no alentaba la sensación de tener derecho a nada ni ofrecía estímulo alguno mediante el halago. No sólo no daba cobijo frente a la trágica realidad de la vida, sino que imponía una pesada carga: brillar o al menos tratar de convertirse en estudiosos de algún tipo, aunque no sin dejar tiempo para la familia y la diversión.

¿Cómo reaccioné yo? En pocas palabras, presté oídos a la llamada. Pero, al contrario que mi tío e influido por la Segunda Guerra Mundial, en Francia, tomé un camino que nadie que yo conociese había seguido antes.

Extracto de El fractalista: memorias de un científico inconformista, de Benoît Mandelbrot.

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SINOPSIS: En esta autobiografía, Benoît Mandelbrot relata de forma vívida y elocuente su fecunda existencia dedicada al conocimiento. En ella, el «padre de la geometría fractal» relata su infancia en Varsovia, su traslado a París huyendo de los nazis y el desarrollo, ya en los años cuarenta y cincuenta, de una impresionante carrera en ámbitos tan diferentes como la aeronáutica o la entonces incipiente informática. A finales de los años setenta alcanzó fama mundial con la fundación de la geometría fractal, una disciplina diseñada para medir y estudiar entidades tan esquivas e irregulares como las costas marítimas, las nubes, los rayos y, en general, todas las formas de la naturaleza.

El fractalista: memorias de un científico inconformista, de Benoit Mandelbrot, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Tusquets.

El editor, ¿nace o se hace?

«Me hice editora casi por azar; el caso es que el azar me pilló ya muy preparada para aceptar el ofrecimiento de ir a trabajar en una editorial literaria recién fundada, donde iba a poder aprender un poco de todo en el oficio. Tuve simplemente que tomar una decisión, una más entre las muchas que, en aquel periodo de mi vida, tuve que ir tomando, pero en ese caso debería ser determinante, no sólo por la edad (veinticinco años), sino por mis circunstancias vitales de aquellos años. A saber: terminados los estudios. había regresado a un país que no era el mío, pero donde había elegido vivir por el resto de mi vida sin apoyo económico paterno o familiar de ningún tipo y, por tanto, donde debía también sobrevivir por mi cuenta y riesgo. El ofrecimiento para trabajar en Lumen llegó en un momento en que había logrado no sólo vivir correctamente con dos sueldos y algún extra suculento gracias a traducciones alimenticias que firmaba con pseudónimo, sino que me preparaba para ir consolidando mi sustento sin otras ambiciones que la de poder alquilar un pisito, seguir libre de compromisos serios tipo noviazgos, bodas y familias, conservar las amistades extraordinarias que iban rodeándome y leer todo lo que me cayera entre las manos. Aceptar trabajar por el triste sueldo de un único empleo significaba sacrificarlo todo para empezar el aprendizaje de un nuevo oficio, pero un oficio que me atraía muchísimo por la posibilidad que me brindaba de convivir permanentemente con los libros.

Está el lector que lee cualquier cosa por gusto y el lector profesional que, cuando depende de él una línea editorial, sale en busca del libro de su vida cuyo autor se encuentra entre todos aquellos que le han gratificado, o que le han instruido. Gratificar e instruir placenteramente son dos virtudes de la lectura que complacen a un buen lector y son, creo, dos virtudes absolutamente inherentes a la naturaleza de un buen editor. Y, como en cualquier otro oficio creativo, esa doble virtud es algo que se da o no se da. Puede educarse, incrementarse, pero no brota de la nada. Por eso es un oficio vocacional, que exige una entrega casi total.»

Extracto de Por el gusto de leer: Beatriz de Moura, editora por vocación, de Juan Cruz Ruiz.

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SINOPSIS: La experiencia profesional y la peripecia vital de Beatriz de Moura, fundadora en 1969 de Tusquets Editores y editora de este sello durante cuarenta y cinco años, ilustran una manera muy personal de entender la literatura y el mundo de la edición. En la extensa conversación que la editora mantiene con el periodista Juan Cruz, se relatan los orígenes, las dificultades y los aciertos para construir un catálogo, sostenerlo durante décadas y convertirlo finalmente en una referencia ineludible de la edición en la lengua española. Se dibuja, en fin, una trayectoria editorial insólita en nuestra tradición, que nace de un gusto por leer que pronto devino vocación. ¿Qué ha hecho que ese catálogo se parezca a la joven que a finales de los sesenta decidió embarcarse en esa aventura? Este libro explica las claves, al tiempo que traza una aproximación en primera persona a la historia literaria y cultural reciente.

Por el gusto de leer: Beatriz de Moura, editora por vocación, de Juan Cruz Ruiz, está disponible en librerías y tiendas en línea bajo el sello Tusquets.